SEGUNDA DIVISIÓN | La resaca del partidazo de Asturias

¿Por qué Gelabert celebró el gol del Sporting en el Tartiere haciendo el gesto de una llamada?

El rojiblanco se estrena como goleador en el derbi con dedicatoria especial y liderando al equipo cuando más quemaba la pelota

Gelabert en el momento de lograr el gol del empate, ante Dani Calvo, Pomares y Juan Otero

Gelabert en el momento de lograr el gol del empate, ante Dani Calvo, Pomares y Juan Otero / Ángel González / Irma Collín

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

Llegó a Gijón como uno de los futbolistas llamados a marcar la diferencia en el Sporting. Lo consiguió en el derbi. César Gelabert emergió en el Tartiere para hacer el gol del empate y echarse al equipo a la espalda cuando más quemaba la pelota. El palentino, en su partido más completo de la temporada, festejó su primer tanto como rojiblanco con una curiosa celebración: mano en forma de teléfono y gesto hacia su oreja simulando una llamada. Al otro lado descolgaron aquellos que, antes del partido, creían firmemente en su capacidad para protagonizar el duelo de máxima rivalidad en Asturias.

"Tenía ganas ya. Llevaba tiempo sin hacer gol, pero estoy más contento por el empate del equipo", reconoció Gelabert tras el partido. El futbolista del Sporting se había comprometido con su círculo más cercano en tener algún tipo de gesto hacia ellos durante el derbi. Si marcaba, tocaba festejarlo de alguna manera especial. Algún guiño. Ellos, que siempre han creído en que volvería a brillar en el Sporting tras unos últimos meses en el Toulouse difíciles, sabían que más pronto que tarde el gol, entre otras cosas, llegaría. El pacto era hacer el gesto que se vio en el Tartiere. Y César picó al área del Oviedo, Dubasin vio su desmarque a la espalda de David Costas, y tras armar la zurda, descolgó el teléfono para avisar.

"No creo que haya sido mi mejor partido, pero me he sentido a gusto. Vamos a intentar ir a más", comentó el rojiblanco sobre su actuación en el derbi tras una primera vuelta de altibajos en el Sporting. Tardó en entrar en el once titular para, después, no acabar de asentarse. Entradas y salidas tras un verano en el que más de media Segunda se disputaba su fichaje. Ganó el Sporting por la confianza del club en darle un papel principal y por el vínculo emocional del jugador con Gijón. El hijo del exrojiblanco Juanmi quería escribir su propia historia en El Molinón.

Gelabert, por quien el Sporting tiene una opción de compra cercana a los 2 millones, llegó a Gijón después de acariciar la llamada de la selección para disputar los Juegos Olímpicos de París. Los mismos Juegos en los que España se llevó el oro. Estuvo en la preselección y fue entonces cuando desapareció de las alineaciones en el Toulouse. La relación con el club francés, al que llegó tras ser uno de los mejores jugadores de Segunda División en las filas del Mirandés, se deterioró hasta el punto de hacer las maletas y buscar protagonismo en el Sporting.

En el Tartiere, además de estrenarse como goleador, protagonizó su cuarto partido completo esta temporada. Hasta entonces había tomado parte en veinte encuentros, once de ellos como titular. Rubén Albés siempre ha destacado de él su capacidad para sorprender al rival, para encontrar pasillos donde otros solo ven un bosque de piernas. Por deltante tiene toda una segunda vuelta para mostrar el nivel de un futbolista que con 16 años ya se entrenaba en la primera plantilla del Madrid. "Es una liga larga, competida. A todo el mundo le viene bien coger confianza", concluyó César antes de abandonar, entre felicitaciones, el Tartiere.

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