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La crisis del Sporting: Gallego mantiene la confianza del club, de momento

Gallego, cabizbajo, tras el Sporting-Fuenlabrada Juan Plaza

No era un partido para bromas, pero en los aledaños de El Molinón hubo algún chascarrillo antes del partido ante e Fuenlabrada a costa del temporal y de David Gallego. Que si con tanta agua alguno igual se ahoga, que si con tanto viento el banquillo igual salía volando... El balón echó a rodar y pasó lo que tenía que pasar. En la semana de la confianza total y el “a muerte” con el entrenador, en el palco Javier Fernández, presidente, siguió atento cada detalle acompañado por Javier Martínez y Fernando Losada. Unas butacas más a la izquierda del máximo accionista, Joaquín Alonso.

El responsable de relaciones institucionales tiene un papel añadido que no figura en su cargo, el de asesor deportivo de la presidencia. Frío, nervios y rostros serios. La primera parte termina con gol de Aitor y ánimos recuperados. La segunda se inicia con empate visitante y vuelta a las andadas. El Molinón tuvo en la tribunona la zona más beligerante. Y eso que comenzó dando un voto de confianza al equipo, algo que es mucho pedir tras lo visto en Ponferrada.

Del runrún en los balones parados a las protestas tras el empate. Gallego, en el centro de las críticas, aunque el entrenador dijo en sala de prensa no escuchar nada de eso, solo apoyo. Lo tuvo el equipo, pero del fondo sur, hasta que se pitó el final. De ahí, muchas miradas dirigidas hacia la sala en la que se reúne el consejo de administración del Sporting tras los partidos, situada al final del pasillo de la sala de prensa en la que Gallego aseguró sentirse con fuerzas. Con fuerza también se asegura en el club que hay confianza en su entrenador. Al menos, de momento.

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