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El Molinón ruge al son de Abelardo: "Su llegada es lo mejor que nos podía pasar"

La afición se vacía con el Sporting, que recupera la comunión con la grada

Djuka, celebra sul gol con aficionados rojiblancos. | Marcos León

Hacía muchísimo tiempo que no se vivía un ambiente así en El Molinón; seguramente la última vez que hubo algo parecido fue en la época de los guajes cuando el equipo se jugó el ascenso a Primera y después la permanencia. Abelardo es lo mejor que le podía pasar al Sporting”. 

La reflexión es de Javier Suárez, un aficionado que lleva muchos años siendo socio del Sporting y que ayer salía de la Grada Oeste acompañado de su hijo (también Javier) con un rostro feliz y liberador. “Es que temíamos por el descenso, pero hoy (por ayer) se ha visto otra cosa: este es el Sporting que todos queremos”, apunta el joven. 

El Molinón vibró ayer como antaño; hubo una gran entrada con más de 20.000 aficionados (21.140) y el estadio estuvo hasta el último segundo apoyando y respaldando al equipo, sobre todo en sus peores momentos. ¿Las claves de esta resurrección y que regrese la comunión entre equipo y grada? Explican algunos de los seguidores presentes que dos son los principales motivos: que el sportinguismo siempre aparece en los momentos más delicados y cuando realmente su equipo lo necesita, y la vuelta de Abelardo por su condición de líder y capacidad para contagiar a la afición. El ambiente de El Molinón en dos semanas pasó de un extremo (de la frialdad en el encuentro contra el Ibiza) al otro, ayer, contra el Girona por esa sensación casi de Teatro Romano apretando y apretando al rival cuando tenía el balón y celebrando saques de esquina casi como si fueran goles. 

En El Molinón estuvo Ana Morán, la aficionada riosellana de 98 años que regresó al campo treinta años después porque quería aportar su granito de arenar y animara su equipo en un momento crucial, como contó en un reportaje publicado el pasado miércoles en LA NUEVA ESPAÑA. Su alegría durante todo el día de ayer fue máxima. Ana no paró en su visita a Gijón:estuvo por la mañana el estadio, vio la placa de su padre, el ex entrenador (Edmundo Morán) y se emocionó y mucho cuando pisó el verde de El Molinón en una visita guiada por el club. El partido lo vio desde el palco, pegada a Joaquín “Esto es increíble; es lo mejor que me podía pasare en la vida”, confesó cuando pisó el césped.

Hubo además varios ejemplos de la recuperación de El Molinón: una celebración de un saque de banda ganado tras un pugna de Rosas que jaleó la grada; cuando Puma consiguió rascar un saque de esquina ; o la despedida de Djuka para ser cambiado ; o ya con celebración de los jugadores al término del partido siendo ovacionados por la grada.

“El Pitu nos ha reenganchado. Abelardo trasmite y hace que se enchufe la gente y había mucha desconexión con el equipo. La afición del Sporting siempre ha valorado mucho tener a equipos que luchen y se dejen la piel y eso se ha vuelto a ver con Abelardo”, señala Carlos Gómez. “Estaban sonando muchos entrenadores, pero ninguno trasmite ni significa ni la mitad que hace Abelardo. Es nuestro Simeone”, remarca Sergio Álvarez. “El fútbol no es solo físico ; es muy mental, se vio con Gallego y Martí; la llegada de Abelardo ha levantado el ánimo y la afición entra de nuevo enchufada”, apunta Rafa García. “Creo que falta profesionalidad en la plantilla y Abelardo podía recuperar el espíritu competitivo del inicio”, dice Javier Gutiérrez.

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