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Los rojiblancos mejoran sus sensaciones en ataque: El Sporting evoluciona arriba

“Hemos dado un pasito más respecto al año pasado por el perfil de los jugadores, proponemos algo distinto”, asegura Gallego

Por la izquierda, Toni Clavero, Álvaro Domínguez (realiza prácticas en preparación física con el club), David Gallego y José Antonio Gordillo siguen un entrenamiento del Sporting esta semana. | Marcos León

El Sporting ha evolucionado este curso en su faceta ofensiva. Es una máxima que no se le escapa a ningún aficionado rojiblanco y que David Gallego confirmó ayer en rueda de prensa. No son solo sensaciones, son hechos rubricados por el técnico de Suria. Este equipo es más alegre en la parcela atacante que el del año pasado. Sustituye las largas posesiones aparentemente inanes para mover al rival por un juego mucho más agresivo, vertical y con mordiente. Y este nuevo estilo de juego está dando sus frutos, con un Sporting que domina, pero también crea peligro, huyendo del dominio estéril que practicaba la pasada campaña.

Y todo esto tiene una explicación. “Es una evolución natural de un equipo en construcción, tras el primer año”, aseguró ayer David Gallego en rueda de prensa. Un paso al frente que, no obstante, tiene otra razón, incluso de más peso. El de Suria ha sabido crear un ecosistema ofensivo perfecto para que esto ocurra, juntando a jugadores con un perfil más ofensivo y agresivo sobre el terreno de juego. “Consideramos que por las características que tenemos, el perfil de los jugadores y por el bagaje que tiene el equipo respecto al año pasado podíamos dar un paso más”, explicitó.

La llegada de Fran Villalba se antoja fundamental para ello. Es el cambio más llamativo en el once inicial respecto al pasado año. El valenciano sustituye a Manu García en esa mediapunta que ha de hacer jugar. Y lo está haciendo con acierto, dando más velocidad al balón y sabiendo integrarse perfectamente en ese entramado atacante. De hecho, el “feeling” que siente con sus compañeros en el terreno de juego es evidente, como aseguró esta misma semana Gaspar Campos en rueda de prensa.

A ello también ayudan otras cuestiones. Como el paso adelante dado, por ejemplo, por futbolistas como el propio Gaspar. “Los jugadores llevan un bagaje más amplio respecto al año pasado”, analizó ayer David Gallego. El mejor ejemplo es el del canterano, que la pasada campaña, su primer curso en el fútbol profesional, comenzó timorato y ahora se ha revelado ya como uno de los jugadores más desequilibrantes de la plantilla, merced a su evolución natural. “El Gaspar de este año está mucho más hecho, mucho más jugador”, alaba Gallego. “Si sumas esto a las características de los jugadores que tiene alrededor, que son distintas a las de los jugadores del año pasado, el equipo propone algo diferente”, remarcó.

Quiso de esta forma dejar claro Gallego que los perfiles con los que cuenta este Sporting se diferencian en cuestiones fundamentales a los del año pasado. Además del trueque Manu García-Villalba, hay otro de vital importancia: la entrada en el doble pivote de un perfil más ofensivo, como es Pedro Díaz, para suplir la baja de Javi Fuego, con un corte mucho más defensivo y de contención. El hecho de que el “ocho” rojiblanco se haya adueñado del centro del campo también ayuda a ver a un Gragera más reluciente, sin la sombra de un jugador de peso como Fuego a su lado.

“Las características de los jugadores de esta temporada nos dicen que este año el equipo podía tener más llegada y comportarse mejor en bloque alto”, explicó Gallego ayer ante los micrófonos. Una circunstancia que el equipo está sabiendo aprovechar a las mil maravillas. “Hemos intentado profundizar un poco más en los conceptos que podíamos mejorar y el equipo lo está dando”, remachó Gallego. Todo ello hace que el juego de este Sporting sea más lucido que el año pasado, aunque ello comporte un riesgo defensivo, como se pudo observar en Ipurúa, donde el equipo recibió tres goles por primera vez en casi diez meses.

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