Roque y Ramírez se llevan el derbi canario
Dos semanas después de llegar a Gijón, Roque Mesa disputó sus primeros minutos como futbolista rojiblanco. No se sabe si fue un amuleto. O si la presencia del recién firmado –libre– empujó al equipo. Pero el debut de Roque le sentó de maravilla al Sporting, que terminó con "gol partita" de uno de los líderes del proyecto: Pablo Insua. Todo un más 3 para los canarios. Porque el empate del Sporting en Oviedo sabe ahora mejor: a Ramírez, un gran tipo, que comienza a asentarse, pero de verdad, le salen las cuentas de la media inglesa, y su Sporting suma ya 10 de 18 puntos posibles. De momento, es de play off. Y, además, da la sensación de que crece. Mesa, por su parte, salió a jugar sobre el 77 por Nacho Méndez para medirse al Club Deportivo Tenerife en su particular miniderbi (nunca ha ocultado su amor por Las Palmas): en el equipo chicharrero jugó además seis meses en su filial cuando apenas tenía 21 años... Ayer, con 34 primaveras y ya convertido en un futbolista de mucha trayectoria en el fútbol nacional, respetado por todos, comenzó a sentir lo que es de verdad El Molinón cuando aprieta (uno de los motivos que le llevó a sumarse al proyecto). MAR le dio a "su fichaje" el último tramo del partido más el alargue, que, con las nuevas reglas del fútbol cada vez dura más. Y la apuesta le sentó de maravilla. Un domingazo para el Sporting, que ha convertido El Molinón en su fortín: 3 de 3.
Varane, top
No lleva ni siquiera una temporada completa en el club, pero a Jonathan Varane le sucede como a los grandes jugadores: su valor se dispara más cuando no está. Miguel Ángel Ramírez abogó por el control ante el Tenerife, y decidió prescindir del mediocentro francés en el primer tiempo. La apuesta fue por dos jugadores de buen pie: Nacho Méndez y Nacho Martín. A los dos canteranos les faltó la potencia del todocampista galo para que sus condiciones puedan ser explotadas. Varane entró en el segundo tiempo y su mera presencia ya hizo mejor el rendimiento de todos los demás; Nacho Méndez, que tuvo que asumir demasiadas funciones en los primeros cuarenta y cinco minutos, pareció después liberado al saber que detrás tenía a Varane. Con Roque, también fluyó. Un fichaje de mucho, mucho, valor.
Homenaje a Pablo, Yeray y Sandra
Los jugadores del Urraca, de categoría cadete, que atraviesan momentos durísimos después de la pérdida de los adolescentes Pablo Torroba y Yeray Marqués, jugadores del club, así como de Sandra Ramos, tuvieron ayer en El Molinón un gesto precioso con las víctimas del accidente de tráfico sucedido el pasado miércoles, en la carretera AS-115. Los futbolistas del club llanisco, desplegaron antes del inicio del encuentro en el estadio rojiblanco una pancarta en la que se podía leer: "Pablo, Yeray, Sandra... Volad alto". Todo el equipo fue invitado a la grada, y la presidenta del club, al palco. En el palco también estuvieron Pedro Vázquez (campeón del mundo de K2 de piragüismo) y Santiago López Cid (campeón del mundo de pesca submarina). Además, el club rojiblanco decretó un minuto de silencio para las tres víctimas; también para el popular comunicador radiofónico Pepe Domingo Castaño, y de todas las personas que perdieron la vida en del terremoto de Marruecos y las inundaciones de Libia.
José Ángel, una máquina de hacer goles
El gol del Tenerife –es cierto– llegó por un error defensivo de José Ángel, Cote, que pecó de falta de contundencia. Ese lunar, la defensa, que persigue al de Roces, no tapa su protagonismo ofensivo: Cote le da una barbaridad al equipo en ataque, ya sea a balón parado (ayer estrelló un balón de falta al larguero) o en juego. Esa zurda valió ayer dos asistencia (ya van 3) una a Insua y otra a Gaspar que, de vuelta de Burgos, ha recuperado su idilio con el gol: lleva dos tantos en Liga (ambos en casa) y confirma que su Erasmus le ha hecho crecer una barbaridad.
Queipo, gorro de piscina y a nadar hacia el triunfo
Dani Queipo se llevó ayer otro enrome golpe fortuito, en esta ocasión al chocar cabeza con cabeza con otro jugador, ahora del Tenerife. La mala suerte persigue al canterano, un "pupas" al que últimamente le están lloviendo "palos" en cada partido: en el primer duelo de pretemporada el extremo sufrió una fractura del radio en el brazo izquierdo que lo alejó de la competición. Ayer, Queipo, uno de los jugadores más queridos en el vestuario, pura bondad, tuvo que ser rápidamente atendido por los servicios médicos para poder continuar jugando. Allí fue corriendo Gonzalo Revuelta, siempre incansable. El doctor se inventó una solución de emergencia para el futbolista: un gorro de piscina para proteger la zona. El aparatoso "vendaje" se hizo rápidamente viral en redes sociales.