La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Jony aprieta para volver

El club le dará un contrato largo si rescinde con el Lazio y el cangués seguirá entrenándose en Mareo

Jony, ayer, a su salida de Mareo. | M. León

“Una temporada para olvidar, para disculparse con toda la gente que siente y vive el Sporting”. Jony se despidió ayer de la afición del Sporting a través de las redes sociales. Fue más un hasta luego, porque el cangués dejó claro que su intención es volver este mismo verano al conjunto rojiblanco. La clave está en encontrar la fórmula para equilibrar números. En el Lazio le restan dos años de contrato con un sueldo importante, que supera el millón de euros. El Sporting le ha planteado un contrato largo, con un salario mucho más modesto y sin capacidad de asumir traspaso. El escenario más probable pasa porque el jugador pacte una rescisión con el conjunto italiano que le permita compensar de alguna manera la diferencia económica que tendrá en Gijón.

“Pido perdón por no daros nada en estos seis meses, cuando vosotros me habéis dado todo. El sentimiento de culpabilidad y fracaso que tengo y siento es enorme, pero si de algo estoy seguro es que os lo voy a devolver y deseo que eso ocurra cuanto antes”, señaló el rojiblanco en su comunicado, tras pasare por Mareo y reunirse con Javi Rico y Abelardo. Continuará yendo a Mareo, ya que hasta el inicio de sus vacaciones seguirá ejercitándose en las instalaciones rojiblancas.

Berrocal, Campuzano y Aitor García.

“Fue un fracaso a nivel colectivo y personal, donde no se cumplieron los objetivos y que debe servir para aprender y saber que esto no puede volver a pasar nunca más, porque el Sporting es un grande y tiene una historia detrás que hay que cuidar, sentir y respetar. El vestir esta camiseta es motivo de orgullo, es una responsabilidad y un sentimiento. Espero poder disfrutar con vosotros pronto”, subrayó el cangués.

Mientras Jony espera regresar tras las vacaciones al Sporting, Babin fue uno de los protagonistas de las despedidas en una mañana frenética en Mareo, de continua entrada y salida de jugadores. El internacional por Martinica se fundió en un emotivo abrazo con Aitor García, uno de sus grandes amigos en el vestuario del Sporting. También emotivo fue otro adiós, el del central Marc Valiente.

Compartir el artículo

stats