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La crónica de El Molinón: el Sporting propone y el Valladolid, dispone

El atrevimiento rojiblanco acaba penalizado por dos errores defensivos en la primera derrota en casa \ Djuka respondió a los goles de Aguado y Plata

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Sporting - Valladolid, en imágenes ÁNGEL GONZÁLEZ

Salió valiente, pero pegó blando y descuidó la guardia. El Sporting cedió su primera derrota en casa, segunda consecutiva en Liga esta temporada, ante un Valladolid más efectivo. Los rojiblancos pagaron caros dos errores en defensa aprovechados por Aguado y Gonzalo Plata tras ser protagonistas durante muchos minutos del partido. Djuka, a pase de un gran Aitor García, dio esperanza de un empate que finalmente se quedó en proyecto. Los rojiblancos ven frenado su buen inicio ante un rival que resurge en Gijón después de su irregular comienzo.

El inicio fue el de dos equipos valientes. Aitor García estrelló a los cinco minutos un balón a la madera al enganchar con la zurda un despeje a la frontal de la zaga vallisoletana. La respuesta visitante llegó dos minutos después. Weissman engatilló con derecha para toparse con el palo derecho de Mariño. Trepidante. Los rojiblancos tomaron mejor el pulso a unos minutos iniciales en los que las mejores ocasiones llegaron por errores forzados por los gijoneses. La presión alta y los ataques tras robo tuvieron a Aitor García, nuevamente, como uno de los más protagonistas.

Los rojiblancos tomaron mejor el pulso a unos minutos iniciales en los que las mejores ocasiones llegaron por errores forzados por los gijoneses

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Los inicios de partido del de Gibraleón suelen adelantar mucho de lo que sucederá después. Si empieza fallón, difícil remontar. Ante el Valladolid, al palo le sumó un caño a El Yamiq que pareció reforzar la confianza. De ahí, robo en tres cuartos para servir en carrera a Djuka. El montenegrino se topó con Roberto en el mano a mano. Fuera de juego, pero otro susto en la zaga rival. La siguiente volvió a tener Aitor en el ajo, rematando arriba otro balón escupido por la agobiada zaga blanquivioleta. Mucha potencia, poca puntería en el remate del andaluz, esta vez con pierna derecha.

Le costaba salir a los de Pacheta, que lo intentaron otra vez a los veinte minutos en un mal despeje de Bogdan que acabó con disparo arriba de Óscar Plano. Con el Sporting dando la sensación de tener el partido donde quería y Aitor probando de nuevo a Roberto desde lejos, llegó el gol del Vallladolid. Bogdan se pasó de frenada primero, para después despejar al centro del área ante Weissman. La controló Óscar Plano e hizo un pase casi sin querer a Aguado. El centrocampista del conjunto pucelano golpeó de primeras con la derecha y ajustó un golazo al palo largo que dejó a Mariño haciendo la estatua. Gallego pidió calma a los suyos.

Pudo el Valladolid quedarse con diez antes del descanso. Pulido Santanta le perdonó la segunda amarilla a Luis Pérez. Estaba el árbitro echando la mano al bolsillo cuando se percató que el lateral visitante ya tenía una amarilla, bastante rigurosa, por falta sobre Djuka. Respiró el Valladolid y montó en cólera el Sporting ante el descarado arrepentimiento del colegiado canario. Pacheta, tipo listo, lo retiró al descanso para dar entrada a Janko.

El desenlace fue un querer y no poder de los rojiblancos, que acabaron cediendo la primera derrota en casa

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La segunda parte se inició con el Sporting acariciando el empate. Un gran balón de Pedro a la llega al área de Gaspar fue rematado de cabeza por el gijonés y genialmente atajado por Roberto. Buena carta de presentación. Volvió a tenerla Gaspar en una preciosa triangulación rojiblanca. Djuka buscó en banda a Pablo García que cedió de primeras a la llegada de Gaspar. El canterano quiso repetir el tanto de Aguado, ajustando con la derecha sobre el palo largo. Se le fue por centímetros.

Lo siguiente fue ver a Djuka reclamando penalti tras chocar con Roque Mesa. El árbitro y VAR mandaron seguir. Tan apretado lo vio Pacheta que cambió al otro jugador amonestado en el campo, el central Joaquín. Despertó el Valladolid minutos después con disparo arriba de Gonzalo Plata. Los blanquivioletas llegaban poco, pero con el partido a punto de romperse, todo era posible. Weissman, en otro derechado respelido esta vez por las manoplas de Mariño, dejaba claro que el rival no se conformaba con el primero. Se demostró.

Roque Mesa emergió robándole la cartera a Bogdan y centrando al área para que Gragera dejara el segundo en bandeja. El gijonés, de cara a su propia portería, despejó de tacón para que el balón quedara muerto a un Gonzalo Plata que fusiló a Mariño. Cara frivolidad. Partido imposible. Con todo aparentemente perdido, Aitor volvió a aparecer. El de Gibraleón centró desde la derecha para que Djuka, en su habilidad menos exhibida, acortara diferencias de cabeza. Entraron Berto y Nacho por Gragera y el propio Aitor. Quedaba un cuarto de hora. Quedaba partido.

Con Fran Villalba desquiciado y acribillado a patadas por Roque Mesa, el desenlace fue un querer y no poder de los rojiblancos, que acabaron cediendo la primera derrota en casa, segunda consecutiva en Liga. Coge fuerza el Valladolid, que se pone a dos puntos de los de Gallego, enfriando el gran inicio de los gijoneses.

Lo que le ojo no ve

Tridente en El Molinón a falta de la aparición de Ronaldo   

El Molinón va recuperando efectivos. Se reflejó en los más de 16.000 que se dieron cita en el municipal gijonés para ver el partido ante el Valladolid. Se vio mucho antes de que el balón echara a rodar. Dos horas antes del encuentro, tanto en Ceares como en Viesques, las riadas de camisetas rojiblancas prometían refuerzos. No fueron los únicos. Los pucelanos llegaron con 600 seguidores para visibilizar el choque entre dos equipos en busca del regreso a Primera. Con dos aficiones picadas desde el recibimiento a los respectivos conjuntos, la llegada al verde contó con una curiosa imagen sobre el césped. David Gallego y Pacheta protagonizaron un encuentro que transcendió a la cordialidad entre entrenadores. Abrazos, risas y un tercer invitado, Javi Rico. Al director deportivo rojiblanco también se le vio bromista con el técnico visitante. Tiene Pacheta mucha entrada en el municipal gijonés. Entre los empleados a pie de campo hay alguno con el que mantiene una especial amistad desde su etapa del Oviedo. Al que no se le vio por el palco fue a Ronaldo Nazario. El propietario del conjunto pucelano tendría otros compromisos.

Lo visto en la previa se repitió tras el partido._Esta vez, con los micrófonos delante. Primero Pacheta repartió elogios al Sporting y a David Gallego, situando a los gijoneses como un equipo que puede aspirar a todo esta temporada. Después, el entrenador visitante devolvió los piropos y subrayó la verdad que siempre muestra Pacheta en un mundo lleno de vendedores de humo. El resultado, fútbol.

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