La retaguardia del Sporting encara el último año de un ciclo en la defensa que está llamado a renovarse con Borja López como uno de los líderes de la nueva generación. El gijonés entra en su último año de contrato en su mejor momento desde su regreso al conjunto gijonés en el verano de 2019 y a la espera de abrir conversaciones con el club para ampliar su vinculación. En un contexto similar se encuentran dos de sus tres compañeros en el centro de la zaga, ya que tanto Babin como Marc Valiente también acaban en 2022. Pelayo Suárez, otro de los centrales, acaba de ampliar hasta 2023.
A sus recién cumplidos 27 años, Borja López encara el inicio del periodo de madurez de una carrera en la que su reencuentro con el Sporting le ha devuelto estabilidad. La oportunidad de regresar a casa y luchar por el ascenso con el conjunto rojiblanco, el club de su vida, motivó al gijonés para poner fin a varios años compitiendo en el extranjero, asumiendo concesiones como la de ver recortadas las condiciones económicas que tenía en su anterior equipo, el Hajduk Split croata.
Borja López jugó más del triple de minutos con David Gallego en comparación con la anterior campaña. Mientras que en la 2019-20 sumó 873, en la pasada temporada llegó a los 2.690 minutos. El gijonés comenzó como un fijo aunque, por momentos, su puesto fue ocupado por Marc Valiente. En cualquier caso, él y Babin fueron los centrales más utilizados por el entrenador a lo largo de la campaña. El futuro del Babin (que cumplirá 35 años en octubre) y de Marc Valiente (que acaba de cumplir 34) en el Sporting más allá de la temporada que se inicia también dependerá del devenir de los acontecimientos. Mientras que Babin ha sido un pilar los últimos años, Valiente ha alternado titularidades y lesiones.
