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El Wanda, espejo para el Sporting

El Paseo Sportinguista se fija en el de las Leyendas del Atlético, donde lucen todos aquellos que han jugado al menos cien partidos | La financiación del bulevar colchonero corrió a cargo del club, mientras que el de El Molinón se financiará a través de donaciones de la afición

Aficionados cruzando por el Paseo de las Leyendas. | Atl. de Madrid

Después de un año de muchos avances, el Paseo de las Leyendas Sportinguistas ha pasado de ser un anhelo imposible a un proyecto que se convertirá en realidad. Aunque faltan por rematar los tiempos y precisarse la ubicación– el Ayuntamiento se ha opuesto a que se ubique en la avenida de El Molinón y se está trabajando en plasmar el proyecto sobre la acera que rodea al estadio rojiblanco–, el bulevar rojiblanco está definido: contará con hasta 46 leyendas del Sporting, la obra se financiará a través de donaciones y contará con un presupuesto que rondará los treinta mil euros.

Este enorme tributo a la historia del club solo ha sido realizado en España por otro club. Se trata del Paseo de las Leyendas situado en el entorno del Wanda Metropolitano, el campo en el que juega el Atlético de Madrid. Aunque éste se llevó a cabo en 2016, la asociación Anselmo López ya había planteado el proyecto del Paseo Sportinguista unos meses antes. Ambos tienen muchos puntos en común. Para empezar, los dos proyectos nacen en las inmediaciones de los estadios para recordar las historias de sus clubes.

También son similares por la ubicación. El del Atlético de Madrid está junto a la fachada que rodea al estadio, casi un calco de lo que se pretende hacer ahora sobre la acera de El Molinón. Y en ambos casos, el recuerdo se realizará con placas en el suelo. También son similares por los criterios de selección. Porque a la hora de seleccionar a los homenajeados, el Atlético de Madrid apostó por criterios numéricos: llegar a los 100 partidos con el club. Y aunque no son idénticos, las estadísticas también han sido los jueces a la hora de elegir quiénes entran en el Paseo Sportinguista.

Hinchas observando la placa de Luis Aragonés.

Eso sí, hay una diferencia notable: el número total de leyendas. En el paseo del Atlético ya hay 170 nombres, pero solo de jugadores y jugadoras. Mientras, el bulevar rojiblanco dispondrá de 46 placas, y el homenaje, además de a jugadores, se realizará a técnicos y a presidentes de la entidad gijonesa.

“La idea surgió con el traslado del Vicente Calderón al Wanda Metropolitano. Uno de los objetivos que se marcó el club con el cambio de estadio fue que la historia del Atlético de Madrid estuviera muy presente en el nuevo estadio, tanto en su interior como en el exterior. Quisimos que el Paseo de las Leyendas fuera un atractivo más para nuestros socios y aficionados, en primer lugar, y también para los visitantes en general”, explica a LA NUEVA ESPAÑA Javier Vega, nacido en Oviedo, responsable del archivo histórico del Atlético de Madrid y figura clave para comprender este inmenso tributo. La inversión de este espacio no corre a cuenta de sus propios aficionados, como se pretende con el bulevar rojiblanco, sino que ha sido financiado por el propio club madrileño.

Dos aficionados se fotografían en la placa de Griezmann.

El paraje está repleto de guiños a la historia del Atleti: una estatua de 2.500 kilos y cuatro metros de altura del Oso y el Madroño cuyas cinco raíces recuerdan los cinco estadios rojiblancos en la historia del club, un antiguo avión de combate del Ejército del Aire para recordar el Atlético Aviación Club y una bandera del Atlético de Madrid, la más grande izada jamás en España, con una dimensión de 338 metros cuadrados y situada a 40 metros de altura. A todo esto hay que añadir la estatua de Luis Aragonés, inaugurada recientemente. Todos homenajes con evidentes paralelismos a los que se pretenden plasmar en el entorno de El Molinón. Aunque no son los únicos elementos que iluminan el Wanda, uno de los estadios europeos más modernos, y que cuenta también con su propio “show” de luces mientras suena a todo volumen el tema “Thunderstruck” de la banda “AC / DC”.

Alberto, el rojiblanco que no fue del Oviedo por un día de lluvia

El paseo de las leyendas del Atlético de Madrid cuenta entre sus filas con tres jugadores de origen asturiano: Alberto Fernández, Adrián López y Clemente Villaverde. El único que tiene vinculación con el Sporting es el primero. Alberto Fernández Fernández (Candás, Asturias, España, 19 de noviembre de 1943) jugaba de centrocampista. Militó durante una década en Primera División con el Atlético. Con los colchoneros acumuló sus mayores glorias deportivas, ya que participó en la consecución de una Copa Intercontinental (la única que posee el Atleti), tres campeonatos de Liga y dos Copas del Generalísimo (ahora Copa del Rey).

Alberto inició su carrera como futbolista en el Real Sporting de Gijón, club al que llegó en 1961, con dieciocho años de edad, y en el que jugó durante siete temporadas (110 partidos, 16 goles). Lo hizo después de ser tentado por el Oviedo, por el que no firmó, según contaba el candasín en una entrevista en LA NUEVA ESPAÑA, “por culpa de un día de lluvia”, ya que el día que lo citó el club azul tras hacer una prueba en el Tartiere “amaneció cayendo una manta de agua” y no fue.

En 1968 fichó por el Real Valladolid, con el que jugó en Segunda, y, un año después, tras ocho temporadas en la categoría de plata, dio el salto al Primera tras firmar por el Atlético de Madrid. En Liga debutó con los colchoneros en la 1969-70 con un 0-1 al Sevilla a domicilio. Su primer gol lo conseguiría una semana después. Fue en casa con derrota ante Las Palmas (1-2). Aquella temporada brilló, por ejemplo, en la victoria en el Nou Camp con dos goles (1-2).

Con el Atlético jugó un total de 361 partidos (280 en Liga, 45 en Copa y 36 en competición europea), en los que marcó quince goles. Además, fue presidente de la Asociación de Veteranos del Sporting.

Alberto Fernández, ante El Molinón.

La delantera del Atlético a comienzos de los 70 formada por Ufarte, Luis Aragonés, Gárate, Irureta y Alberto.

Adrián y Clemente, fuga de talentos hacia el Manzanares

La historia futbolística de Adrián López (Teverga, 1988) comenzó a escalar por las inferiores del Oviedo, su club, como siempre ha confesado. Debutó con solo 17 años, en Segunda B de la mano de Antonio Rivas. Pero el delantero, muy talentoso, se fue muy joven de Asturias, su tierra, para intentar buscarse la vida como futbolista en el Deportivo de la Coruña.

Era verano de 2006. Ya debutó en Primera División. Y marcó su primer gol al Barcelona. Luego llegaron los cambios, los viajes y las cesiones. Hasta que en 2011 firmó por el Atlético de Madrid por deseo de los hombres fuertes de la dirección deportiva del club colchonero, José Luis Caminero y el asturiano Clemente Villaverde, al igual que Adrián, en el paseo de la fama del Atleti. Fue en su momento una apuesta de riesgo. No por precio –llegó gratis– sino porque se puso en duda su nivel para jugar en el club.

Pero Adrián, tímido, discreto, poco amigo de los focos, respondió a esas dudas realizando sus mejores temporadas en el fútbol profesional. Fue una pieza clave en los primeros pasos de la era Simeone. Marcó, y mucho, –9 goles– en esa Europa League que conquistó el Atlético en 2012. Hizo tantos claves en las rondas eliminatorias: al Besiktas, al Hannover y en las semis al Valencia. Y fue titular en la final ante el Athletic. Ya como campeón, volvió a lucir en el histórico triunfo frente al Chelsea en la Supercopa.

Por su parte, Clemente Villaverde (Cangas de Onís, 1959) también dejó pronto Asturias. Se fue directamente a la cantera del Atlético de Madrid, en 1978. Allí brilló como defensa y jugó sus mejores años como profesional hasta salir rumbo al Málaga, en 1987. Su figura adquirió aún mayor protagonismo para el Atlético de Madrid tras colgar las botas.

Clemente es historia viva del Atleti. Fue abogado y también portavoz. Dijo aquel sonado “un mecherazo no duele tanto”, cuando un seguidor colchonero impactó con ese objeto a la cabeza de Cristiano. Y fue también gerente y consejero del Atlético de Madrid en los años más gloriosos de Simeone. Una figura muy respetada, nombrado vicepresidente primero de LaLiga, cargo que ocupó hasta 2013 (por 6 años y nueve meses). Tras 27 años en el club madrileño, dejó el club como una de las figuras más reconocidas de la entidad, en 2020. Villaverde apostó entonces por un cambio de aires: se fue al Getafe para ser director Deportivo del club azulón y trabajar con Ángel Torres. Los dos ahora son agentes libres en el negocio del balón.

Por la izquierda, Caminero, Adrián y Clemente Villaverde. | Efe

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