Segunda División | Los equipos asturianos

Ramírez habla sobre fichajes, su frustrada salida y objetivos: "No se me exige el play-off, hay que ser muy cautos e ir paso a paso"

"Siempre que me llega una propuesta, me la planteo, pienso en el futuro; hubo otras ofertas aparte de la del Barcelona, de América y de Asia"

Miguel Ángel Ramírez, en el hotel de concentración del Sporting en Torreón

Miguel Ángel Ramírez, en el hotel de concentración del Sporting en Torreón / A. M.

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

Torreón (México) | Enviado especial de LA NUEVA ESPAÑA

Lleva unos días intensos. Al inicio de la pretemporada le sumó una oferta para fichar por el Barcelona de Guayaquil. Miguel Ángel Ramírez (Las Palmas de Gran Canaria, 1984) decidió quedarse en el Sporting. El entrenador rojiblanco habla de todo ello por primera vez con LA NUEVA ESPAÑA desde la concentración del equipo en Torreón, México.

–¿Cuándo le llega la propuesta de Barcelona de Ecuador?

–El fin de semana pasado.

–¿Llegó a dudar?

–Siempre que llega una propuesta, pero no solo en el Sporting. Siempre me las planteo. Pienso en el futuro, en mi vida, con mi gente...

–¿Y alguien le recomendó salir del club rojiblanco para volver a Ecuador?

–Tomé los pasos que hago siempre: hablé con mi gente de confianza, y, obviamente, con el club. Sin más... Obviamente por el tamaño que tiene Barcelona, de prensa, de redes, todo se magnifica. Pero no fue nada diferente a otras ofertas que llegaron, pero no trascendieron.

–¿Hubo más propuestas?

–Sí.

–¿Del extranjero?

–Sí.

–¿De América?

–De América y de Asia. Al final uno se plantea las cosas: es su futuro, su vida.

–¿Económicamente la de Barcelona de Ecuador era superior?

–Muy superior.

–¿Es feliz en el Sporting?

–Mucho.

–¿Percibe desgaste tras estos seis meses? ¿Se arrepiente de haber llegado al club en enero?

–No, no me arrepiento. Sabía el riesgo que tenía. Hubo voces de confianza que me dijeron: ‘No es el momento idóneo, no vayas. No es el momento’. Aún sabiendo la dificultad, decidí dar el paso.

–¿Le duele que se le discutan algunas decisiones?

–No, porque me parece normal. Acaba la temporada; se ponen muchas esperanzas y el Sporting no cumple las expectativas. Y, lógicamente, el aficionado sufre. Y yo también he sido aficionado. Y me enfadaba cuando no ganaba y me frustraba.

–¿Nota en el club tensión?

–Mmmm... ¿En los empleados?

–No, fuera.

–¿Fuera del club, dice? Sí, sí. En los aficionados y en la prensa. La gente está con ganas de ver al equipo en una situación mejor. La realidad nos está diciendo dónde está el Sporting, y que, a partir de aquí, hay que construir para optar a cosas mejores. Pero ya llevaba tiempo siendo así. Habrá que plantearse qué está pasando.

–¿A qué opta este Sporting?

–A aprender de lo que se ha hecho para dar continuidad a lo bueno y para corregir lo que se ha hecho mal. Y así empezar a construir para luego optar a objetivos que no se nos están dando.

–Pero Alejandro Irarragorri verbalizó en enero, hace solo unos meses, que no conseguir el play-off es un fracaso. ¿A usted se le exige ahora play-off?

–No, porque creo que también se ha aprendido de eso. Se ha aprendido que la Segunda División es complicada, igualada. Hemos visto cómo grandes clubes incluso perdían la categoría. Hay que ser muy cautos y respetar la categoría. Prepararnos bien para poder competir e ir paso a paso.

–¿Es un año de transición?

–¿Pero en qué ayuda exigirnos cosas más allá de competir bien? ¿Me explico? Tenemos que poner el foco en el entrenamiento y en los partidos para competir mejor. Es normal que la afición demande cosas grandes. Pero a la interna tenemos que enfocarnos en lo que está en nuestro poder: tener una buena calidad de entrenamientos, hacer un buen mercado para optar a tener la mejor plantilla posible, y, luego, competir lo mejor posible.

–¿Está satisfecho con el mercado de fichajes?

–Es que estamos en pleno mercado. No podemos evaluar algo que está en pleno trabajo. Tengo mucha confianza en cómo se están haciendo las cosas. Tengo mucha confianza en que en el tiempo que queda de mercado podamos incorporar jugadores que nos lleven a otro nivel.

–¿Qué le urge más: un 9, un banda o centrales?

–Si se lo digo no facilito los precios (risas). Hay posiciones obvias que por volumen tenemos que reforzar. A partir de ahí dependerá de las salidas que podamos dar este verano. Al final para poder traer hay que sacar. Y hacerlo además con más nivel.

–Usted habló de la necesidad de hacer una revolución en la plantilla.

–Pero también dije que no sería posible sólo con un mercado de fichajes. Por motivos contractuales, no puedes romper contratos con la facilidad que nos gustaría, y por las reglas del juego, el límite salarial... En un mercado es muy difícil hacer todos los cambios que queremos. Diría que es imposible.

–¿Tiene una buena base?

–Hay base. O semilla. Hay gente veterana que puede arropar a esas semillas jóvenes que están comenzando en el primer equipo. Pero con la necesidad de incorporar ciertas posiciones donde necesitamos un salto de calidad. La realidad en estos dos años nos dice dónde está la plantilla. Vamos a ver si somos capaces, dentro del poco margen de maniobra que podamos tener, si estamos acertados. Reducir el margen de error en las incorporaciones.

–¿Cuenta con Cali?

–En prensa no voy a decir con quién cuento y con quién no cuento; eso lo hago a la interna, que evaluamos rendimientos. Decirlo no sería favorable. Yo tengo muy claro y se lo he dicho a ellos (por los jugadores que no cuentan) que independientemente de si queremos que salgan, o no, vamos a respetarlos al máximo si se quedan. Porque no sabemos si van a salir o se van a quedar. Mientras sean jugadores del Sporting vamos a intentar sacarles rendimiento.

–¿Es la situación de Cali un marrón para el club?

–No considero ninguna situación un marrón porque el comportamiento de todos está siendo muy profesional. Paralelamente se están barajando situaciones, pero en lo que es el día a día... Todos están siendo profesionales. Y nosotros.

–¿El club le ha transmitido la necesidad de vender activos?

–No.

–¿Ni siquiera para aspirar a objetivos ambiciosos?

–No. A mí nadie me ha trasmitido la necesidad de vender.

–¿Quería la continuidad de Jeraldino?

–Nosotros tuvimos reuniones en las que comunicamos al club quiénes deberían tener continuidad y quiénes deberían salir. Obviamente no lo voy a decir a la prensa. En junio, cuando me reuní con el director deportivo, el presidente y el grupo, fuimos jugador por jugador analizando rendimientos.

–Vale, pero ¿cree que se le puede sacar rendimiento?

–Confío en que sí.

–¿Qué opinión tiene de Villalba? ¿Quiere que se quede?

–Nosotros lo vimos con el Málaga y nos gustó. Fue importante. Titularísimo. Fue, seguramente, el punto más alto que tuvo el Málaga junto a Rubén (Yáñez). Pero no le conozco compitiendo. Ahí me daré una idea de si nos puede ayudar o no. Por eso está haciendo la pretemporada.

–También vuelve Gaspar, que apunta a ser importante.

–Con todos los que han vuelto, nos queremos dar el tiempo de conocerles. Quiero verlos. Y comprobar si me pueden ayudar.

–¿Cómo es su sintonía con Alejandro Irarragorri?

–Mi relación con Alejandro es muy buena. Tenemos nuestras diferencias, lógicamente, pero hay muy buena comunicación. Él siempre está dispuesto a ayudar. Tiene muchas ganas de responder a las expectativas. Se está invirtiendo mucho esfuerzo y mucho dinero. Criticamos mucho, pero hay que valorar que de todo lo que está pasando en Mareo se va a beneficiar el club. Yo no me callo nada de lo que puede ser mejorado. Y él siempre lo ve de forma constructiva.

–¿Qué club se encontró?

–Yo nunca dije que el club era amateur o quise hablar del cuerpo técnico anterior en ningún sentido. Pero hay cosas a nivel interno que la gente no sabe o la prensa no sabe. Y los resultados no son casualidad. Son consecuencia de algo. A veces nos callamos y lo tapamos. Pero se están haciendo cambios significativos en el funcionamiento diario. Cuando llego veo esas transformaciones en el área de rendimiento, servicio, área médica. Luego acometimos cambios en la nutrición. O con el tema de los campos, que se están viendo cambios significativos con la contratación de una nueva responsable. Se trataba de darle al club un valor añadido en márgenes de élite.

–¿No es incoherente decir que el objetivo es el play-off con esta realidad que dice?

–Pero todos queremos ser ambiciosos. Yo también quiero ascender. Pero a veces pasa eso porque tienes un año bueno o suerte, pero luego no hay continuidad porque falta una base. Entonces, vuelve a bajar. El gran reto del Sporting es generar una estructura que sea sostenible en el tiempo y que el éxito perdure con el paso de los años. La élite se mueve en ciertos parámetros: a nivel de rendimiento, análisis, nutrición... Hemos incorporado software de análisis, análisis en directo de los partidos para tomar decisiones y mostrárselas al jugador. Yo no invento nada. Lo vi en otros clubes en los que tuve éxito y por eso lo estoy haciendo aquí.

–Pero las prisas pasan ese proceso por encima...Pregunta

–Es lo que suele pasar en los clubes. Sin embargo, hay otros ejemplos de paciencia y proyecto a largo plazo. Seguramente, la Real Sociedad. Un club que hace años se encontraba en la situación del Sporting. Sentaron bases en Zubieta y en el primer equipo y crearon un proyecto sostenible.

–¿El futuro del Sporting debe ser Mareo sí o sí?

–Cuando no tienes un alto nivel adquisitivo que te permite fichar, el futuro debe pasar por el fútbol base. Tener una estructura fuerte de captación, de promoción, de entrenamiento.

–¿Confía en recuperar a Djuka?

–Hablo mucho con Djuka. Él había perdido mucha confianza. Necesitaba recuperarla. Es un jugador que nos puede dar muchísimo. Antes de su lesión de rodilla, y no por los goles, nos estaba dando muchísimo.

–¿Qué estilo quiere?

–Es que yo también aprendí de lo que es Segunda, y de esta plantilla, de lo que es capaz de hacer y de lo que no. En una competición en la que la mayoría de los equipos juegan a no cometer errores y a que pasen pocas cosas… Y la realidad es que la plantilla, en un altísimo porcentaje, es la misma. Mi reflexión es: ¿El año pasado cuando fuimos más competitivos qué hicimos? ¿y qué hicimos cuándo fuimos menos competitivos.? Pues busco ser competitivos.

–Pero usted es capaz de cambiar sus principios por resultados. ¿Esto no supone una contradicción muy clara con su idea de implantar un proyecto a largo plazo?

–No lo veo así. Veo que la realidad es que es una plantilla determinada y una categoría que premia ciertas cosas. Nos tenemos que hacer fuertes siendo competitivos. Tenemos que encontrar la regularidad y la consistencia compitiendo. La plantilla es prácticamente la misma. Y la competición nos denunció el año pasado cuando intentamos hacer otras cosas. ¿A mí como entrenador me gustaría hacer otras cosas? Sí. Pero creo que me convierte en mejor entrenador adaptarme a otro tipo de juego para competir mejor.

–¿A usted le gusta su Sporting?

–A mí me gustó el Sporting que compitió en momentos como Las Palmas, Éibar, Granada, Alavés. Incluso en el derbi en la mayor parte del tiempo. A mí ese Sporting sí me gustó.

–Varane ha sido una gran sorpresa…

–No me sorprendió porque lo veía cada día conmigo. El reto de él, y de otros jóvenes, es jugar 42 a gran nivel. Ahí sabremos a qué nivel puede llegar Varane.

–¿Tiene alguna idea de sus capitanes?

–Es algo que he dejado a la plantilla. Los líderes los tienen que elegir los compañeros, no el entrenador. Sí que, a lo mejor, puedo proponer alguno en concreto que pueda entrar como capitanes. Creo que, independientemente de los capitanes que salga, habría que incorporar en esa estructura a alguno de los chicos jóvenes. Los líderes no hay que esperarlos, hay que formarlos. No debemos esperar a que florezca. Me gustaría que alguno de los jóvenes forme parte. 

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