La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gallego manda a distancia

El técnico, confinado, dirige los ensayos telemáticamente con cámaras elevadas y una aplicación para comunicarse con Gordillo

De izquierda a derecha, Guille Rosas, Rivera, Eduardo Domínguez, Borja López, José Antonio Gordillo, Marcos García, Diego Sánchez y Pablo García, durante el calentamiento previo al entrenamiento del martes en Mareo. | Marcos León

El problema surgió cuando las pruebas PCR realizadas el lunes desvelaron, ya al mediodía del martes, el positivo por coronavirus de David Gallego, obligado desde ese preciso momento a confinarse en su domicilio en Gijón. Antes, el virus había alcanzado también al segundo, Toni Clavero, aislado unos días atrás en su residencia de Barcelona desde que un test de antígenos alertó de su posible contagio por covid en la pausa de vacaciones. El contagio se confirmó después del mismo modo, a través de una PCR.

Las situaciones de emergencia agudizan el ingenio. Y en un escenario delicado, con los dos técnicos principales aislados por coronavirus, el Sporting ha encontrado una creativa y funcional solución de urgencia para que Gallego y también Clavero continúen gobernando las sesiones del primer equipo desde la distancia y puedan seguir dando indicaciones a través de José Antonio Gordillo, el enlace que está “in situ” en Mareo.

David Gallego toma notas durante un entrenamiento. | RSG

Todo sin moverse de casa. Sin exponerse. Solo les basta con encender el televisor. ¿Cómo? A través de cámaras robotizadas que graban todas las imágenes con detalle al encontrarse elevadas sobre las torres de luces de cada campo de Mareo, a unos treinta metros de altura, y que ofrecen una visión mucho más amplia y detallada de lo que sucede en el entrenamiento de la que pueden tener los técnicos cuando se encuentran sobre el verde dirigiendo la sesión. El problema se ha convertido hoy en un invento muy útil.

Estas cámaras fueron adquiridas por la entidad rojiblanca solo unos meses después de la llegada de Rubén Baraja. En ese momento, el grabado de las sesiones era a través de un empleado del club, quien se elevaba con la cámara para tomar las imágenes que después los técnicos utilizarían para analizar los entrenamientos. Baraja sugirió al club la adquisición de cámaras para facilitar ese trabajo de análisis. Hoy en día, tienen la misma función y son usadas por Gallego y su cuerpo técnico para pulir aspectos tácticos y conocer aspectos que pasan desapercibidos al ojo humano. Pero al conocerse el positivo del preparador de Suria, desde el club se pensó que estas cámaras podían ayudar a que los técnicos siguiesen también en riguroso directo lo que sucede en los entrenamientos. En los campos donde entrena el primer equipo hay hasta tres cámaras; cada una graba en un espacio concreto. Y esas imágenes se pinchan a otra cámara, de directo, que las lleva directamente a las pantallas de Gallego y Clavero, que solo tienen que sentarse y observar a los monitores.

El entrenador puede elegir qué ver y cómo y recibe la imagen con un retraso de apenas tres segundos

decoration

Los técnicos pueden incluso seguir los entrenamientos desde sus televisores y las imágenes les llegan con un retraso de apenas dos o tres segundos. Todo lo monotoriza un empleado del club, que es quien se encarga de seleccionar y enviar esas imágenes a los dos técnicos del Sporting a través del sistema LiveU, de producción remota.

Las ventajas son múltiples porque Gallego y Clavero pueden elegir qué ver y cómo. Solo tienen que dirigirse al empleado del club, que es quien controla las imágenes. Si quieren poner el foco sobre un jugador, solo tienen que acercar la cámara. Pero Gallego y Clavero también están dando instrucciones y corrigiendo detalles al momento, en directo. Ambos tienen en José Antonio Gordillo su enlace. Los tres se comunican entre sí de forma constante y fluida gracias a Zello, una aplicación gratuita que se puede descargar al móvil y que se utiliza como si fuera un “walkie talkie”.

A la espera de nuevas PCR, Gallego y Clavero han utilizado este sistema en las dos sesiones de trabajo que ha liderado Gordillo en Mareo, tanto en la primera el martes, como también la celebrada ayer miércoles. Los preparadores se mantienen confinados en sus respectivos domicilios; uno en Barcelona y el otro en Gijón, pero, gracias a este sistema, continúan al frente de la nave para preparar un encuentro que vuelve a ser capital como es el del domingo (16 horas, El Molinón) ante el Lugo para confirmar la reacción mostrada en el estadio de Can Misses de Ibiza y donde su papel es más que relevante ante el escenario cambiante y de incertidumbre que provoca el covid.

Compartir el artículo

stats