La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Segunda División | Los equipos asturianos

La huella del Sporting en el Ceares

Marcos, Abraham, Llerandi, David, Varo, Mario y Aitor jugarán el duelo de Copa tras una vida en Mareo: “Los sueños, a veces, se cumplen”

Por la izquierda, Marcos Álvarez, Abraham Ferreres, David Llerandi, David Blanco, Varo Álvarez, Mario Buelga y Aitor Cañedo, ayer, en El Molinón, sujetando la camiseta del Ceares. | | ÁNGEL GONZÁLEZ

La Copa del Rey ha aparecido en sus vidas para hacer posible lo que se resistió en Mareo. Aitor Cañedo, Mario Buelga, Varo Álvarez, David Blanco, David Llerandi, Abraham Ferreres y Marcos Álvarez pasaron por las categorías inferiores del Sporting, el equipo al que ahora se enfrentarán defendiendo los colores del Ceares en la primera ronda copera. Lo harán en El Molinón, el escenario tantas veces imaginado, el que parecía ya inalcanzable, el de su cita con LA NUEVA ESPAÑA para hablar de un partido que pasará a la historia del fútbol gijonés. “Aunque sólo será un día, a veces, los sueños, se cumplen”, afirman.

Todos fueron yogurines. Alguno se quedó muy cerca de debutar. Fue el caso de Aitor Cañedo. Este gijonés de 31 años pasó 15 en la cantera del Sporting. “Media vida”, afirma sonriente. Fue un habitual en el filial e incluso se entrenó con el primer equipo. El salto final, con una grave lesión de rodilla de por medio de la que se recuperó al mismo tiempo que Cuéllar lo hacía de una rotura de tibia y peroné, se resistió. Llerandi compartió centro del campo con Nacho Cases, pero tras su tercer año como juvenil su camino fue distinto. David Blanco fue compañero de los ahora rivales Pablo Pérez y Borja López. Mario Buelga, Abraham Ferreres y Varo crecieron sumando partidos en el Sporting entre Gaspar, Gragera, Guille Rosas o Pablo García. Marcos, el más joven, es el único que esta campaña puede llegar a jugar dos veces en El Molinón. “Soy todavía juvenil y combino los partidos del Ceares con el Veriña. Si llegamos a la final de Barrios, repito”, comenta señalando al verde del municipal gijonés.

La conversación se acelera. “A mí me tocó jugar dos finales de Barrios en juveniles en El Molinón, pero nada se parecerá a esto”, dice Varo. “Es uno de los partidos más bonitos que puedes disputar, es algo irrepetible”, añade Aitor Cañedo, apoyado junto al banquillo local. El resto le escucha sentado en las primeras butacas de la Tribunona. Él, Aitor, no podrá jugar. El destino, cruel, también se lo ha negado. Se rompió el cruzado en septiembre, como su compañero Mario Buelga. “Si lesionarse es fastidiado, perderte ahora este partido es aún peor”, dice Mario.

Mejor salvarse que pasar

“¿Pasar de ronda o conseguir la permanencia? Preferimos salvarnos”, comenta Llerandi. Todo el mundo le secunda. “No cuentan con nosotros ni pa lo uno ni pa lo otro. Y luego... Ya verás”, responde Aitor entre la risa del resto. Empiezan las bromas. “¿Si habrá prima por ganar? No lo hablamos, pero... habrá que negociarlo...”, dice Llerandi. “No os olvidéis de los lesionados”, le apunta Mario Buelga. Más risas.

Llerandi compagina el fútbol con su trabajo como técnico de compras y ya se ha pedido el 30 de noviembre, el marcado para el partido (El Molinón, 20 horas), como día libre. “A mí seguramente me tocará trabajar”, comenta David Blanco, técnico calibrador de maquinaria. Los más jóvenes son estudiantes, compatibilizan el deporte con los libros. Siguen viendo el fútbol como la actividad que ha complementado sus vidas desde niños. “Fui compañero de Pablo García. Le conozco bien. Tocará buscarle por los dos lados y defender. Ataca bien y tiene una gran zurda”, resume Abraham Ferreres. “En Mareo siempre me fijaba en Gragera, me gusta su estilo”, señala Marcos. Llerandi, una especie de capitán sin brazalete a la vista, vuelve a tomar la palabra. “Ojalá venga toda la gente posible al campo y compartan la ilusión que tenemos nosotros por hacer de este día algo irrepetible”, concluye.

Compartir el artículo

stats