El Sporting pierde a un referente de las peñas

Fallece José Luis Guerrero, quien fuera secretario de la Federación durante prácticamente veinticinco años: "Entregó su vida al club"

José Luis Guerrero. | J. Plaza

José Luis Guerrero. | J. Plaza / A. Menéndez

Dicen los que tuvieron la oportunidad de conocerle que no había hombre en el mundo más sportinguista; tampoco que hubiese entregado más su vida hacia unos colores. Ayer la afición rojiblanca se tiñó de luto ante una pérdida irreparable. Porque se quedó sin un histórico, de los de verdad. José Luis Guerrero falleció ayer a los 75 años, después de varios meses luchando contra una dura enfermedad que no le impidió estar hasta el último de sus días pendiente de su equipo.

Se va sin dudas un icono para La Mareona. Porque allí donde jugaba su Sporting, estaba. Él, que tantas y tantas veces se cruzó de un rincón a otro España en carretera con su mujer (Alicia). Así fue como inculcó su amor por el Sporting hacia sus seres queridos: sus hijos José Luis, Jorge, y su nieto, Hugo, todos grandes seguidores del club rojiblanco. De todos ellos, además, estaba súper orgulloso. Porque en aquellos viajes por carretera por todo el país para animar al Sporting les contagió un sentimiento que ya llevan y llevarán dentro para siempre. Algo de por vida. Quizás su mayor legado como padre y abuelo. Porque José Luis también fue el "padre", "abuelo", "amigo" o lo que tocase en cada momento, de muchos otros seguidores del Sporting. Con un arraigo especial a la Federación de Peñas y a todos los que forman parte del colectivos, que se sienten ahora huérfanos de una figura inigualable por carisma y cercanía. "Estaba siempre dispuesto a ayudar", señalan quienes le conocieron. José Luis se desvivió por y para las peñas, lo eran todo para él. Les entregó tanto como pudo: prácticamente veinticinco años de su vida, y muchísimos esfuerzos, renuncias y sacrificios.

Fue una figura crucial para entender lo que hoy es este organismo en el sportinguismo, que tiene centenares de representantes por todo el país. No solo durante el muchísimo tiempo en su posición como secretario, sino por su inmenso conocimiento del mundo sportinguista y capacidad para representar al club en los distintos actores que ha estado. "Un señor"., como le definen. Ese sentimiento lo respira hoy su hijo, Jorge Guerrero, presidente de la Federación de Peñas Sportinguistas y también dirigente de Aficiones Unidas en España.

"Era imposible dar más por el Sporting. ¡Absolutamente imposible! Ni tampoco ser mejor persona", le reconoce un íntimo amigo de viajes y compañero para siempre como es Luis Pereda. "Lo tenía todo: era servicial, noble, educado, buena persona, buen amigo", confiesa Pereda.

Ingeniero de profesión, gijonés, y, además, muy orgulloso de su ciudad, donde era muy reconocido, trabajó para el Centro Especial de Empleo APTA. Allí conoció y forjó con el tiempo una gran amistad con Carlos Manjarín, hermano del futbolista, y fundó la histórica peña que reconoce al jugador del Sporting. No era, en cualquier caso, la única de la que estaba pendiente. José Luis estaba "en todas las esquinas donde estuviese el Sporting de por medio", cuentan los peñistas. "Era el disco duro de las peñas. Lo fue durante veinticinco años", le reconoce Emilio Llerandi, vicepresidente de la Federación de Peñas Sportinguistas.

"Ha sido un rostro histórico de La Mareona y del Sporting y deja un enorme vacío en el sportinguismo. Era imposible ser mejor persona que José Luis", añade Luis Pereda. Ayer, por todo ello, fue un día muy triste para decenas de amigos que quisieron despedirle en el Tanatorio de Cabueñes; entre ellos, claro, muchos rostros conocidos del sportinguismo. Joaquín Alonso, responsable de relaciones institucionales del Sporting, también quiso acercarse y estuvo muy presente, trasladándole el reconocimiento del club rojiblanco a una persona que ha dedicado toda una vida a sus colores. Hoy, a las 12 de la mañana, tendrá lugar la celebración de la palabra en la Capilla del Tanatorio de Cabueñes. Sus restos mortales serán incinerados en el mismo tanatorio.