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La Mareona vuelve con fuerza: más de 2.000 sportinguistas estarán en Lugo

Los abonados agotan en cinco horas las 1.900 entradas enviadas por el club gallego y se esperan más el sábado

La cola ante las taquillas de El Molinón, ayer a primera hora de la mañana.

La primera Mareona postpandemia inundará Lugo el sábado con más de dos mil sportinguistas, tras el amago de hace un mes en Lezama, donde el equipo de David Gallego estuvo respaldado por unos trescientos seguidores. En apenas cinco horas desde la apertura de las taquillas se agotaron las 1.900 localidades enviadas por el Lugo y se da por segura la presencia de más hinchas rojiblancos que compararán las entradas en el Anxo Carro. Jorge Guerrero, presidente de la Federación de Peñas Sportinguistas, se sorprendió por la respuesta de la afición y calcula que la asistencia de hinchas visitantes puede superar los 2.500.

A las 1.900 entradas enviadas por el Lugo hay que sumar las trescientas que la Liga de Fútbol Profesional pone a disposición de la Federación de Peñas. Jorge Guerrero cree que la espectacular respuesta de los abonados sportinguistas, que tenían preferencia para la adquisición de las entradas, a un precio de 25 euros, puede acercar la cifra de desplazados a Lugo a los tres mil que se dieron cita en el Anxo Carro, hace cuatro años, cuando la federación que preside organizó una “fan zone”.

Guerrero está convencido de que el desplazamiento a Lugo será una fiesta del sportinguismo, pero lanza dos advertencias a los que viajen a la ciudad gallega: “Es importante que la gente respete las medidas anticovid que siguen vigentes, sobre todo la de llevar siempre la mascarilla y no comer en las gradas. Y que tengan en cuenta también que el pronóstico para el sábado es el de fuertes lluvias, así que todo el mundo con paraguas o chubasquero porque hay una zona del campo que no está cubierta”.

Adrián Núñez, presidente de la Unión de Peñas Sportinguistas (Unipes), también prevé una gran jornada para los aficionados del club tras las restricciones de los últimos 18 meses, en un destino habitual en los últimos años: “En Lugo siempre hemos estado muy a gusto. Nunca ha habido problemas en la calle, ni en el campo, y esperamos dar color a la ciudad, y disfrutar de ella”. Unipes cuenta con 340 de las 1.900 localidades enviadas por el Lugo.

Octavio de la Villa, con una bufanda del Sporting, y Mónica Lorences, con una entrada para el partido de Lugo, ayer, en El Molinón. Ángel González

Las colas que se formaron alrededor de El Molinón desde primera hora de la mañana ya aventuraban que el cupo de entradas oficiales se iba a agotar rápidamente. Algunos abonados sportinguistas, como Mónica Lorences y Octavio de la Villa, madrugaron para asegurarse sus localidades. “Me acerqué al campo a las 10 de la noche del domingo, pero como como había nadie me fui para casa y volví a las cinco y media de la mañana”, explica Lorences, que compró solo uno de los dos boletos a los que tenía derecho, para su marido, Iván.

“Somos tres socios en casa, pero gastar 75 euros me pareció demasiado”, añadió Mónica, que tenía reservado desde hace tiempo hotel en Lugo para ella, su marido y su hija Naiara. “Nosotras veremos el partido en una cafetería”, se resigna Lorences, que lleva años detrás del Sporting. “Hay ganas de volver a la normalidad en los campos, menos en la prohibición de fumar, que debería de seguir”.

Octavio de la Villa consiguió el tercer puesto en la cola porque su hijo Octavio se plantó ante la taquilla de El Molinón a las seis de la mañana. “Solíamos ir a varios desplazamientos cada temporada”, señala De la Villa, aunque el último ya queda un poco lejos: “Fue a Sevilla, para el partido contra el Betis en el que ascendimos, en 2015”. El sábado no habrá tanto en juego, pero Octavio de la Villa afronta el partido con ganas: “Tengo confianza en el equipo, lo veo bien, por lo menos en el juego. Iremos a Lugo a conseguir la victoria”.

La última, con 1.500 en el Sardinero

El sportinguismo ha tenido que esperar veinte meses para protagonizar un desplazamiento masivo detrás de su equipo. La última Mareona se produjo el 16 de febrero de 2020, cuando más de 1.500 aficionados pintaron de rojiblanco uno de los fondos del campo Nuevo Sardinero de Santander. Fue un desplazamiento masivo pese a que la trayectoria del equipo entrenado por Miroslav Djukic no daba pie al optimismo. Sin embargo, aquella tarde, el conjunto rojiblanco ofreció un buen rendimiento y se impuso al Racing por 0-2, con goles de Murilo, y Carmona, de penalti. “Me alegro por la Mareona, no podíamos decepcionarla y esta victoria nos reengancha”, declaró Djukic, que calificó aquel partido como “el más completo desde mi llegada”. Las expectativas no se cumplieron y una derrota en el desplazamiento a Ponferrada (1-0) mantuvo al Sporting de Djukic lejos de la zona de promoción. Pero lo peor para la afición rojiblanca es que después de la victoria frente a Las Palmas (4-0) iba a tardar año y medio en volver masivamente a El Molinón.

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