La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fútbol | Ante el derbi gijonés en la Copa del Rey

El Ceares, un equipo de currantes que cuenta las horas para plantarle cara al Sporting

Kike, Medori, Juan Carlos, Llerandi y David compaginan trabajo y fútbol antes del histórico duelo ante el Sporting con una plantilla plagada de universitarios

De izquierda a derecha, Kike Martínez, Manu Medori, David Blanco, David Llerandi y Juan Carlos Vigil

Unos entran a trabajar a las 6 de la mañana. La mayoría se pone a funcionar entre las 8 y las 9. Lo del fútbol queda para después de cumplir con las 7 u 8 horas en la oficina, el taller o el almacén. Los jugadores del Ceares que se enfrentarán mañana al Sporting son unos currantes del fútbol que soñaron en su día con dedicarse profesionalmente a una pasión que mantienen viva exprimiendo horarios y esfuerzos. “Es un premio añadido a todo lo que hemos vivido en el último año”, reconocen Kike, Medori, Juan Carlos Llerandi y David, cinco de los jugadores del conjunto teyero que compaginan trabajo y balón.

Habla la historia del Ceares de un club de marcado compromiso con su barrio, el segundo más antiguo de Gijón, de carácter y raíz obrera. La filosofía del sacrificio ha ido de la mano de su trayectoria desde su fundación en 1946 y es ahora, en una etapa dorada del conjunto gijonés por el ascenso a Segunda RFEF y la oportunidad de disputar la Copa, donde continúa latente. Una y otra cosa ha llegado a base de mucho esfuerzo y de una buena labor de equipo entre directivos, técnicos y jugadores.

"Jugar en El Molinón es un premio añadido a todo lo que hemos vivido este último año", dicen los jugadores

decoration

La plantilla del Ceares cuenta con una amplia representación de jugadores con estudios universitarios completados o que continúan cursándolos. Entre los ejemplos, el caso de Kike, doctor en Ingeniería; Juan Carlos, Ingeniero en Telecomunicaciones; Llerandi, licenciado en Administración y Dirección de Empresas; David Blanco, que cursó estudios de Ingeniería complementados con un módulo de robótica; Edu estudió Magisterio...

Otros como Medori llegaron a España hace unos años en busca de nuevos retos deportivos y profesionales. Empleado en un almacén textil, a su trabajo le suma su labor como entrenador de uno de los equipos del Gijón Femenino. “Hay sábados en los que salgo de trabajar, voy a un partido como entrenador y a continuación me toca jugar con el Ceares”, resume. Así es la vida de una de las figuras de un rival del Sporting que con el sueldo de uno de sus futbolistas podría llegar a cubrir el presupuesto del Ceares de varias temporadas. Ver a los dos equipos frente a frente es la magia de la Copa.

El entrenador, Pablo Busto, aparcó su trabajo en una aseguradora por el fútbol

decoration

El crecimiento del Ceares en esta última temporada tiene en Pablo Busto a uno de sus protagonistas. El entrenador del conjunto gijonés lleva años trabajando en una empresa familiar de seguros, pero desde hace unos meses decidió aparcar esta labor. Volcado en el fútbol, su deseo es crecer de la mano de un equipo al que ha llevado a la meta impensable de ascender a la Segunda RFEF. Ahora está convencido de que conseguirán lograr la permanencia en la categoría, un objetivo tan mayúsculo como el logrado durante la temporada anterior. Así el Ceares, un equipo de currantes que pretende plantar cara al Sporting.

Doctor en Ingeniería e investigador de la Universidad de Oviedo

Kike Martínez: “Fui profesor de Pablo Pérez; era un alumno aplicado y sin aires por ser futbolista” 

Kike Martínez, en una de las salas del campus de Viesques, donde trabaja. Ángel CABRANES

En el campus de Viesques, Kike Martínez observa una prueba mecánica que forma parte de uno de sus últimos proyectos utilizando materiales sostenibles. Este gijonés de 32 años es el portero del Ceares y también doctor en Ingeniería e investigador de la Universidad de Oviedo. “Nunca tuve la oportunidad de jugar en El Molinón y hacerlo ahora es el mejor premio después de tanto tiempo en el fútbol”, señala. Tiene un curioso vínculo con el Sporting. “Fui profesor de Pablo Pérez cuando él ya era futbolista del primer equipo. No recuerdo muy bien la nota que sacó, pero puedo decir que era un alumno aplicado, sin darse aires por jugar en el Sporting. Era más bien discreto”, señala. Dice que Ernesto y Belén, sus padres, serán los que más disfruten viéndole en el verde. “Intentaremos ofrecer un buen papel”, subraya. Trabajará antes de jugar en El Molinón, aunque recortará unas horas a la salida habitual, marcada a las 7 de la tarde, para llegar un poco más descansado y a tiempo.

Empleado de almacén textil en Primark

Manu Medori: “Mi encargado es del Oviedo y está deseando que ganemos mañana” 

Medori, ante la tienda en la que desarrolla su trabajo. Ángel CABRANES

Manu Medori tiene 29 años y mucho fútbol en las piernas. Nacido en la localidad venezolana de Puerto de la Cruz, jugó en la máxima categoría de su país tras pasar por las categorías inferiores de dos gigantes argentinos como River y Boca. Lleva cinco años en España, donde militó en el Lealtad y L’Entregu antes de convertirse en uno de los centrocampistas “jugones” del Ceares. “Soy empleado de almacén textil en Primark. Entro a las 6 de la mañana para descargar ropa de los camiones y trabajo cinco horas de lunes a sábado. Es un trabajo que complementa lo que gano en el fútbol. Mañana estoy pendiente de si finalmente es necesario que venga, pero le diré que mi encargado es del Oviedo y está deseando que ganemos al Sporting”, subraya. Padre de una niña de 9 años, Nahiara, tiene experiencia en competir en campos importantes. “Disputé Copa Sudamericana y Libertadores en estadios como el Centenario, en Uruguay, o el Santos Laguna, de México, pero lo de El Molinón será especial”, asegura.

Ingeniero desarrollador de productos en Samoa Industrial

Juan Carlos Vigil: “Puedo librar, pero trabajaré el día de la Copa para no darle vueltas a la cabeza” 

Juan Carlos Vigil, en su puesto en la empresa Samoa Industrial. Ángel CABRANES

Es el capitán del Ceares y uno de los ingenieros encargados de desarrollar productos en Samoa Industrial, en Porceyo. Juan Carlos Vigil, gijonés de 35 años, resuelve rápido el dilema de si es bueno cumplir con la jornada laboral en un día tan señalado como el de la histórica Copa ante el Sporting, o descansar en casa. “Puedo librar, pero trabajaré para no darle más vueltas a la cabeza. Mejor seguir la rutina y estar entretenido antes del que será uno de los partidos de nuestra vida”, subraya. El único privilegio será el de salir un poco antes “para comer con más calma y descansar un poco”. Centrocampista de los denominados “box to box”, confiesa que en su entorno laboral no hay mucha pullita, pero sí algún comentario. “Solo en nuestro departamento somos unas treinta personas y hay gente del Oviedo que desea que ganemos y otra del Sporting que creen que igual pasamos porque están en horas bajas. Ojalá se consiga”, desea.

Técnico de compras y análisis de inversiones en GAM

David Llerandi: “Hay gente del trabajo del Sporting que desea que esta vez gane el Ceares” 

David Llerandi, con su ordenador, en una de las salas de la empresa GAM. Ángel CABRANES

Lleva cuatro años y medio como técnico de compras de GAM en Meres, ventana desde la que opera con Latinoamérica, Portugal y Marruecos, además de España, para dar servicios de maquinaria. David Llerandi disfruta a sus 33 años de la oportunidad de jugar en El Molinón, el campo con el que siempre soñó este gijonés que militó en la cantera del Sporting. “Hay gente en mi trabajo sportinguista que desea que esta vez gane el Ceares”, asegura desde uno de los despachos en los que analiza las inversiones de la compañía y se encargan de negociar y comprar los equipos con los proveedores. Licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de Oviedo, este fino centrocampista se tomará el día libre mañana. “Va a ser un día muy especial, único. Ojalá podamos hacer un buen partido y disfrutar del momento. Es un premio añadido a la temporada que hicimos el año pasado, con el ascenso de categoría”, destaca.

Técnico de calibración de maquinaria industrial en Iscal

David Blanco: “En la empresa me dicen que no demos más disgustos a los del Sporting” 

David Blanco, en su zona de trabajo en la empresa Iscal. Ángel CABRANES

Por la mañana ejerce como técnico de calibración de maquinaria industrial. Por las tardes se convierte en contundente defensa de la zaga del Ceares. David Blanco, gijonés de 27 años nacido en Laviana y con pasado en la cantera del Sporting, trabaja en Iscal, en el polígono de Roces. “Tengo la oficina más cerca de Mareo que de Ceares”, bromea. “En la empresa hay compañeros que me dicen que no demos más disgustos al Sporting. Otros quieren que ganemos. Hay piquilla. Espero que se imponga el compañerismo”, continúa, entre risas, con la esperanza de dar la campanada en El Molinón. “Soy de los que prefiero trabajar el día de partido. Estaré de 7 a 3 de la tarde, más o menos, y luego habrá que irse a descansar un poquito para estar a pleno rendimiento”, detalla. David Blanco espera que su equipo funcione como la máxima que aplica a su día a día laboral: “Garantizamos el correcto funcionamiento garantizando los requisitos de calidad”.

Compartir el artículo

stats