No podrá sentarse en el banquillo por sanción, pero su vuelta a Gijón al frente de la Real Sociedad B es uno de los atractivos del partido de esta noche en El Molinón. Xabi Alonso, uno de los futbolistas que llevó a España a la conquista de sus mayores éxitos, acaba de estrenar una prometedora carrera en los banquillos que tiene al Sanse como exponente de su prometedor trabajo. Después de un sorprendente ascenso a Segunda, lidera el ambicioso reto de hacer competir a los donostiarras en la siempre difícil categoría de plata. Enfrente tendrá ahora a un Sporting que siempre se le dio bien como jugador y que devuelve recuerdos imborrables en su casa.
Xabi Alonso siempre sumó cuando se cruzó con el Sporting como futbolista. Lo hizo en cuatro ocasiones, ninguna durante su etapa en la Real Sociedad. La primera vez fue en septiembre del año 2000, cuando el conjunto donostiarra le había mandado a Eibar en condición de cedido. Disputó el encuentro en Ipurúa, que acabó con 0-0. No volvió a encontrarse con el Sporting hasta nueve años después, ya convertido en jugador del Madrid. En ese espacio de tiempo había sumado experiencias como proclamarse campeón de Europa con el Liverpool, confirmando a su llegada al conjunto blanco su rol como uno de los centrocampistas de referencia del fútbol español.
Volvió a firmar tablas en su reencuentro con el Sporting en la temporada 2009-10, la primera de las cinco campañas en la que vistió de blanco. 0-0 en El Molinón para después, en la segunda vuelta, ser uno de los protagonistas de la remontada madridista en el Bernabéu. Barral había adelantado al Sporting nada más iniciar la segunda parte, pero la alegría duró poco para los de Preciado. Van der Vaart igualó un minuto después, siguiéndole un tanto del tolosarra. Higuaín acabó cerrando aquel 3-1.
Xabi Alonso jugó la temporada siguiente su último partido ante el Sporting. Fue en El Molinón y la victoria volvió a caer del lado del Madrid. En esta ocasión, decidió un solitario tanto de Higuaín. El Sporting ya conoce el estilo de Xabi Alonso desde que iniciara su etapa como entrenador. Lo sufrió este verano, en Mareo. El Sanse fue el primero en derrotar a los rojiblancos en pretemporada, endosándole un 0-2 con goles de Javi Martón y Kortajarena.
El vínculo de la familia Alonso con el Sporting cuenta con una referencia especial, la que unirá para siempre a su padre, Perico Alonso, con El Molinón. Él fue uno de los futbolistas que conquistó la primera Liga de la historia del club donostiarra con aquel agónico empate el 26 de abril de 1981, ante el Sporting (2-2). Xabi, entonces, no había nacido. Perico Alonso, reacio a dar entrevistas para no interferir en la carrera de su hijo, también guarda un excelente recuerdo de Quini, del que fue compañero en la selección y también en el Barcelona.
Cosa de hermanos. No es Xabi el único de los Alonso que son culpables de las buenas maneras del filial de la Real Sociedad. Su hermano Mikel, exjugador donostiarra, también forma parte del cuerpo técnico. En concreto es el tercer entrenador del equipo, por lo que deberá asumir un papel más protagonista en un día en el que Xabi no podrá estar en el banquillo. Entre los dos Alonso está el argentino Sebas Parrilla, segundo entrenador. La Real B llega a Gijón tercera por la cola, con 14 puntos, y después de encadenar tres derrotas consecutivas.
