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El bisturí

El bisturí: Las claves de la derrota del Sporting en Cartagena

Por la izquierda, Bogdan, Babin, Pablo Vázquez, Gragera, Nacho Méndez, Mariño y Marc Valiente. Área 11

Cuatro partidos después, Gallego y sus chicos prueban el sabor de la derrota. Tenía que ser en Cartagena. Tenía que ser por semana. Y tenía que ser por un gol de Rubén Castro, un tipo de 40 que acumula unos números a lo largo de su carrera que necesitan de toda una tarde para poder analizarse. Cuando menos, son impresionantes. El gol de ayer llegó de penalti, de uno de esos pitados por el VAR. Los puristas ven en la jugada que acaba con Kravets expulsado un claro ejemplo de cómo el videoarbitraje ha llegado para cambiar el fútbol, para robarle parte de su esencia, si es que queda alguna.

Un penalti como esas salchichas que tienen más de plástico que de chicha: de laboratorio. Pero hay contacto. Bogdan pisa carne. La cámara no miente. Aunque, más que preocuparse por lo que pasa en el laboratorio del VAR, el Sporting debería hacerse mirar su tendencia a los picos brillantes en su juego seguidos de caídas a plomo de la gráfica. Como ejemplo, sirva lo ocurrido en la primera parte, donde los rojiblancos pudieron sentenciar el partido. El Puma las tuvo de varios colores y Djuka, tras un centro de Kravets a lo lateral brasileño, demostró que lo de rematar de cabeza sigue sin estar de moda en su universo. Todo iba rodando por la vía adecuada hasta el descanso. Luego el Sporting divertido y valiente se esfumó y apareció el Cartagena. Lo que ocurrió después deben explicarlo los expertos en probetas y tubos de ensayo.

Andrés y Milinko, dos ejemplos de una misma pasión

Andrés Linares Jordán representa esa parte imposible de explicar para todos, inútil de tratar de hacer entender a unos cuantos y que emociona a muchos, muchísimos, ya que toca la fibra de todo aquello que aún tiene corazón y vísceras en el fútbol. Cómo expresar que un chaval murciano que ahora tiene 14 años decidió siendo un mico abrazar la fe rojiblanca sin tener ningún tipo de vínculo ni con el Sporting ni con Asturias.

El muchacho estuvo ayer en primera línea disfrutando, sufriendo y decepcionándose con los suyos. Se hizo fotos con todo el que se dejó, pero, sobre todo, con Mariño, uno de sus ídolos. Los dos son porteros. Y luego ya están los de añeja sangre rojiblanca, esos que aparecen por esos campos de Dios luciendo sus colores vayan las cosas bien, mal o regular. Desde El Ejido, pasando por Águilas o Barakaldo. Ejemplo de ello es Roberto Narváez, alias Milinko, miembro de La 1905, que va camino de hacer un pleno: ver en directo todos los partidos del Sporting sea donde sea. Una pasión desbordante y un horario laboral flexible facilitan mucho su “misión”.

Andrés Linares junto a Mariño, uno de sus ídolos AL

Bertín ya se va ganando lo de Berto: estreno como titular de la mano de Djuka

Hace no mucho tiempo Berto era Bertín, hasta que un día el chaval se plantó y dio por finalizada su etapa en el mundo del diminutivo, del “ín”. Aunque para poder sentarse a la mesa con los mayores hay que demostrar algo más que ganas de hacerlo: ya sea en la comida de las bodas de oro de los abuelos o en el fútbol profesional. Y, en el caso de Bertín, nada mejor que ponerse las pilas esta temporada, en la que a Gallego no le han dado mucho donde elegir ahí arriba para suplir o acompañar a Djuka. Por una cosa o por otra, Campuzano no acaba de explotar, y Álvaro Vázquez ya no se encuentra entre nosotros. Así que ayer Bertín pasó a ser Berto una vez que se estrenó como titular en el primer equipo acompañando a Djuka. Y no lo hizo mal. Incluso puede decirse que aportó cosas que le hacen merecedor de otra oportunidad para ganarse los galones y que Berto devore definitivamente a Bertín.

Solo un poco peor que hace un año y con menos derrotas

Los números del Sporting desde la llegada de Gallego ya son para enmarcar a pesar de la derrota en Cartagena, la segunda en once jornadas. Hace un año, el Sporting llevaba ya a sus espaldas tres derrotas, aunque sumaba un punto más (22, por los 21 actuales). Pero marchaba tercero. De momento, los rojiblancos resisten en ascenso directo a la espera de lo que hagan Almería y Ponferradina. Pero, pase lo que pase, los gijoneses seguirán una jornada más en puestos de promoción. Las estadísticas señalan que, en los 53 partidos de Liga que Gallego acumula en Gijón, su equipo ha estado siempre en puestos de privilegio salvo las dos últimas jornadas del curso pasado y en la segunda jornada de este. De 53, 50 arriba.

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