El Sporting recuperó, en las dos últimas jornadas ligueras, una de sus mayores señas de identidad esta campaña: su seguridad defensiva. Los empates ante Zaragoza y Leganés, ambos fuera de casa y sin goles, refrendan una idea que ha calado desde el inicio de la temporada en el vestuario del Sporting: la importancia de cimentar las victorias desde la portería a cero. “Si no recibes goles, te aseguras al menos sumar un punto, y a partir de ahí luchar por lograr los tres”, es una de las frases que más se ha escuchado a los pesos pesados de la caseta rojiblanca y al propio David Gallego.
Una filosofía que el técnico catalán ha querido implantar desde el primer día y que está obteniendo sus frutos: el Sporting es el tercer equipo menos goleado de la categoría, con 25 tantos en contra, solo por detrás de Mallorca (24) y Espanyol (23). Un ejemplo más de la importancia de armar bien los partidos desde atrás en esta categoría: baleares y catalanes son, actualmente, los dos primeros clasificados de la tabla, ambos metidos en puestos de ascenso directo. La fórmula de no encajar goles funciona en una competición tan igualada como la Segunda División española, donde cada partido se decide por pequeños detalles.
Ya lo avisó David Gallego a su llegada a Gijón: lo primero que iba a trabajar en pretemporada eran los fundamentos defensivos. Un esfuerzo que se ve reflejado en el campo y que está obteniendo sus frutos en la tabla clasificatoria. Este Sporting sabe defender y, además, sabe hacerlo de distintas maneras, que incluso varían a lo largo de los partidos. Así se pudo observar, por ejemplo, en el último encuentro liguero, frente a uno de los gallitos de la categoría, el Leganés. El Sporting comenzó el partido con un bloque de presión más alto, queriendo ser más dominador. Y, en la segunda parte, ante las continuas acometidas del conjunto pepinero, supo replegarse en un bloque bajo.
La consecuencia: el Leganés, aunque dominó toda la segunda mitad, apenas creó una ocasión de peligro, en un centro que encontró la cabeza de Gaku, que remató fuera. Fue el único acercamiento que hizo temblar a la parroquia rojiblanca, algo muy meritorio contra un conjunto tan fuerte como el Leganés.
Tras el partido, los jugadores valoraban especialmente eso: el haber podido encadenar nuevamente dos encuentros consecutivos dejando la portería a cero. Así lo remarcó Guille Rosas, refrendando lo importante que es eso para el equipo. En lo que va de campaña, el Sporting ha conseguido finalizar hasta 18 partidos sin encajar un gol, casi la mitad de los encuentros disputados hasta la fecha. De hecho, en dos ocasiones este curso los de David Gallego encadenaron cuatro jornadas consecutivas sin recibir un gol. Todo un hito que da buena fe del gran trabajo defensivo rojiblanco.
Otro ejemplo más: únicamente en cinco encuentros ligueros esta temporada los de David Gallego han recibido más de un gol. Fue frente a Espanyol, Castellón, Ponferradina y Mirandés, cuando el Sporting encajó dos tantos, y frente a Las Palmas, la única que vez que un cancerbero sportinguista recogió tres veces el balón de las mallas esta campaña. Unos datos que certifican que este Sporting, defensivamente, es una roca.
Además, los rojiblancos han sabido sacarle partido a esta circunstancia. De hecho, once de las dieciocho veces que logró dejar a cero su portería consiguió ganar el partido. La mayoría de ellas, hasta en ocho encuentros, por un escueto 1-0, exprimiendo al máximo sus tantos. Porque, eso sí, el Sporting es uno de los conjuntos que menos goles anota de la categoría de plata española. Apenas 35 tantos. Muy lejos de los 46 que lleva el propio Mallorca o los 66 que suma el Espanyol.
El hecho de recibir tan pocos goles, y además nunca recibir resultados abultados (solo contra Castellón y Espanyol perdió por más de un gol, ambos con un resultado de 2-0) hace que el Sporting sea uno de los equipos más peligrosos de cara a un posible play-off de ascenso, en eliminatorias a doble partido en las que será muy difícil hacer que el Sporting caiga eliminado.