Rubén García desvela qué frenó su vuelta al Sporting con dardo a Baraja: "Volver a caer en la misma piedra..."

"Me llamó Rubén Baraja, pero tenía el condicionante de que al minuto 60, me iba al banquillo". Rubén García ha desvelado cómo se gestó su negativa a regresar al Sporting después de una campaña, la 2017-18, en la que fue capital en que el equipo disputara el play-off de ascenso a Primera. El valenciano ha explicado que no se sintió totalmente respaldado por el Pipo, compartiendo una anécdota sucedida en la fase de ascenso, ante el Valladolid, que le marcó. "Jugamos allí, íbamos perdiendo 3-1, acababa de dar la asistencia y Baraja estaba expulsado. El segundo entrenador (que estaba dirigiendo al equipo desde el banquillo), le dice al entrenador de porteros que (Baraja le había informado) que hay cambiar a Rubén y tal por no sé quien. Los escuchan mis compañeros del banquillo, y como ya sabían un poco el contexto, se levantaron y le dijeron: 'Rubén, no. Es el único que se está girando y tal'. No me cambió. Me cambió en el 80. Cuando me lo dijeron, sentí orgullo poque mis compañeros hicieran eso. Una de mis dudas de volver a Gijón era eso: el entrenador cuenta conmigo, pero no tengo capacidad de llegar a minutos finales donde en el fútbol hay capacidad para meter goles y dar asistencias. Mi padre me decía que tenía que volver al Sporting, pero mi representante, por otra parte, me decía: 'Volver a caer en la misma piedra...", confesó. Fichó por Osasuna, donde suma su séptima campaña.

Rubén García compartió esta anécdota durante su participación en el podcast "Los Fulanos", en el que habla de su carrera deportiva y su vida personal. El de Xátiva también detalló cómo se gestó su llegada al Sporting en el verano de 2017. Lo tenía hecho para jugar cedido en el Alcorcón, pero una llamada al Levante (su club de origen) de Miguel Torrecilla, entonces director deportivo rojiblanco, frenó la operación. "Tenía el Huesca de Rubi y el Alcorcón de Julio Velázquez. Más o menos tenía decidido irme al Alcorcón. Me llamaron del club. Me dijeron que había llamado Miguel Torrecilla, del Sporting y encima, el Huesca y el Alcorcón pagaba un 15 o un 20% de mi salario, y el Sporting llama diciendo que paga todo. El club, claro, me dice, el Sporting es el mejor. Lo es y en ese momento lo era. Venía con un proyecto guay, donde mantenía muchos jugadores de años atrás, y ni me lo pensé", explicó.