La «profe» que ayudó en la adaptación de Varane y Bamba

"Es sorprendente la rapidez con la que han aprendido a hablar español", dice Valerie, maestra de los franceses

Valerie Glemeau, ayer, en el Puerto Deportivo de Gijón. | Ángel González

Valerie Glemeau, ayer, en el Puerto Deportivo de Gijón. | Ángel González / Nombre APELLIDOA. Menéndez

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

Se llama Valerie Glemeau. Es de Saint Malo, una mediana ciudad al noroeste de Francia, en Bretaña. Tiene 57 años. Está afincada en Gijón desde hace casi dos décadas (dieciocho años). Es profesora. Trabajó como maestra de francés en clases extraescolares en el colegio de la Inmaculada. Una anónima para el sportinguismo; pero también por sus labores una figura clave en la colonia francesa del primer equipo. Es la principal responsable de la rápida adaptación de Jonathan Varane y Axel Bamba al Sporting.

En Burgos, Varane sorprendió a todos. Primero por su notable nivel en la medular. Y después dejó a los periodistas atónitos en zona mixta. En apenas siete meses su español ya es extraordinariamente fluido. Casi perfecto. ¿Cómo? Pues gracias, en gran parte, a esta maestra que, por casualidad, comenzó a dar clases de español a Bamba. Después se apuntó Varane.

A los dos jugadores les da una hora de clase de español todos los jueves. Primero lo hacía de forma presencial. Con la gravísima lesión de Bamba, las lecciones pasaron a ser telemáticas a través de "Meet". "Comencé con Axel en octubre. Un día me dijo, ¿te importaría que viniese Varane? Y así empezamos", dice. "Son clases para adultos y con necesidades específicas. Tienen que entender rápido lo que dice el “coach” y los compañeros. Les explico cosas muy precisas".

–¿Qué fue lo primero que les enseñó?

–¿Lo primero? Pues el primer día llamé a mi hijo. Él es muy aficionado al fútbol, le gusta mucho el Sporting. Le pedí que hiciese unas fichas de vocabulario específico de fútbol. Las primeras palabras que apunté fueron: fútbol, pase, portería, gol del Sporting... Poco más. Lo tradujo al español. Eso para empezar".

Valerie explica que Varane llegó con más base que Bamba. "Sabían los dos algo de estudiar en Francia en el colegio, pero Varane sabía quizás algo más". "Ahora es muy sorprendente la rapidez con la que ha aprendido a hablar español. Él tenía una base fuerte. Pero la verdad es que se relaciona mucho, habla con sus compañeros. Intento hablar pocas veces en francés. Por teléfono siempre en español, por Whatsapp siempre en español".

–¿Qué llegó después?

–Pues el tema del cuerpo. "Se me suben los gemelos" y cosas así que necesitaban aprender.

"Un día Jonathan me dijo en clase que necesitaba aprender el futuro inmediato. Quería decir ‘voy a… Normalmente yo tengo una idea y empiezo con esa idea. Pero si ellos me piden tocar algún tema, tratamos ese tema. También es muy importante el imperativo. Por ejemplo, para decir: ‘pásame la pelota’. También lo tratamos mucho".

Valerie cuenta cómo instruye a cada uno. "Axel tiene memoria auditiva. Necesita escuchar para que se le queden las cosas. Escucha, practica, y al día siguiente utiliza lo que ha aprendido. Sus clases son todo audio. Mientras él está dando las clases, su novia, que está con él, está escribiendo todo. Ella viene para apoyar. La memoria de Jonathan es auditiva, pero también necesita escribir. Él escucha, está centrado y luego escribe. Axel habla", señala la profesora Glemeau para explicar cuáles son las destrezas de cada uno.

– "Un día Varane me preguntó: ‘Valerie, ¿se dice he ido?’ Le dije: ‘no te preocupes, Jonathan, que en Asturias no se usa el pasado compuesto’", comenta entre risas.

"Los dos son muy bromistas. Tienen mucha, mucha, marcha. Son divertidos. Pero también aplicados. ¡Estudian muy bien! Son felices aquí. Ponen todo el empeño para aprender y mejorar. Han venido a trabajar y quieren adaptarse. Ponen todo el empeño para aprender y mejorar. Estoy muy contenta con ellos de alumnos", explica la maestra.

–¿Qué es lo que más les cuesta?

– "Lo que más les cuesta... Puede que sean la ‘R’ y la ‘J’. Eso digamos a nivel lingüístico. Y los tiempos... La concordancia de los tiempos para los franceses no es fácil. Pero no solo es el idioma: es la cultura. Los horarios son muy diferentes. En España se trasnocha más que en Francia. De eso también hablamos mucho, de que el ritmo de vida es diferente. A eso también tienen que adaptarse", sentencia.

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