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Las primeras palabras de Abelardo tras su regreso a Gijón: “Hay que salvar la categoría”

El Pitu llega en uno de los peores momentos deportivos en la historia del club: “El Sporting es como mi familia”

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Las imágenes de Abelardo en El Molinón Marcos León

A Abelardo Fernández siempre le motivaron los grandes retos. Ninguno tan especial ni más importante como el que tiene ahora a sus 52 años. Porque, como avanzó en exclusiva LA NUEVA ESPAÑA, vuelve al Sporting, a su casa, en uno de los momentos deportivos más delicados en la historia de la entidad por dado el riesgo que tiene de caer por primera vez en el abismo de Primera RFEF, antigua Segunda B.

“El Sporting es mi familia y si la familia te necesita... No es ser valiente, es asumir la situación que es: muy complicada. Hay que asumirla con naturalidad, trabajo y esfuerzo. Confío en la plantilla. Tenemos que salvar la categoría”, fueron las primeras palabras del gijonés en la puerta que da acceso al aparcamiento de El Molinón nada más confirmarse su regreso. En esos primeros minutos se mostró enérgico, sonriente y bromista. “¡Otra vez aquí!”, señaló ante los medios de comunicación allí presentes.

Abelardo será presentado hoy en El Molinón (13.30 horas). Por la tarde, sobre las 17 horas, dirigirá su primer entrenamiento en Mareo. El nuevo cuerpo técnico valora que su primera sesión sea abierta al público. El club tomará esta mañana una decisión. Y el sábado, el Pitu redebutará en Huesca.

Reemplaza a José Luis Martí, que ayer fue despedido a media tarde tras dirigir por la mañana la primera sesión de la semana. Abelardo ficha hasta 2023, como adelantó este periódico ayer en su edición digital. Es decir: no es un parche para cuatro partidos. Será también el líder desde el banquillo del siguiente proyecto, con peso en las decisiones que el club ya está avanzando. Pero primero le toca evitar el descenso. El exzaguero regresa a Mareo más de cinco años después de su salida. Vuelve con el objetivo de salvar al club de sus amores de la tercera categoría del fútbol español en las cuatro finales que tiene por delante la entidad gijonesa y donde debe defender con uñas y dientes su ventaja de cuatro puntos sobre la Real B y el Amorebieta, sus dos principales competidores por no bajar junto al Málaga, decimoctavo.

La ansiedad y el miedo por la posibilidad de salir del fútbol profesional aceleró una gestión que estaba pensada para el verano. Porque tanto el consejo como la dirección deportiva del club que encabeza Javi Rico tenían claro que el gijonés era el hombre sobre el que rearmar el futuro de la entidad desde el banquillo. Pero las circunstancias llevaron a los mandamases del club a adelantar el movimiento.

El lío era y sigue siendo de asustar tras las últimas victorias de los de abajo y la derrota del pasado domingo contra el Ibiza en un partido horroroso donde la plantilla dio evidentes síntomas de desgaste. Ahí, en plenas entrañas de El Molinón, y solo unas horas después de terminar el partido con derrota, se dio el primer paso. Primero se produjo una llamada de Javi Rico. Al día siguiente, el director deportivo del Sporting volvió a llamar a Gelu Rodríguez, agente del entrenador gijonés.

Y ya ayer fue la jornada decisiva. Abelardo le dio muchas vueltas a la cabeza. Hizo algo de deporte por la mañana: jugó a pádel el Grupo Covadonga. Y después tuvo una cita crucial. Clave. Mantuvo un cara a cara con Javier Fernández cerca del mediodía. Le reiteró la ciega confianza que hay en él. Después también se vio con Rico. Abelardo fue siempre la primera opción. Primera y casi única. Porque era o él o seguir con Martí.

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