“El buen pulpo tiene que ser de invierno, de dos o tres kilos, congelado a bordo y sacado de un buen caladero. Cocción de veinte minutos, y otro tanto de reposo. Buen aceite de oliva, sal y pimentón”. Así lleva preparando el pulpo Roberto López Vilor durante más de tres décadas en “A fonte do Rei”, uno de los restaurantes clásicos de Lugo. “Tenemos unos 200 kilos preparados para el sábado”, adelanta ante lo que resume como una “invasión rojiblanca”. “A mi negocio vienen muchos sportinguistas desde antes de que el Lugo estuviera en Segunda. También mucha gente venía como parada intermedia para los partidos ante el Dépor”, señala Roberto, con mesa ya reservada por varias peñas sportinguistas.