Falta una semana para que el balón eche a rodar, pero el derbi asturiano ya ha empezado. Así lo refrendan las palabras del capitán sportinguista Babin, que aseguró tras el partido frente al Amorebieta que “no es un partido más, es como si fuera la final de la Champions”.
Unas declaraciones muy contundentes que dejan claro lo que significa este encuentro en el vestuario rojiblanco. “Tenemos muchas ganas de jugarlo”, enfatizó el central de Martinica, “es el fin del mundo y vamos a ir a por los tres puntos como sea”.
Babin es consciente de que existe una espina clavada “para nosotros y para la afición” en lo que a los derbis se refiere. Por ello, pide “afrontar el partido de una forma diferente a como lo hicimos en los últimos años, no solo el último”. Así, pidió “estar más metido, que el ambiente sea diferente”.
Respecto al partido de ayer, concedió que “en el global, creo que estuvieron mejor que nosotros”, sobre todo porque “no estuvimos finos en el último pase”.
Diego Mariño también se mostró ansioso de que llegue el encuentro de la próxima semana. “Tenemos ganas por nosotros y por nuestra gente, queremos darnos una alegría porque todo el sportinguismo se merece una victoria en el derbi”, aseguró el guardameta vigués tras el encuentro de Lezama. “Tenemos que ir a comernos el Tartiere”, explicitó el portero rojiblanco, “estamos en el mejor momento y no hay mejor motivación que un derbi y defender la posición en la que estamos”, ahondó.
Sobre el partido de ayer, aseguró que el punto “sabe bien y es justo en el cómputo global”, aunque siendo consciente de que “no fue nuestro mejor día, pero fue más mérito suyo que demérito nuestro”.
