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La crónica del Tenerife-Sporting: los palos dan un punto a los rojiblancos

El equipo gijonés, tras un buen inicio, se desinfla y acaba sostenido por Gragera, Mariño y la madera

Por la izquierda, Juan Berrocal, Álex Corredera, Mariño, Rubén Díaz y Gragera, durante el partido de ayer. | Área 11 Área 11

Tenerife 0 - 0 Sporting

Sufrió el Sporting para sumar en Tenerife. Los rojiblancos, ayer de negro y verde fosforito en las mangas -en el estreno de la segunda equipación-, fueron de más a menos hasta acabar salvados por los palos para rascar un punto en el Heliodoro Rodríguez López. Dos envíos a la madera de Shashoua y Álex Muñoz, ambos en la segunda parte, evidenciaron los apuros de los de Gallego, sostenidos al final por un impecable Gragera, notablemente acompañado por Babin y Diego Mariño. Djuka tuvo la más clara en la primera parte, en la que los gijoneses fueron mejores sin llegar a rentabilizar el control en ocasiones claras cuando tenían al portero rival temblando.

Valiente, ante Ethyan. El Día

Para lo bueno y lo malo, el Sporting recordó en Tenerife que sigue siendo un equipo muy similar al de la temporada pasada. Fiable en defensa, sigue costando un mundo crear ocasiones y hacer goles. Manejó bien una primera parte de la que fue dueño en la última media hora. Hubo velocidad y desparpajo con balón, pero la mejor acción surgió de un saque de banda en largo. Sin goles y apenas oportunidades, del aburrimiento esperanzador por ver crecer al equipo tras el descanso se pasó a dar por bueno el punto.

Le costó entrar en el partido al Sporting, pero dos estiradas de Kravets por banda izquierda dieron la confianza suficiente para ver al equipo dar un paso adelante. Buscó las cosquillas al Tenerife con el mérito de apenas poder ver a Nacho Méndez y Fran Villalba, por diferentes motivos. El primero fue menos protagonista que en la primera jornada a la hora de encontrar líneas de pase y al segundo, cosido a patadas, tampoco se le vio cómodo. Con todo, en la primera parte el equipo sufrió solo a balón parado, en concreto en un envío peinado por Sipcic, que atajó Mariño cuando Meillot buscaba remachar a la red. Con Gragera y Babin echando el cerrojo a cada mínima disputa o despiste, la sensación era de partido controlado.

Gragera disputa un balón de cabeza. Área 11

Gaspar, con un buen disparo desde fuera del área, dio el primer aviso, pasado el cuarto de hora, de que el Sporting iba a por el partido. Con el equipo moviéndola de lado a lado en busca de su momento, la picardía de Aitor dio con el mejor hueco para ponerle un caramelo a Djuka. El de Gibraleón sacó rápido y en largo a la espalda de Carlos Ruiz, dejando al montenegrino solo ante el portero, aunque escorado. La caída del balón tras el último bote fue más lenta que la rapidez con la que se rearmó la zaga chicharrera. Djuka aceleró el disparo, que acabó en las nubes. Ahí estuvo el partido para un Sporting que desapareció tras el descanso. La imagen de que la reanudación iba a jugarse prácticamente en campo del Sporting estuvo en la figura del propio Djuka.

De buscar hueco y remate en el área, el montenegrino pasó a ayudar a la salida del balón en el centro del campo. Y de ahí, poquito a poco, los de Gallego fueron viendo cómo el Tenerife le iba comiendo la tostada. Entre otras cosas, por ir con más seguridad a por el partido, alimentada por los cambios. Álex Corredera armó la pierna para que Mariño sacara abajo una de las dos grandes manos del vigués. El detalle pareció echar un poco más atrás a los gijoneses. Bermejo, en la siguiente acción, volvió a probar los reflejos del meta gallego haciendo más evidentes los problemas en los que se estaba metiendo el conjunto de Gallego. Fue entonces, pasado ya el cuarto de hora de la segunda parte, cuando el Tenerife apretó el acelerador y el Sporting se ajustó a ese papel conservador de tantas segundas partes en la pasada campaña. Especialmente lejos de El Molinón, como era el caso.

Pedro Díaz disputa el balón con Nono. Área 11

La entrada de Puma Rodríguez y Pedro Díaz, por Aitor y Fran Villalba, tampoco cambió el panorama. Acabó salvado por el palo que escupió una buena media vuelta de Shashoua después de que Mellot llegara cómodamente por banda derecha para buscar el centro. Y volvió a respirar el cuadro gijonés quince minutos después, tras otro gran disparo de Álex Corredera cuyo rechace lo acabó cazando Álex Muñoz. El duro disparo del defensa del Tenerife se estrelló en el larguero. De ahí al final, menos fútbol, algunos nervios y el debut de Juan Berrocal para sustituir a Valiente, acabando el Sporting dando por bueno el punto sumado en el Heliodoro.

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