Alcorcón fue ayer todo lo que significa ser del Sporting. La invasión de la Mareona volvió a asustar en número (algunos contabilizaban hasta 800 seguidores del Sporting por Santo Domingo). Pero lo de ayer tuvo un mayor impacto en lo emocional. Se vio a una afición con ganas y que sueña con otro ascenso. "Este año confiamos de verdad", se le escapaba a un joven hincha rojiblanco en los aledaños del estadio alfarero. El empate escoció. Pero la imagen queda.
Porque ayer el sportinguismo fue pleno, en todos los sentidos, y eso no lo empaña un mal resultado. La jornada comenzó con la visita del "Guaje" Villa a David Guerra y al resto de la dirección del Sporting (no pudo ir al partido por compromisos familiares). Pero es que la movilización en Alcorcón fue total, con un toque romántica. Ayudó el parón internacional, y, claro, el hecho de jugar en la capital española, donde pasan las cosas. Desde Casa Quilo, de Quintes; Maliayo, de Villaviciosa... hasta grupos de colegas asturianos que se reunían en los aledaños del campo del Alcorcón, donde Babin es leyenda, con los amigos de toda la vida que estudian o se buscan la vida en Madrid. También cruzó el charco Diego Álvarez, presidente de a Peña Villa de Quini, que estuvo con su amigo Javi Bazán, de la Peña Quini de Barcelona. Y el teniente alcalde del Ayuntamiento, Jesús Martínez Salvador, uno más de La Mareona.
Presencia de periodistas ilustres
Pero además aprovecharon para ver a su equipo por Santo Domingo muchos periodistas de la "tierrina" por motivos laboras afincados en Madrid, y que siempre han presumido de su equipo en la capital. El virus FIFA les ayudó a ver en casa a sus raíces. Fueron muchos y todos ellos conocidos. Pablo García Cuervo, con su camiseta del Sporting, Rodrigo Fáez, que disfrutaba del vermú en la previa en el entorno del estadio junto al también periodista gijonés Alejandro Forcelledo, y unos amigos. También Isaac Suárez, toda una vida en Madrid, y que llegó acompañado de los suyos. O Antón Meana con su hermana inseparable, Paloma, y convirtiendo ya en un hincha más de su equipo del alma a su primogénito Carlos, que ya sabe lo que es sufrir con el Sporting a domicilio. Su otro hijo, Miguel, que tiene apenas diez días de vida, se quedó en casa con la madre, Lucía.
En la delegación rojiblanca desplazada a Alcorcón estuvieron los de siempre en casa y en los viajes: Gerardo García, David Guerra, Joaquín Alonso... También Andrés Conesa, de los servicios compartidos de Orlegi Sports, estuvo en el palco presidencial con su mujer siguiendo el encuentro. Juan Delgado, de Atrevia, del mismo modo, se acercó a saludar y a acompañar al Sporting. El único pero, un hincha que dio la nota y fue expulsado por la seguridad.