El héroe del triunfo en el Bernabeú cuelga las botas

"Nunca olvidaré el triunfo con Preciado", recuerda el jugador alicantino que brilló en el Sporting entre 2009 y 2013 y que deja el fútbol a los 38 años

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A. menéndez

Suyo fue uno de los goles más importantes en la historia contemporánea del Sporting. Porque además de valer una victoria en el Santiago Bernabéu, seguramente el estadio más imponente de todo el planeta, dio también sentido ese espíritu rebelde que ha caracterizado siempre al club rojiblanco. El tanto de Miguel de las Cuevas en el templo del Real Madrid, aquel 2 de abril 2011, dio la vuelta al mundo, porque quebró el récord de imbatibilidad de 9 años y 38 días de José Mourinho como local.

Fue también la manera que encontró el inolvidable Manolo Preciado de vengarse de un Mourinho que meses atrás había puesto en duda la honorabilidad del equipo asturiano y la profesionalidad del entrenador cántabro, después de que el Sporting caerse derrotado en el Camp Nou con un once con varios cambios. Aquella fue en cierta manera la victoria de David ante Goliat. Un k.o. directo sobre el ego del afamado entrenador luso, que acabó rendido ante un equipo –equipazo– de gregarios, a los que reconoció personalmente sus méritos en los vestuarios del Bernabéu. En una ciudad hastiada con los resultados de un equipo ascensor en las últimas décadas, cansada de sufrir tras disfrutar durante tanto tiempo de la elite, fue por todo ello un triunfo irrepetible, celebradísimo en la Mareona, de los que no se olvidan, de los que hacen sportinguismo. Ayer, De las Cuevas, un chico tímido, humilde, que encajó de maravilla con los valores de Gijón y del Sporting, colgó las botas tras una dilatadísima carrera –15 años de elegancia por los campos de fútbol , especialmente los de Primera División–. Se despidió con una carta abierta en la que recordó cada uno de sus viajes por el fútbol. Cuando evocó al Sporting irremediablemente recordó aquel gol en el Santiago Bernabéu que es historia del Sporting, y que aún tiene más dimensión con el paso de los años. "Un club en el que viví momentos inolvidables, como aquella victoria en el Santiago Bernabéu con Manolo Preciado", recordaba el atacante alicantino sobre uno de los grandes momentos de su recorrido profesional.

Deja el fútbol uno de los grades referentes de aquel Sporting de Manolo Preciado que tan bien conectó con la esencia más pura de este club, su entorno y su ciudad, un equipo humilde, con personalidad, combativo, pero a la vez ambicioso, descarado y ofensivo como el que más. En Gijón De las Cuevas despuntó desde 2009 hasta 2013; disputó 121 partidos y marcó 18 goles. Pero ninguno tan bello como aquel en el Bernabéu.

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