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El mensaje de Cristo en Tenerife

El delantero rojiblanco dedicó el gol a su familia, que lleva tatuada en un brazo y que acudió a animarle al Heliodoro | "Quiere quedarse muchos años en el Sporting", asegura su madre, Mari Pérez

Cristo hace el gesto del corazón, con la palabra «Familia» tatuada en su brazo izquierdo, dedicando el gol del Heliodoro a sus familiares, que se encontraban en la tribuna. | Área 11

El tanto de Cristo en el Heliodoro dio un punto al Sporting y permitió al canario estrenarse como goleador rojiblanco. Un gol con mucho mensaje: llegó en un partido en el que Abelardo dejó a Djuka en el banquillo evidenciando su firme apuesta por él para el ataque; se produjo además delante de la que fuera su afición –se formó en el Tenerife– y premió la fidelidad de su familia, presente en el campo para hacer doblemente especial su regreso a la isla. Ellos fueron los otros protagonistas de la jornada en territorio chicharrero. Para ellos, a los que lleva tatuados en su brazo izquierdo, fue la dedicatoria del gol. "Quiere quedarse muchos años en el Sporting", asegura Mari Pérez, la madre de Cristo.

Por la izquierda, Desirée Pérez, Diego Trujillo, José Luis Rodríguez y Mari Pérez, en una de las puertas del Heliodoro Rodríguez, antes del partido entre el Tenerife y el Sporting. | Á. C.

No regresó a Asturias con el resto de la plantilla. Cristo se quedó ayer en Tenerife con permiso del club. El jugador pidió alargar su estancia para estar con la familia, aprovechando que el equipo disfruta hoy de jornada de descanso. El Pitu accedió a la petición después de que completase el entrenamiento matinal junto al resto de sus compañeros. La familia es clave en la forma de entender la vida del jugador del Sporting. Ellos, como no podía ser de otra manera, están volcados en su recién estrenada etapa en Gijón. "Donde va Cristo hay ascenso. Ya sucedió en Huesca, la temporada pasada en el Valladolid y ahora ojalá toque con el Sporting", comenta Mari Pérez. Ella estuvo en el Heliodoro Rodríguez López como una sportinguista más. Ataviada con la camiseta rojiblanca, acudió acompañada de su pareja, José Luis Rodríguez. Con ellos, también de rojiblanco, Desireé Pérez, hermana de Cristo, y Diego Trujillo, sobrino del delantero. Ya en la tribuna se les sumaron más familiares, como Bárbara Quintero, la novia del jugador del Sporting, otro apoyo clave en su carrera. Todos estaban convencidos de que algo bueno iba a pasar en el Heliodoro. Se cumplió.

Cristo llegó este verano al Sporting en condición de cedido, procedente el Udinese, club con el que le resta un año más de contrato. El conjunto rojiblanco se reservó una opción de compra dentro de la operación, por la que podría hacerse en propiedad con el jugador al término de la actual campaña. El tinerfeño ya marca a la espera de cumplir en Gijón su tercer ascenso.

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