Yáñez, infranqueable, aguanta al Sporting que salva un punto (0-0)
El portero se exhibe para lograr que su equipo saque un empate en el siempre desapacible Ciudad de Valencia ante un Levante superior
Si el Sporting sobrevivió a sus infiernos se lo debe en gran medida a la actuación de Yáñez, colosal en el Ciudad de Valencia, infranqueable. El portero salvó un punto para su equipo tras exhibirse de tal manera que hasta la afición granota terminó incrédula. Fueron varias paradas que aspiran a meterse entre las mejores de la Liga. La pesca permite a los asturianos sumar por tercer partido consecutivo, de nuevo sellando su portería. Aunque el bagaje tampoco invita al optimismo. El punto es pírrico si se pretende una hazaña. Pero al menos da aire al proyecto y le permite evitar males mayores. Que le den abrazos a Yáñez. Y ahora que ha pasado San Valentín, también flores. La alineación iba cargada de contenido. Las noticias estaban en ambas áreas, donde se deciden los partidos, lugares donde este Sporting lleva todo el curso penando. Arriba irrumpió de repente Caicedo, después de meses en el ostracismo. Atrás la reforma fue igual de sorpresiva, aunque por número todavía más importante. Frente a un equipo dinámico, vertical y veloz, Albés dejó sentado en el banquillo a toda una institución en el club como es Cote para tratar de abrigarse con la vuelta de Diego a la posición en la que arrancó de crío, el lateral. La secuela de ese movimiento devolvió a Pier a la titularidad precisamente en el estadio donde un día se hizo un hueco en Primera División. La defensa –y el equipo en general– se expuso menos, situada en bloque bajo, no tan avanzada como en otras ocasiones.
Sabía el vigués que el partido iba a exigir faena por esa zona donde los granota tienen a uno de los mejores proyectos del fútbol nacional con Carlos Álvarez y a un futbolista importante en la categoría como Kocho, recuperado sobre la bocina por Calero.
Motivos que le empujaron a priorizar la estabilidad frente al talento. El de Roces ha perdido jerarquía en un momento que su futuro –acaba contrato en junio– está rodeado de toneladas de incertidumbre. Aprecian en el staff que, a sus 35 años, le quedan pocas carreras, le cuesta retornar y acumular esfuerzos. El precio a pagar por ver al capitán en el banquillo tampoco es pequeño, sobre todo en un grupo donde no abunda el talento. Aunque los años pesan y la espalda ya no responde como antaño cuando competía en Europa, esa izquierda será siempre dinamita. Quizá todo sea una cuestión de valorar daños.

Así fue el partido entre el Sporting y el Levante /
Salió al Sporting al verde desganado, incapaz de contener al Levante, un caballo desbocado, obstinado en atacar. Los granotas situaron el centro de las operaciones en las piernas de Carlos Álvarez, indetectable. Y resultó una magnífica idea. El chaval, de 21 años, aparecía por dentro y por fuera y siempre con criterio: en diez minutos brindó hasta en dos ocasiones a Morales el camino a la gloria. Pero Olaetxea primero y después Yáñez, con una respuesta felina, digna de su mejor versión, sostuvieron a los asturianos en el partido. A balón, parado, Kocho puso a Dela el gol en bandeja.
Pero los gijoneses resistieron –con mérito– y comenzaron a reponerse. Al menos, bajaron pulsaciones al partido. El Levante ya no fluía de la misma manera y donde antes encontraban espacios, ahora chocaba contra un muro. El problema para los de Albés es que eran incapaces de ganar aire con la pelota, ya ni hablar de acampar en campo rival. El Sporting se puso en modo de superviviente, nunca de candidato. Caicedo, el delantero acercado a España por Orlegi a cambio de quitarse de encima a Djuka, corría de un lado a otro. El partido se detuvo unos minutos al ser atendido de urgencia en la grada un aficionado del Levante, pese a Pérez Hernández, que parecía tener prisa por arrancar. El espectáculo pasó a ser lo de menos. La grada granota le concedió pitidos al colegiado ante su nula empatía. Todos los jugadores seguían la escena con preocupación. El Levante volvió a crecer tras la reanudación, pero ya no le dio tiempo a meter mano a Sporting, capaz de aguantar hasta el descanso.
Salió el Levante con nervio, pero se topó de golpe con que su rival se desperezó en ataque, lo que a los rojiblancos les generó nuevas preocupaciones. Ya no les bastaba con encontrar un atajo; ahora también debían controlar riesgos. El encuentro se igualó al tiempo que comenzaban a aflorar los espacios en ambas áreas. Dio un paso al frente el equipo de Albés, que perdió el respeto. Los ataques buscaban siempre a Nico Serrano, un futbolista con recursos, de otro nivel. El extremo cedido por el Athletic se sacó de la manga un disparo que obligó a Andrés Fernández a sacar lo mejor sí mismo. Las zancadas de Morales también ponían en apuros a los zagueros asturianos. Albés quitó a Serrano en plena efervescencia para meter a Dotor y empujar a la banda a Gelabert. El cambio aligeró el ataque de los gijoneses, que en cuestión de minutos se quedaron también sin Caicedo, mermado por la paliza.
El Levante vio como todavía quedaba partido y se sintió capaz de superar al Sporting. Yáñez demostró con dos acciones que, si tiene el día, es un guardameta de tronío. Amargó a Morales, pitado en casa como Pier, también por deudas del pasado. Se hizo enorme. Y aguantó a los suyos. Forés estuvo a nada de superarle. Pero su vaselina se fue por centímetros. El portero del Sporting dejó atónito al Ciudad de Valencia con una mano imposible ante un disparo de Forés. El guardameta se tiró sobre el delantero con tal voracidad que cuando este quiso definir se encontró con un cuerpo de casi dos metros encima. Yáñez había completado una exhibición de tal calibre que el punto que vuela a Gijón puede ir guardado entre sus guantes.
- Mazazo para Manu pierde a su querida rival del rosco en la silla azul de Pasapalabra : 'Ha sido un placer tenerte con nosotros
- Vía libre para la apertura de un gran supermercado en Oviedo: 3.000 metros cuadrados y parking propio
- Está a escasos diez kilómetros de Piedras Blancas y es una joya botánica: el increíble bosque de ribera que pocos conocen
- El triste adiós a un mítico local de copas de Gijón: impagos y colchones en su interior
- Manu se sincera en su adiós en Pasapalabra y se despide: “Va a ser muy duro no teneros
- Hay fiebre por comprar casa en Asturias y estas son las dos grandes razones
- En las ruinas del 'infierno abandonado' del viejo HUCA: fentanilo y morfina, máquinas millonarias saqueadas...
- Corte total en una de las carreteras más transitadas del oriente de Asturias: así se desviará el tráfico