Las primeras decisiones comenzaron a tomarse ayer. Abelardo y Javi Rico mantuvieron encuentros individuales con todos los jugadores de la plantilla; les comunicaron sus intenciones; y analizaron de forma individual sus rendimientos y las expectativas que tienen con cada uno. Hubo algún que otro caso donde se les hizo ver que tienen más nivel del mostrado. Los técnicos fueron claros, pidiendo un paso adelante y un mayor grado de compromiso competitivo. Las cumbres se zanjan con tres descartes, a los que se les busca desde este mismo momento una salida en forma de rescisión o cesión: Bogdan (al que le restan dos años de vinculación y con quien se negociará una rescisión), Nacho Méndez (tres años más de contrato), y Campuzano (le restan tres años de contrato).
Bogdan está dispuesto a salir; Nacho y Campuzano, de momento, aguardan al desarrollo del mercado, pero no descartan ganarse la confianza del Pitu e iniciar la pretemporada que, en principio, empieza el 8 de julio.
Hay un cuarto caso. El del lateral Pablo García. Su continuidad no está totalmente descartada, pero los técnicos creen que una salida en forma de cesión, dada su corta edad (21 años) y el rol que tendrá la siguiente temporada, donde la dirección deportiva busca al menos a un lateral zurdo ante la salida de Kravets, que vuelve al Leganés, sería el mejor escenario para su crecimiento. Como el lateral ucraniano, Ramírez, Puma y Calavera regresan a sus clubes. Hay dos excepciones en los cedidos: Berrocal, y Jony. Por el primero, la entidad tiene una opción de compra para hacerse con sus derechos federativos, hoy propiedad del Sevilla, donde tiene un año más de contrato (2023). Esa posibilidad expira en unas semanas. Está en estudio. Se valora negociar esa cuantía (unos 900.00 euros). Se estudian otras fórmulas para que continúe.
En Mareo se aprecian las cualidades de este defensor, de 23 años, que ha tenido. El caso del extremo de Cangas del Narcea es distinto. Tiene contrato en el Lazio. El Sporting ya ha trasladado al jugador y a su entorno su interés en hacerse con su fichaje en propiedad, valorando un contrato largo que amortice la pérdida que supondría al jugador rescindir en el club romano. Babin, Valiente y Berto acaban contrato. En la carpeta de renovación hay dos casos: Borja tiene una oferta de ampliación por 2 temporadas, con absoluta sintonía de las partes, que siguen puliendo detalles de la negociación, y Pablo Pérez, al que se le presentará una propuesta, se estudia una oferta por dos temporadas, como desveló LA NUEVA ESPAÑA ayer en su edición digital. Otra de las grandes claves está en la necesidad de hacer caja: la entidad necesita ingresar 7 millones para paliar al agujero económico de los dos últimos ejercicios.
Las ventas de algunos activos valiosos está sobre la mesa. Como informó este periódico, hay dos jugadores en el mercado: Manu García y Villalba. Pero esa necesidad de hacer caja obliga a que nadie sea intransferible. Tampoco Pedro, Gragera o Djuka, valores a los que el club prefiere retener porque consideran claves para el nuevo proyecto. Esa idea se les volvió a trasmitir a todos ellos. El caso de Djuka tiene mucha letra pequeña. Le queda un año de contrato. Cuenta con una oferta de renovación que esta sin responder desde hace meses.
El club quiere retenerlo. Renovarlo para quedarse con uno de los grandes líderes (siendo muy del gusto de Abelardo) y sirva también para ganar fuerza de cara a una posible venta. El club es reacio a desprenderse así como así del internacional. En Mareo tasan su venta en unos cinco millones. Pedro y Gragera también tienen varios clubes interesados,y son activos con mucho cartel. Como sucede con el delantero balcánico, en Mareo cuentan con los dos mediocentros, a los que se pretende retener. En la portería regresa a la entidad el guardameta cubano Christian Joel de su cesión en el AEK Larnaca. La dirección deportiva está abierta a todos los escenarios. Este verano sí estará más receptiva a estudiar la situación de Diego Mariño, al que le resta un año de vinculación.
