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El análisis del Sporting-Las Palmas (1-0): La efectividad rojiblanca, un tiro a puerta, un gol y tres puntos

Djuka se reencuentra con su faceta anotadora, llega a los 22, y comparte el “Pichichi” con RDT

Araújo remata de cabeza ante la oposición de Borja López, con Saúl García al fondo. Juan Plaza

El Sporting no pudo ser más práctico en el partido de ayer frente a Las Palmas: un tiro a puerta, un gol y tres puntos. La fórmula perfecta que cualquier sufridor aficionado firmaría. Los canarios dominaron la primera parte, gozando de las mejores ocasiones en las botas –y la cabeza– de un inspiradísimo Sergio Araújo, que llegó a estrellar un balón en el palo. Un partido que parecía escapársele al Sporting –y con él sus opciones de clasificarse para el play-off– pero que rescató el de siempre: Uros Djurdjevic. El delantero montenegrino volvió ayer por sus fueros: peleón, protestón y goleador. El ariete que la exigente parroquia rojiblanca quiere. El balcánico marcó su gol número 22 en lo que va de curso, el segundo desde que volviera del viaje internacional con su selección. Un desplazamiento en el que algunos buscaban la causa de su sequía goleadora. Pero, como todo buen delantero que se precie, Djuka apareció cuando más lo necesitaba su equipo, marcando el gol más importante en lo que va de curso con un recurso de delantero puro, de pívot de fútbol sala: controlando el balón en el área y descerrajando un punterazo a la red. Un tanto celebrado con rabia por sus compañeros –Saúl incluso pegando puñetazos al suelo–, que le iguala con Raúl de Tomás en la cima de la lucha por el “Pichichi” y que hace que el Sporting continúe una jornada más en play-off. Y ya van 40.

Gallego adelanta las sustituciones y cambia el partido

David Gallego acostumbra a realizar tarde los cambios. Su máxima es que si lo que hay en el banquillo no mejora lo que hay sobre el terreno de juego, mejor no cambiar nada. Por eso llamó la atención que ayer, antes de la hora de juego, realizara un doble cambio. Y, además, sentando a un jugador como Manu García, llamado a ser fundamental en este proyecto. En el partido más importante del curso, en el que tenías que buscar los tres puntos, a Gallego no le tembló el pulso a la hora de sentar a su jugador a priori más determinante. Una variación táctica que, no obstante, no pudo salirle mejor. Nacho Méndez y Pablo Pérez, que ingresaron al terreno de juego, fueron de lo mejor del Sporting en el encuentro, cambiaron completamente el partido y fueron una de las razones fundamentales del triunfo local.

Sin Javi Fuego cambia el esquema: dos centrales y doble pivote con balón

Javi Fuego fue ayer suplente en el Sporting. Una circunstancia que solo se ha visto en seis de las cuarenta jornadas ligueras que se llevan hasta la fecha –tres de ellas no las disputó–. Sorprendió que Gallego no contase en el once inicial con uno de sus jugadores fijos, una situación que se puede explicar por la acumulación de minutos, con dos partidos esta semana y a estas alturas del campeonato. Además, este cambio conllevó una variación táctica: el Sporting no incrustó ayer a uno de los jugadores de su doble pivote –el propio Fuego, normalmente– entre los centrales para sacar el balón jugado desde atrás. Fuego, que entró en la segunda parte, estuvo muy activo siguiendo el partido en la grada.

El portero de Las Palmas sube a rematar el último córner

Con Las Palmas en tierra de nadie en la clasificación, sin jugarse nada en el encuentro de ayer –más allá de la honra y un buen pellizco económico por la situación clasificatoria en la que pueda acabar al finalizar la Liga– llamó la atención ver al portero Álvaro Valles subir a rematar el córner, buscando el empate en la última jugada del partido. La situación fue muy comentada por la parroquia sportinguista, que criticó que los visitantes buscaran el empate con tanto ahínco sin necesitarlo. Gallego, en rueda de prensa, aplaudió la profesionalidad de Las Palmas por ello.

El balón parado sigue sin funcionar: Pedro y Gragera casi lo consiguen

El balón parado sigue sin dar réditos al Sporting, que solo lleva tres goles en esta faceta en lo que va de curso. Sin embargo, ayer introdujo una nueva variante en los saques de esquina. Pedro Díaz botó, en el minuto ocho, un córner que encontró a Gragera en la frontal del área pequeña, pero su remate, forzado y en un extraño escorzo rematando de cabeza un balón más apto para un golpeo con el pie, se fue fuera. Media hora más tarde, los mismos protagonistas intentaron la misma jugada, con una pantalla para que Gragera apareciera desde atrás. Sin embargo, Gragera, en esta ocasión ni siquiera llegó a rematar. Esta dupla, precisamente, es una de las pocas que ha surtido efecto este año para el Sporting. De las botas de Pedro surgió el primer gol rojiblanco a balón parado del curso, obra de Gragera frente al Cartagena.

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