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La Mareona puede con todo

Cerca de un millar de sportinguistas animan al Sporting en El Toralín

Por la izquierda, Mario Morán, Naiara González, Raquel Ferrera, Víctor Escalada, Ángel Riesco, Lara Fernández y Victoria García, ante el Ayuntamiento de Ponferrada. | LNE

“Ya valió la broma”. No fue el horario más propicio, pero la afición del Sporting volvió a dejarse notar lejos de El Molinón con la esperanza de ver en El Toralín la reacción del equipo de David Gallego. Cerca de un millar de sportinguistas protagonizaron una Mareona que dio color rojiblanco a las calles de Ponferrada desde el mediodía, cambiando la lluvia de Asturias por una fresca, pero soleada jornada, antes de cobijarse en el campo ya entrada la noche.

La peña Nacho Cases, en su visita a una bodega antes del partido. | M. L.

“Vamos a romper la racha”, aseguran los gijoneses José Emilio y David Castillo. Faltan varias horas para el inicio del partido y padre e hijo, respectivamente, están convencidos de que el Sporting dará la cara ante la Ponferradina y romperá con la racha de seis partidos sin conseguir la victoria. Después pasó lo que pasó. “Va a marcar Villalba”, comenta David, quien a sus 12 años luce bufanda y gorro rojiblanco para presumir de sportinguismo y defenderse del frío.

Por la izquierda, Jesús Manuel Fernández y Pablo Requejo, que viajaron con la peña La Caleya Rojiblanca de Moreda. | LNE

“Llevamos un mes para olvidar, pero ya que venimos hay que tener fe”, dicen los también gijoneses Nacho y Alejandro Victorero, padre e hijo. Y es que muchas familias aprovecharon la proximidad del desplazamiento para vivir un domingo de fútbol intenso, aunque el retorno implicara acostarse de madrugada y empezar el lunes con más sueño que otras veces.

Los miembros de la peña El Canijo, durante el viaje. | LNE

Una veintena de peñas sportinguistas también estuvieron representadas. Mientras que la peña Nacho Cases salió de sábado rumbo a tierras leonesas, haciendo noche en Cacabelos, otras como la peña El Canijo de Candás y Manjarín lo hicieron en el día. Un plan que fue el de la mayoría. “Entre parada y parada, de Pola Lena a Ponferrada echamos cuatro horas”, comentan desde la peña La Caleya Rojilblanca de Moreda, que disfrutó con pausa y buen yantar el desplazamiento a tierras bercianas. A las más de 500 entradas vendidas en las taquillas de El Molinón hubo que sumar en Ponferrada el refuerzo de los muchos sportinguistas que estudian en León, colonia que añadió empuje y presencia en las gradas de El Toralín. Algunos adquirieron su localidad a última hora, en el mismo campo. En el bar del estadio muchos ya entonaban los primeros cánticos cuando restaban más de dos horas para que el balón echara a rodar. A medida que se acercó la hora el volumen fue a más. Hubo cacheo en el acceso antes de que los noventa minutos dictaran sentencia para una afición que desafió el frío, los horarios y la racha negativa de resultados para no dejar solo a su equipo.

Por la izquierda, Patricia González y Paloma Ordieres, ayer, en Ponferrada. | LNE

Incidente al descanso. La Policía Nacional se personó al descanso en la grada en la que se ubicó a la afición del Sporting llevándose al exterior a tres seguidores rojiblancos por un roce que se produjo entre ellos.

Miembros de la peña El Cruce, Manjarín, La Laguna y San Martín, en el castillo de Ponferrada. | LNE

Por la izquierda, Álvaro Iglesias, Antonio Sánchez y José María Iglesias, de la peña Astur-Rubén. | LNE

Raquel Vega y Diego Palacios. | LNE

José Emilio y David Castillo. | Á. C.

Por la izquierda, Alejandro y Nacho Victorero, ante El Toralín. | Á. C.

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