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El Sporting negocia el despido del centenar de trabajadores de El Molinón

El club pretende subcontratar la próxima temporada el servicio de porteros y acomodadores empleados en el municipal gijonés

Imagen del interior de El Molinón. | LNE

El Molinón dejará de contar con porteros y acomodadores con vinculación profesional al Sporting la próxima temporada. Al menos, ése es el propósito del club rojiblanco, que ya ha iniciado la negociación con los en torno a un centenar de empleados fijos discontinuos que desarrollan estas labores para intentar acordar su despido. Sobre la mesa, indemnizaciones en función de su antigüedad o la posibilidad de incorporarse a la plantilla de la empresa externa con la que el club, paralelamente, se encuentra negociando la contratación de este servicio. Por el momento, hay entendimiento entre las partes sin que se hayan cerrado acuerdos todavía con la totalidad de los implicados.

El Sporting lleva días en conversaciones para pactar la salida de todos sus empleados fijos discontinuos. El club está tratando individualmente cada caso para buscar una solución acorde con las preferencias personales de cada trabajador y, por el momento, las reuniones están cristalizando en acuerdos. La medida adoptada por la entidad rojiblanca parece responder a un interés en abaratar costes y dar continuidad a una política que ya han empezado a desarrollar varios clubes del fútbol español, partidarios de externalizar estos servicios. La contrapartida está en el adiós a puestos de trabajo a los que había personas vinculadas desde hace décadas, con todo lo que eso significa. El fútbol, sin ellos, será diferente.

El clima de la negociación está siendo sereno y, hasta el momento, hay posturas próximas para completar el cambio que pretende el Sporting de cara a la próxima campaña. El paso dado por el club llega meses después de que redujera a mínimos este tipo de servicios con motivo de la pandemia. La ausencia de público en El Molinón hacía innecesario movilizar a todo el personal, por lo que muchos de esos trabajadores con los que ahora se pretende pactar una salida llevan meses en casa durante los días de partido. En cada partido en el municipal gijonés se estaba empleando solamente el personal imprescindible para responder a las demandas del protocolo que marca la Liga.

Lo que no peligra es que estos puestos queden descubiertos en el caso de que la Liga y el Gobierno den luz verde a que vuelva el público a los estadios a partir del próximo 9 de mayo. En ese sentido, el Sporting seguirá disponiendo de todos los trabajadores vinculados a estas labores que fueran necesarios para llevar a efecto este plan que, por el momento, sigue en el aire. Tampoco serán necesarios todos. Las cifras de espectadores que se contemplan a partir del fin del estado de alarma sería entre 3.000 y 5.000 personas. El Sporting ya cuenta con un protocolo que puso en práctica esta campaña para la Copa del Rey.

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