Tristeza entre las peñas por la salida "necesaria" de Abelardo del Sporting

La afición sportinguista ensalza la figura de "un hombre de club", pero reconocen que los resultados y la imagen era "preocupante"

Aficionados del Sporting durante el encuentro del sábado en El Sardinero, al que acudieron alrededor de tres mil seguidores rojiblancos. | Ángel González

Aficionados del Sporting durante el encuentro del sábado en El Sardinero, al que acudieron alrededor de tres mil seguidores rojiblancos. | Ángel González / Gabriel Cuesta

Gabriel Cuesta

Los peñistas vivían ayer sentimientos encontrados entre la "tristeza" por la marcha de "un hombre de club" y el indiscutible peso de la "mala racha de resultados". La realidad es que la destitución de Abelardo generó cierto consenso en el análisis los aficionados. Todos muestran gratitud a un entrenador que ascendió al club a Primera y después lo salvó del abismo del descenso en Segunda, aunque reconocen que los números no acompañaban, como tampoco lo hacía el "feeling" con el vestuario y el Grupo Orlegi. La principal disyuntiva se cierne en cuanto a tiempos: sobre si el ultimátum debería haber sido un aviso. Eso sí, la principal conclusión fue que se trataba de un rumbo difícil de reconducir por el distanciamiento del cuerpo técnico con algunos jugadores y la directiva.

"Quizás ha sido un poco pronto y merecía más margen. Su sportinguismo está más que demostrado, pero los números no eran buenos. Aunque sí que es cierto que hay jornadas en las que se mereció ganar y no se consiguió", reflexiona Emilio Llerandi, vicepresidente de la Federación de Peñas Sportinguistas y presidente de la Peña Matuso. Se trata de una visión que comparten desde UNIPES. Su presidente Adrián Núñez ensalza la figura del Pitu y cree que "la mala imagen en Santander" fue la puntilla para su salida. "Quizás no se esperaba esta semana, sobre todo teniendo el miércoles partido de Copa ante un rival como el Valencia", expone.

A algunos como Andrés Buznego, de la Peña Casa Kilo, les "duele" la destitución, pero la creen necesaria. "Debería haber sido tras perder en Oviedo. No supo gestionar la relación con la plantilla. Quizás no haya potencial para subir, pero sí para una mejor clasificación". En cambio, las formas con las que la directiva ha tomado la decisión le parecen "algo prematuras y canallescas" a Arturo Sánchez, responsable de la Peña Isma, quien considera que "Orlegi no se casa con nadie".

Para Herminio Martín, de la Peña Nunca Caminarás Solo, "si había que tomar decisión, era ahora". "Abelardo va a seguir siendo querido. Es otro ciclo. No puede pasar como con Gallego, aún hay margen para engancharse a la Liga", justifica. Otro enfoque. El de Juan Luego, presidente de la Peña El Cruce y directivo de la Federación de Peñas. Ve "complicado" que "haya sintonía entre entrenador y jugadores cuando es Orlegi quien ha elegido su confección". "Algo de culpa tendrá, pero no es toda del Pitu", analiza.

El punto de vista de Santiago Llera, presidente de la Peña Maliayo, es que "se veía en el campo que no había ‘feeling’". "En otra circunstancia, se podría haber esperado. Pero si el vestuario está roto, había que tomarla". Roberto Suárez, de la Peña Carbonera, considera que el equipo estaba "desnortado". "Da pena la decisión por lo que es Abelardo para el club, pero había planteamientos que no eran entendibles y la imagen en Santander fue malísima. A tres puntos del descenso hay que tomar medidas cuando aún queda margen de maniobra en una Liga tan igualada como es Segunda. Aún nos podemos enganchar a la lucha por la promoción".

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