Recibido como ídolo en el aeropuerto de Asturias por medio centenar de seguidores, Jony Rodríguez regresó ayer a Gijón para fichar por el Sporting cedido por el Lazio hasta final de temporada, en una operación desvelada paso a paso en exclusiva por LA NUEVA ESPAÑA. “Vengo con mucha ilusión”, confesó al aterrizar a última hora de la tarde, abrumado y emocionado a partes iguales, por el cariño que le mostró al momento el medio centenar de seguidores que le esperó en la terminal del aeropuerto de Asturias.
Algunos incluso recorrieron media región para vivir en directo el retorno del último gran símbolo del sportinguismo: un grupo de seguidores llegó de Colunga; otro desde Moreda. “¡Jony, Jony!”, gritaban al jugador, que llegó al aeropuerto con el único acompañamiento de una maleta. La espera se hizo amena para los seguidores, sabedores que el jugador que cruzaba la puerta de la terminal es el nombre más esperado en años. Hubo antes varios amagos fallidos cuando hasta en dos ocasiones distintos operarios del aeropuerto asomaron por la puerta de llegadas. De las sospechas y los nervios con ese “¿es Jony?”, a la ironía con aplausos a los trabajadores de la terminal. Hasta que, pasadas las ocho y media de la tarde, apareció el futbolista.
“Es la persona clave del Sporting en los últimos años”, dijo Francisco Braña, seguidor rojiblanco. “Habíamos perdido la ilusión, pero ahora la hemos recuperado. Es la noticia que necesitábamos”, confesó Hugo González, otro aficionado igual de satisfecho con el retorno del cangués. Las muestras de afecto y cariño fueron incontables. “¡Gracias Jony; eternamente agradecido porque vuelvas!”, le vociferó un hincha. “Soy un afortunado de ser una persona tan querida. Siempre estaré en deuda con la afición”, dijo.
Aunque el tiempo apremiaba y tenía que acudir a Mareo, se paró, uno a uno, con los allí presentes: posó para las fotos, firmó autógrafos y… recibió piropos. “¡Hazme un hijo!”, bromeó un fan de Jony, que también recibió muchos abrazos. Sus primeras palabras ya tuvieron aires renovados. Habló el Jony sportinguista. “Tengo ganas de ayudar al equipo a tirar para arriba. Hay mimbres para ser optimistas”, afirmó el jugador nacido hace treinta años en Cangas del Narcea. El extremo se desplazó del Aeropuerto de Asturias a Mareo, donde fue recibido por Javi Rico, director deportivo del Sporting, con LA NUEVA ESPAÑA como testigo. Acompañado por Gerardo García, su agente, accedió a las oficinas para sellar su firma junto al consejero y abogado, Ramón de Santiago. Jony será presentado hoy en El Molinón (19.30 horas). El estadio estará abierto para el público. Antes tiene que pasar pruebas médicas en Mareo. Después ya se incorporará a los entrenamientos a las órdenes de David Gallego.
La operación, como ha venido informando LA NUEVA ESPAÑA, se completa en forma de cesión hasta el final de la presente temporada. Aunque el objetivo del propio jugador y del club rojiblanco es que la relación se extienda y no sea temporal como ya ocurrió en 2018, la situación contractual del cangués hace imposible afrontar una operación de esa envergadura. A Jony le quedan dos años y medio de contrato con el Lazio. Y sus emolumentos en el club romano están, hoy por hoy, fuera de los parámetros del Sporting. La operación ha sido dificultosa. Pero la entidad rojiblanca ha hecho un esfuerzo, empujada por los ingresos recibidos este mismo mes por el acuerdo con CVC. Esa ha sido una de las claves del acuerdo. Con ese respaldo, la apuesta ha sido igualmente muy fuerte, afrontando desde Mareo una cuantía reseñable de la parte que le corresponde al futbolista en la segunda parte de la temporada.
También el jugador ha hecho muchos esfuerzos. Tenía otras opciones en la mesa donde iba a ganar más dinero. Y ha perdonado una parte de sus emolumentos para regresar. Disgustado con su situación en el Lazio, descartado por el técnico Maurizio Sarri y sin minutos en la primera vuelta, busca volver a sentirse futbolista. Por eso, nada como volver a la que siempre ha considerado como su casa. Jony y el Sporting vuelven a unir sus caminos por tercera ocasión. Ahora el reencuentro ha sido tan romántico, por difícil, como necesario: a sus 30 años el extremo quiere recuperar su máximo nivel y reencontrarse con el fútbol en su club, mientras que el Sporting, en un momento muy complicado, angustioso, recibe un estímulo deportivo y emocional y recobra también la ilusión de su gente.
“Es el “punch” necesario para luchar por el play-off. Es el mejor jugador que puede tener a día de hoy el Sporting”, afirma Nacho Cases. “Da un salto de calidad a la plantilla por su nivel; es ilusionante”, mantiene Eloy Olaya. “Es un soplo de aire fresco para el equipo y la entidad. Ojalá esté a su nivel y pueda darnos muchas alegrías”, remarca Iván Hernández. “Es un fichaje ilusionante para la afición”, explica Adrián Nuñez, presidente de Unipes. “Mi casa, mi gente, mi equipo; te quiero Sporting”, escribió Jony. El sábado ante el Eibar volverá a correr la banda de El Molinón.
El “9”, como homenaje a Quini
Jony Rodríguez lucirá el dorsal “9” en su tercera etapa en el Sporting, el número de Quini, en el que será su primer regreso a casa sin El Brujo en el club rojiblanco, uno de sus apoyos más incondicionales e ídolo desde la infancia. Libre tras la salida de Álvaro Vázquez el pasado verano, el de Cangas de Narcea hereda un número histórico, elegido a conciencia para recordar a la figura del futbolista más importante en la historia de la entidad. Jony y Quini estaban, además, muy unidos. Se tenían cariño. El extremo le tenía un enorme aprecio y un profundo respeto. Quini solía bromear y vacilar mucho a Jony, pero también le daba consejos y era uno de sus grandes apoyos en el club rojiblanco. De hecho, cuando el cangués se fue del club, en 2016, le prometió al entonces delegado del Sporting que algún día volvería a Mareo. Una palabra que ha cumplido dos veces: ya regresó en enero de 2018 y lo hace ahora, cuatro años después, en 2022. En esta ocasión sin Quini. Jony también fue el autor del primer gol del Sporting en El Molinón tras el fallecimiento de El Brujo. Emocionado, le dedicó ese gol, uno de los tantos más especiales del jugador en su carrera por el impacto emocional que tuvo ese momento. Le afectó mucho la pérdida de Quini. Protagonista de la remontada del proyecto en esa histórica segunda vuelta en cuanto a números con Baraja, prometió que intentaría subir. Ahora tiene otra oportunidad.
