Reencuentro para recordar a Manolo Preciado

En un ambiente cordial, ambas aficiones evocaron durante la jornada al histórico entrenador

Aficionados del Sporting y el Racing se fotografían visitando la estatua que reconoce a Manolo Preciado. | Ángel González

Aficionados del Sporting y el Racing se fotografían visitando la estatua que reconoce a Manolo Preciado. | Ángel González / A. Menéndez

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

Gijón

El mejor resumen de lo vivido ayer en Gijón, y, por supuesto, en El Molinón, tuvo lugar con los cánticos emitidos por las aficiones de Sporting y Racing de Santander para reconocer a Manolo Preciado. Justo después del homenaje a Quini, en el minuto 9, comenzó otro, este al histórico entrenador, fallecido hace diez años, y que se escuchó en todos los rincones del campo confirmando que el recuerdo del extécnico sigue muy presente en ambas entidades. "¡Manolo Preciado!", se escuchó varias veces y a todo volumen durante más de un minuto en El Molinón, en un cántico coral donde todos demostraron su gratitud al carismático expreparador de fútbol. La figura del emblemático entrenador de Astillero estuvo ayer más presente que nunca en el reencuentro entre el Sporting y el Racing, tras dos años de parón por el descenso de categoría del club cántabro. Hubo un gran ambiente en el estadio, con una entrada por encima de los 19.000 espectadores.

Á. González

Aficionados rojiblancos con sus bufandas durante el himno del Sporting. | Á. González / A. Menéndez

En cierto modo, la hermandad entre ambas aficiones es una gran parte del enorme legado que ha dejado el que fuera técnico de ambos clubes. Porque, coinciden los seguidores de ambos equipos, hay claramente un antes y un después en la relación entre las dos entidades. Antes de Manolo Preciado. Y después del exitoso paso del técnico de Astillero por el Sporting. Especialmente, tras el fatal suceso hace diez años, en 2012.

Cote, con su hijo, Nel, tras hacerse la foto con el equipo. | Ángel González

Cote, con su hijo, Nel, tras hacerse la foto con el equipo. | Ángel González / A. Menéndez

Muchos seguidores racinguistas aprovecharon el regreso de su club al estadio rojiblanco para hacerse una foto en la estatua situada en las inmediaciones de El Molinón. Ese lugar fue el más transitado –de largo– en una jornada que se desarrolló en todo momento con la complicidad de los seguidores de ambos clubes. En algunos casos los aficionados vistieron con sus bufandas al entrenador. Luego, en el campo, cada uno animó a los suyos. Aunque el encuentro fue declarado de alto riesgo, también se vieron a seguidores del Racing en otros rincones del campo, incluso acompañados de aficionados del Sporting sin lamentar ningún incidente.

Aficionados rojiblancos con sus bufandas durante el himno del Sporting. | Á. González

Dos jóvenes aficionados del Racing posan junto a la estatua de Preciado. | Ángel González / A. Menéndez

El ambiente fue cordial. La euforia, eso sí, solo visitante. Los seguidores verdiblancos fueron muy ruidosos durante todo el encuentros, y reconocieron el esfuerzo de sus futbolistas, especialmente a Pombo o Sekou. La alegría visitante con el 0-2 contrastó con la decepción local; porque el millar (algo más) de aficionados verdiblancos celebró el gol, y la victoria, por todo lo alto, al momento que miles de seguidores rojiblancos abandonaban el campo. Hubo, en cualquier caso, momentos donde El Molinón, en un día malo de su equipo, quiso reconocer a los suyos: la afición local ovacionó a dos jugadores, Cote al retirarse lesionado, y Queipo, un jugador que ha caído de pie para la grada.

Dos jóvenes aficionados del Racing posan junto a la estatua de Preciado. | Ángel González

Seguidores del Racing, en La Guía, antes del partido. | Á. González / A. Menéndez

Pero antes (y después, porque muchos seguidores racinguistas aprovecharon la soleada tarde que lucía ayer en Gijón para apurar hasta última hora antes de regresar a Santander) hubo momentos para la fiesta y el disfrute común. Sobre todo, en las zonas de Gijón que están estos días en fiestas; el sábado por la noche ya hubo muchos seguidores del Racing que aprovecharon para disfrutar de las fiestas de Cimavilla con sus indumentarias; ayer por la mañana centenares de aficionados del club verdiblanco abarrotaron La Guía, siendo este un rincón muy transitado por su cercanía con El Molinón.

Seguidores del Racing, en La Guía, antes del partido. | Á. González

Seguidores del Racing, en La Guía, antes del partido. | Á. González / A. Menéndez

Los locales de la zona estaban al mediodía abarrotados, con largas locales para acceder o pedir en la barra. También aprovecharon para hacer turismo por otros rincones clásicos de la ciudad: cientos de aficionados racinguistas aprovecharon para cruzar el Paseo del Muro, o fotografiarse en Las Letronas. Hubo más imágenes destacadas en el partido, como la primera foto de "Nel", hijo de Cote y Sara, su pareja, con la plantilla rojiblanca. Acudió vestido de asturiano, en un guiño a las fiestas de Covadonga.

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