La contracrónica del Sporting-Racing de Ferrol: una historia que se repite, el ribeiro vence a la sidra, los fallos en la portería y la maldición de la hora de la comida

La necesidad de reforzarse de los rojiblancos en el mercado invernal, tras encajar la tercera derrota en casa y perder por primera vez por más de un gol

Campuzano, en la ocasión fallada que pudo ser el 1-0.

Campuzano, en la ocasión fallada que pudo ser el 1-0. / Ángel González

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Una historia que se repite ante los teóricos débiles

Los más optimistas, que se podían imaginar un pleno de nueve puntos ante Córdoba, Cartagena y Racing de Ferrol, tres rivales de la zona baja, en un momento apetecible del calendario, enseguida encendieron la alarma de la crudeza de una categoría en la que muchas veces jugar ante los teóricos equipos más débiles tiene trampa. Una zanja en la que ya se cayó el año pasado el Sporting, también más o menos a estas alturas, cuando a finales de noviembre el Amorebieta y el Alcorcón arañaron dos empates a los rojiblancos. Los gijoneses, esta temporada con Albés al frente, se volvieron a pegar un tiro en el pie en el momento de intentar consolidarse en los puestos de privilegio. Y lo hicieron con un trompazo aún peor, con derrota en Cartagena, y otro pinchazo aún más sonrojante en casa frente al Racing de Ferrol. Cero puntos de seis, una imagen triste en ambos partidos, y la sensación además de que se concedió a los rivales la opción de marcar. Porque analizando fríamente, más allá de la dureza de perder contra dos equipos en descenso, el principal problema del Sporting es que en Cartagena le faltó ambición, y lo máximo que pudo aspirar fue al empate. Ante el Racing de Ferrol creó más peligro y tuvo más opciones de marcar. Pero no era el día, porque hasta Campuzano, el atacante que más rentabiliza sus oportunidades, falló a portería vacía. Pero claro, si los errores en defensa y el portero ayudan a que el rival marque en sus tres tiros a puerta, pues lo normal es que se desaprovechen dos oportunidades de oro.

Salvador Ondó se queda sin goles para escanciar: el ribeiro vence en un homenaje incompleto a la sidra

Para rendir homenaje a la sidra, por su reciente declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el Sporting invitó al escanciador por excelencia, Salvador Ondó, para echar un culín de sidra al inicio del partido. Una acción, la de celebrar goles con sidra, que solo se pudo repetir una vez más, con el gol de Olaetxea. Porque el ribeiro acabó venciendo a la sidra, para la satisfacción del cerca de millar de seguidores que viajaron a Gijón desde El Ferrol del Caudillo, el "apellido" que antiguamente ciudad tenía la ciudad gallega y que algún veterano aún recuerda. El partido, a la rara hora de la comida, no pudo continuarse abriendo una caja de sidra para celebrar un triunfo del Sporting.

Christian Joel y los otros errores de la portería que cuestan puntos

Está de moda ahora en el fútbol el término de "error grosero" para referirse a esos fallos por descuidos o situaciones abrumadoras que no se deberían haber producido. Y le pasó al Sporting ante el Racing de Ferrol con un clamoroso fallo de Christian Joel, que actuó de titular por el sancionado Rubén Yáñez. Al meta cubano se le escapó por debajo de las piernas un tiro desde la frontal del Racing de Ferrol, que sirvió para adelantar a los gallegos. En el segundo gol rival también pudo hacer más, con otro disparo de nuevo desde fuera del área, en el que llega a tocarla, pero no lo suficiente para despejar. Y provocando una sensación de inseguridad y falta de confianza del meta durante todo el partido. Circunstancias, las de los fallos en la portería, que ya le han costado al Sporting varios puntos este año. Porque Yáñez ya tuvo errores como el del gol del Levante por su palo al estar mal situado en una falta; una mala salida en Albacete; o el mal despeje ante el Granada.

La primera derrota por más de un gol y la necesidad de reforzarse

Hasta la fecha el Sporting había perdido cinco partidos en Liga. Pero nunca por más de un gol de diferencia. Una circunstancia que hablaba de la competitividad de un equipo, que estaba siempre enchufado. Hasta que llegó este batacazo con el Racing de Ferrol, por 1-3, y superado prácticamente en dos tercios del partido. Además, la peor racha de la temporada se manifiesta en el hecho también de que los rojiblancos enlazan por primera vez dos derrotas consecutivas en Liga. Y las estadísticas negativas también dejan otro dato más, que es que ya van tres equipos (Levante, Granada y Racing de Ferrol) que consiguen ganar en El Molinón. Sin embargo, no todo es tan negativo, porque el Sporting sigue a un punto del play-off. Pero estos avisos, con las dos últimas derrotas, deben servir para hacer un esfuerzo en forma de fichajes en el mercado de invierno. Quizás hay que plantearse que se necesita algo más que un extremo si se quiere pelear de verdad por subir.

La hora de la comida se le vuelve a indigestar al Sporting

El fútbol moderno ha obligado a familiarizarse con horarios intempestivos, como jugar a la hora de la comida. Pero al Sporting no acaba de gustarle este tramo de las dos de la tarde, que se le indigesta. Esta temporada, en Tenerife, se escapó una victoria cuando ya estaba en la mano a esa hora. Y en casa volvió a saltar la sorpresa, como cuando el Villarreal B ganó 0-3 el pasado mes de abril, otro equipo como el Racing de Ferrol que estaba en descenso. Ni a los aficionados de la zona Este, que tuvieron una hora de sombra –algo que no pasa por las tardes–, les sirvió de consuelo el horario.

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