La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Sporting vuelve al origen

Los rojiblancos defienden el liderato en Ipurúa, el campo donde certificaron su regreso a Segunda División hace cinco temporadas

Los jugadores del Sporting, durante un entrenamiento en Mareo. Juan Plaza

Todo empezó el 14 de mayo de 2017. Ese día el Sporting se despidió de la Primera División en Ipurúa para iniciar un viaje en la categoría de plata que esta tarde, por primera vez en Liga, le lleva de vuelta al campo del Eibar. No quedan muchos protagonistas de aquella victoria rojiblanca con gol de Burgui. Hay incluso quien ha cambiado de bando, como el avilesino Sergio Álvarez. La vuelta al campo armero, en todo caso, llega tras cuatro intentos frustrados de regresar a la élite. No hay quinto malo, se dice en el mundo de los toros. Los de Gallego vuelven a Ipurúa como miuras.

Salvo sorpresa, Babin será el único que repita de inicio esta tarde respecto a aquel Sporting que se vio de vuelta en Segunda en Ipurúa. Cuéllar también fue titular en aquel equipo, pero el emeritense sigue a la espera de su momento ante un Mariño intocable bajo palos. Curiosamente, la situación se vivió a la inversa en 2017, cuando el vigués apenas tuvo oportunidad de quitarle el puesto al que ahora vuelve a ser su competidor directo por defender la portería del conjunto rojiblanco. El resto de protagonistas de aquella tarde marcada por la imagen de Canella rompiendo a llorar en el túnel de vestuarios ya no siguen en Gijón.

El Sporting cumplió aquel día ganando al Eibar, pero a falta de una jornada consumó un descenso del que no pudo escapar pese a remar por ello durante una segunda vuelta de angustia. También cumplió ese día un roto Canella, que como capitán quiso comparecer ante los medios al término del partido, a pesar de que las lágrimas apenas le dejaban articular palabra. Respiró profundo y lo hizo. Algo así lleva repitiendo el conjunto rojiblanco desde entonces para reponerse de la frustración de no estar en la categoría de la que tanto se disfrutó no hace mucho tiempo.

Vuelve el Sporting en uno de sus momentos más dulces desde la caída a los infiernos. Seguramente el que más por la sensación de dar continuidad a una campaña anterior en la que la llegada de David Gallego ha devuelto la confianza en que el ascenso es posible. Los gijoneses defienden liderato esta tarde ante el que seguramente sea el gran favorito de la categoría para lograr el ascenso. Lo armeros, con presupuesto superior al de la localidad vasca al que pertenecen, ha apostado este año por talento pujante en la categoría como Yannis Rahmani, José Corpas o Óscar Sielva. Estos, por los que además el club pagó traspaso, algo poco habitual en la categoría y más en tiempos de pandemia, son algunos de los catorce refuerzos firmados para renovar y reflotar al equipo. Gaizka Garitano tiene mucho donde escoger en su regreso al banquillo local.

Garitano también fue testigo de otro episodio grabado en la memoria rojiblanca con Ipurúa como escenario. El ahora entrenador del Eibar era jugador y capitán de los armeros en aquel polémico encuentro dirigido por Rodado Rodríguez en 2004, que acabó con dos penaltis en contra y cinco expulsados en el bando rojiblanco. El balear no cambiaría nada de lo sucedido aquella tarde en la que acabó de torcerse el “casi ascenso”, pero el fútbol ha cambiado mucho desde todo aquello, con el VAR como uno de los ejemplos. Lo que no varía es la dificultad que tradicionalmente siempre ha encontrado el Sporting para salir feliz de un campo como Ipurúa.

Compartir el artículo

stats