El sacrificio de Bruno en el Sporting porque "la situación lo requería": "Llevo un mes jugando con una costilla rota"

"Hay una línea fina entre jugar bonito o ganar; yo elijo ganar, los lunes la gente solo se acuerda de eso", afirma el defensa rojiblanco, pendiente de resolver su futuro con el club

Bruno González, ayer, en la sala de prensa "Leli Rubiera" de Mareo.

Bruno González, ayer, en la sala de prensa "Leli Rubiera" de Mareo. / JUAN PLAZA

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

En el argot boxístico, Bruno González (Tenerife, 24-5-1990) ha estado al borde del nocaut, pero como buen fajador, se negó a tirar la toalla y acabó el combate de la permanencia con victoria a falta de un round. El jugador del Sporting desvela en su encuentro con LA NUEVA ESPAÑA que lleva un mes jugando con una costilla rota. Es el resumen de su implicación en en poco más de seis meses en Gijón. Quizá sean los últimos. Acaba contrato y, por el momento, parece más fuera que dentro. De fútbol y boxeo, su otra gran pasión, habla antes de despedir la temporada ante la Ponferradina.

–Llego un día tarde, pero felicidades por su 33º. cumpleños.

–Gracias. En el equipo no me han felicitado porque no lo sabían, sólo algún fisio. Como no tengo redes sociales, me lo tuve callado y me ahorré el pasillo (se ríe). Tampoco lo diré en la comida que organizamos hoy (por ayer), que luego igual me hacen pagar (se ríe).

–¿Qué balance hace de la temporada?

–El objetivo era uno y el tiempo te va poniendo donde vas mereciendo. Si estamos donde estamos es porque lo merecemos. Hay que hacer autocrítica todos y replantearse, cada uno en su área, el porqué de esta mala temporada.

BRUNO GONZALEZ, JUGADOR DEL SPORTING. INSTALACIONES DE MAREO.

BRUNO GONZALEZ, JUGADOR DEL SPORTING. INSTALACIONES DE MAREO. / JUAN PLAZA

–¿Qué le dice el dato de que el Sporting sería sexto si solo se tomasen en cuenta los resultados hasta el descanso? ¿Qué ha pasado después?

–Son muchas cosas y diferentes. El análisis de lo vivido en Eibar, por ejemplo, sería distinto a otros. Nos ha faltado gestionar mejor los detalles, saber jugar con los ritmos de un partido. Esas cosas se traducen en puntos. Sobre todo en Segunda, porque hay mucha igualdad.

–¿Oficio y picardía?

–No es solo eso. No puedes tener todo tampoco. Hay mucho chico joven y es motivo de alegría, pero no pueden tener la energía del joven y la experiencia del veterano.

–¿Cómo ha sido el año en lo personal?

–Complicado. Llegué en noviembre, cuesta porque llevaba seis meses entrenándome, pero fuera de los campos. Luego juego en Copa y Liga, me lesiono el tobillo y por forzar me hago más daño aún. Cesan al anterior entrenador, viene un entrenador nuevo y estoy lesionado… Me recupero, pero no cuento… Al final empiezo a jugar y ahora llevo muchos partidos seguidos. He ido de menos a más hasta el partido del Cartagena.

–¿Qué pasó?

–Desde entonces ando con una costilla muy dañada. Vamos, fracturada.

–¿Lleva un mes jugando con una costilla rota?

–Sí. La situación requería que siguiera, tanto colectivamente como en lo personal. Nos estábamos jugando mucho. Hablamos con los médicos y con el dolor y todo lo que conlleva, seguimos adelante.

BRUNO GONZALEZ, JUGADOR DEL SPORTING. INSTALACIONES DE MAREO.

BRUNO GONZALEZ, JUGADOR DEL SPORTING. INSTALACIONES DE MAREO. / JUAN PLAZA

–¿Ha soldado ya la fractura?

–No. Hicimos una placa todavía el lunes y no. No sé ni cómo fue la acción en la que me la fracturé. Sentí desde el primer tiempo como que me costaba respirar, pero nada más. Al día siguiente, no podía casi levantarme de la cama. Ahora solo puedo dormir boca arriba. Si giro, el dolor me despierta. Al menos, creo que he competido a buen nivel.

–¿Descansará el domingo?

–Es decisión del entrenador. Por mí, estoy a disposición, como hasta ahora.

–Termina contrato ¿Ha hablado con el club?

–No hemos hablado nada. Nos estábamos jugando todo hasta hace un par de días, lo importante era sacar eso. Si ellos están contentos, yo estoy contento aquí. Estoy centrado en el último partido y luego se verá.

–¿Cuáles son sus planes?

–Después de un año así es complicado. No se ha cumplido el objetivo colectivo, pero el objetivo personal sí, en el sentido de tener minutos y acumular partidos. Vine para acabar peleando por subir, pero no se dio. Ahora no quiero pensar más allá. A mi agente le he dicho que no me traslade nada hasta que termine la temporada. El primero al que escucharé será al Sporting. El club tendrá sus plazos y sus ideas. El lunes todos (los jugadores) tenemos reuniones. Hay compañeros en la misma situación. Ahora, a ganar el domingo.

–Llegó avalado por Abelardo y ahora el futuro es Ramírez.

–A Abelardo le conocía de mucho antes y tengo que agradecerle que, obviamente, fue él quien apostó para traerme. Miguel Ángel es muy buena persona. A todas las personas que son honradas y trabajan como él, por mí no hay problema. Se lo dije a él esta semana: si no me pones voy a estar más enfadado, pero no tendrás problemas conmigo. Fue super respetuoso desde que llegó. Cuando no me ponía, me trataba igual que al titular.

–¿Escasea en el fútbol?

–A veces, quizá inconscientemente por parte de los entrenadores. Me ha tocado vivir los dos lados (jugar y no jugar) y se nota en detalles como correcciones o premiar aspectos de cómo se está entrenando. En ese sentido, Ramírez y su cuerpo técnico lo hace bien. El año que viene tendrá más tiempo para preparar el equipo a su gusto. Seguro que le saldrán bien las cosas.

–¿Le ha faltado tiempo?

–Viene con unas ideas, pero también tienes que tener jugadores con unas ciertas características. Todo depende del equilibrio. Lo primero es competir. En el fútbol no hay paciencia. Aquí y en todos los lados. Esto es deporte profesional. Al final, lo que importa es ganar. A Las Palmas le pitaban en casa y ahora está a punto de ascender de manera directa. Hay una línea muy fina entre hacerlo bonito o ganar. Si me da a elegir, elijo ganar. Siempre. El lunes nadie se acuerda de si jugaste mal o bien, se acuerda de si ganaste.

–A usted que le gusta mucho el boxeo: esto de Segunda es como un combate con Canelo Álvarez, a la mínima, adiós…

–Canelo habitualmente gana y a nosotros nos cuesta mucho. Digamos que es como cualquier combate muy reñido y en lugar de 12 rounds, 42.

BRUNO GONZALEZ, JUGADOR DEL SPORTING. INSTALACIONES DE MAREO.

BRUNO GONZALEZ, JUGADOR DEL SPORTING. INSTALACIONES DE MAREO. / JUAN PLAZA

–¿Cómo es su relación con este deporte y con una figura como la de Manel Berdonce?

–Me aficioné siendo niño. Uno de mis amigos, Orestes Molina, con el jugaba a fútbol en el equipo de Las Galletas (localidad tinerfeña donde se crió) empezó después a boxear. Destacaba, lo llevaron a la selección española y ahí el seleccionador era Manel Berdonce. Yo en Tenerife me entrenaba a boxeo, vamos, hacía manoplas. Nunca competí. Lo hice también mientras jugaba a fútbol en el Tenerife, porque me ayuda en la preparación. Seguí en el Betis y en el resto de equipos. Cuando llegué a Madrid, le pregunté a Orestes dónde podía entrenarme, y entonces me presentó a Berdonce. Surgió la amistad y tenemos en Madrid, junto a otros socios, un gimnasio (Berdonce Boxing Studio).

–¿Dónde se entrena aquí en Asturias?

–En Oviedo, con el "Diamante" Nieto. Me lo recomendó Berdonde. Ahora voy menos, por lo de la costilla.

–Usted se midió a Vinicius con el Valladolid ¿Es España un país racista?

–Es un problema más de la sociedad, no del fútbol. España no es un país racista, pero a la gente se le permite decir cualquier burrada en un campo de fútbol. Hay quien piensa que, como pagas una entrada, puedes decir cualquier cosa. He jugado en Mestalla muchos partidos y es una afición espectacular. A los cuatro tarados que digan cosas racistas, que se les caiga el pelo. Ahora hay mil formas de identificarlos. He ido a Inglaterra a ver a Guaita (jugador del Crystal Palace) y allí el respeto al futbolista es brutal.

–Si fueran sus últimos días como jugador del Sporting ¿qué le diría a la afición?

–Gracias. Me he sentido querido y respetado siempre, tanto en el campo, como en la calle.

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