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Así vive David Gallego su peor semana al frente del Sporting: respaldo del presidente y sus ayudantes

David Gallego, en Mareo. Juan Plaza

No es la primera vez que Javier Fernández y Javi Rico siguen un entrenamiento del Sporting en El Molinón. Tampoco la de ayer será, posiblemente, la última. En cualquier caso, su presencia tuvo un significado diferente al no tratarse de una semana cualquiera para el Sporting. Después de cinco jornadas sin victorias y con el equipo diezmado por una plaga de bajas entre lesiones y llamadas internacionales, presidente y director deportivo bajaron al césped. Lo hicieron, esta vez, introduciéndose unos pasos en el terreno de juego. Gallego se acercó entonces para saludarlos y ambos, que otras veces se refugian en los banquillos, abrieron una animada charla. Conversación muy breve, pero simbólica. La imagen de apoyo al entrenador en unos días difíciles quedó.

Gallego se rodea de apoyos

El mensaje del Sporting sobre Gallego es de una confianza absoluta en el entrenador. Si bien la racha de resultados no está acompañando al equipo, no existe ninguna duda de que el rendimiento visto en las primeras jornadas volverá a repetirse. El entorno del técnico rojiblanco también habla de una motivación extra para volver cuanto antes al camino de la victoria. Se mantiene “el buen rollo” en el día a día del trabajo, al igual que las rutinas. “Nada ha cambiado en estas últimas cinco jornadas”, se asegura.

El equipo de trabajo de David Gallego es el que vive más de cerca esta anómala situación en la que se encuentran los gijoneses, que han pasado de ser líderes al octavo puesto en poco más de tres semanas. En su particular guardia pretoriana, Toni Clavero es el confidente del de Suria. Con él se le puede ver en el banquillo repasando durante un partido las repeticiones de determinadas jugadas en una tablet para corregir sobre la marcha errores, como compartir parte del tiempo libre fuera del fútbol. Sus consejos son tan importantes para Gallego que incluso está presente en todas sus ruedas de prensa para después comentar juntos sus intervenciones.

En cuanto a la metodología de trabajo, Gallego mantiene las reuniones diarias con todo su cuerpo técnico: Toni Clavero (segundo entrenador); José Antonio Gordillo (asistente técnico); Eduardo Domínguez (preparador físico); Jorge Sariego (entrenador de porteros); Carlos Hernández (analista de rendimiento) y Marcos García (analista). Con ellos comparte incluso vestuario en Mareo. En el club se valora no sólo la fórmula de trabajo que ha ido marcando, sino también la sintonía que ha logrado establecer entre quienes forman parte de él. Todo se comparte con el matiz de los viajes, en los que Gallego suele alojarse en una habitación individual en el hotel, al contrario que los jugadores. En Lugo incluso aprovechó parte de la mañana para pasear en solitario por la ciudad antes de dar la charla técnica a la plantilla.

En la semana en la que el entrenador ha encontrado el apoyo también de la plantilla, pidiendo la ayuda de El Molinón para ganar a la Real Sociedad B, la enfermería sigue sin dar muchas novedades. Campuzano se confirma como baja aunque su lesión es menor de lo esperado. Tras someterse a pruebas sufre un fuerte esguince en el tobillo izquierdo. Aitor García sigue entre algodones, aunque entrenándose con el resto de sus compañeros, y Berto se mantiene como seria duda. Guille se ejercitó ayer con el grupo, pero no se forzará su vuelta, mientras que de los nueve jugadores del filial que iniciaron la semana, el defensa Diego Sánchez ocupó ayer el puesto de Boza, que regresó a ejercitarse con el Sporting B.

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