Consumado el último descenso del Sporting a Segunda, a Rubi, rival mañana de los rojiblancos con el Almería, le confirmó Miguel Torrecilla que no sería el técnico de su primer proyecto en Gijón con un breve café en un encuentro que mantuvieron ambos en la cafetería del Hotel Rey Pelayo. A pesar del bajonazo, el de Vilassar de Mar quería seguir en Gijón y además tenía un fuerte respaldo de algunas de las vacas sagradas del vestuario, que apreciaban muchas virtudes en el metódico preparador catalán y consideraban que era un técnico idóneo para empezar de cero.
Esas voces no fueron escuchadas después de que Rubi no completara la reacción y, aunque por momentos le dio otro aire al equipo, su figura se deterioró de forma notable por meterse en unos cuantos charcos. Por ejemplo, cambiar la ubicación del banquillo local de El Molinón y apartar del vestuario en los minutos previos al inicio de los partidos al capellán del Sporting, Fernando Fueyo.
Consideraba el consejo del Sporting que después de descender lo mejor era apostar por caras nuevas y el director deportivo nacido en Salamanca tenía ya muy claro que el candidato idóneo para intentar recuperar la categoría perdida no era otro que Paco Herrera, quien inició las conversaciones con Torrecilla mientras estaba disputándose el ascenso con el Valladolid.
Desde la última figura estable como fue Abelardo, Rubi inició el carrusel de cambios en un banquillo en permanente combustión y que se ha llevado por delante a seis técnicos en cinco años. No hay quien resista a las turbulencias del banquillo rojiblanco y en apenas un lustro han pasado todo tipo de entrenadores. Con experiencia en la categoría y conocimiento de la entidad (Paco Herrera), de la casa (José Alberto), exfutbolistas (Rubén Baraja, Djukic o ahora Martí) y jóvenes estudiosos del fútbol como David Gallego, el único que terminó una temporada, la pasada.
Aunque la permanencia está más cerca, sobre todo tras la victoria de la Real B, que frenó la recuperación del Amorebieta, Pep Martí alcanza los Juegos del Mediterráneo con su crédito mermado, muy tocado. No le está dando al técnico balear, de discurso medido y muy cordial, para revitalizar el proyecto desde su aterrizaje en Gijón, sino más bien todo lo contrario. La caída iniciada con Gallego se ha acentuado (1 victoria en 8 partidos) hasta llegar a la derrota en casa en el derbi. De hecho, Javi Rico ya ha iniciado la búsqueda de relevo mientras prosigue planificando el proyecto que viene, ya seguro sin la presencia de Noé Calleja como secretario técnico, puesto donde también busca desde hace semanas un candidato fuerte, con entrada en el mercado, tal y como avanzó LA NUEVA ESPAÑA.
Viaja mañana el Sporting a Almería y se enfrenta otra vez al que fuera el último titular del banquillo de El Molinón en la máxima categoría. Rubi tiene hoy en segunda posición al millonario proyecto de Turki Al-Sheikh. En estos casi cinco años, el técnico catalán ya ha dado unas cuentas vueltas. Y aunque en el Betis no le fue demasiado bien, sí ha conseguido cumplir objetivos y éxitos: ha logrado un ascenso con el Huesca y avanzar con el Espanyol en la Europa League. Su triunfo en El Molinón en la peor noche de Mariño ya dejó al Sporting sin play-off la pasada campaña.
