El Sporting recupera la normalidad con Garitano: solvente victoria ante el Mirandés (3-1) y a ocho del descenso

La vuelta a la titularidad de Cote y la de Gelabert, con doblete, a la media punta decide un serio partido sostenido por un notable Yáñez

Resumen, goles y highlights del Sporting 3-1 Mirandés de la jornada 36 de LaLiga Hypermotion

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

Frente al caos, normalidad. El tiempo dirá si Asier Garitano puede hacer grandes cosas en el Sporting. Lo que ha demostrado en dos partidos es el poso de un entrenador con mucha calle en Segunda y competitivo. Todo lo que le faltó al equipo hasta verse al borde del abismo y echar mano del de Vergara. Superó la prueba de Elda. Volvió a ganar ante el Mirandés, esta vez, con clara influencia desde el banquillo. Devolvió a Cote la titularidad y con él llegó el primero. Volvió a situar a Gelabert en el balcón del área y así llegó el segundo y empujó el tercero. A la espera de que se cierre la jornada, ocho puntos por encima del descenso. La normalidad, tantas veces poco valorada, ha vuelto al Sporting. La ha devuelto Asier.

Fue la gran novedad y el gran protagonista de la primera parte. La vuelta de Cote a la titularidad, cuatro meses después, fue mucho más que un gesto de Asier Garitano para contentar a la afición que agotó las entradas en El Molinón el Viernes Santo. Fue el arma con la que el entrenador quiso castigar la debilidad del rival a balón parado. Sacó brillo a una zurda de lujo, única, envuelta en polvo durante semanas en el limbo. Con plan previsto y el objetivo claro, suele ser más sencillo acertar en la diana si en tus filas tienes un cañón como el forjado en Roces. Así se puso por delante un Sporting mejorado respecto al visto en Elda, primero del recién estrenado cambio en el banquillo. Especialmente, por su capacidad para vivir más lejos del área propia.

Real Sporting
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3 1
Mirandés
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1-0, min. 33: Postigo (p.p.); 2-0, min. 48: Gelabert; 3-0, min. 86: Gelabert y 3-1, min. 94: Panichelli.

Alineación Real Sporting

Yáñez (2); Kevin (1), Maras (1), Róber Pier (1), Cote (3); Olaetxea (1), Nacho Méndez (1); Dubasin (2), Gelabert (3), Nico Serrano (1); y Otero (2).

CAMBIOS

Diego Sánchez (1) por Cote, min. 68; Guille Rosas (1) por Kevin, min. 75; Pablo García (1) por Nico Serrano, min. 75; Campuzano (s.c.) por Otero, min. 86 y Nacho Martín (s.c.)

Alineación Mirandés

Raúl Fernández (1); Hugo Rincón (1), Juan Gutiérrez (1), Postigo (1), Egiluz (1), Iker Benito (2); Reina (2), Gorrotxategi (1), Lachuer (1); Panichelli (2) y Butzke (2).

CAMBIOS

Joel Roca (1) por Reina, min. 74; Álex Calvo (1) por Egiluz, min. 74; Izeta (1) por Butzke, min. 74 y Carlo (s.c.) por Gorrotxategi, min. 86 y A. Martín (s.c.) por Hugo Rincón, min. 86.


Sánchez López (C. Murciano). Amonestó a los visitantes Raúl Fernández y al entrenador Alessio Lisci

El Molinón Enrique Castro Quini: 22.642 espectadores, según datos oficiales. Se guardó un minuto de silencio por el exjugador del Sporting Abel. Los jugadores del Mirandés portaron brazalete negro en memoria de la madre del jugador Homenchenko.

Después de un gol anulado a Butzke por claro fuera de juego y un par de intentos de Nico Serrano respondidos por Raúl Fernández, a Cote ya se le veía con ganas de sacar a pasear la izquierda lo antes posible. No solo por volver a verle tirar de galones en cada saque de esquina o falta lateral. También por su aparición en el pico del área en cada ataque rojiblanco. Con el Mirandés queriendo atraer a los rojiblancos para después buscar en largo a sus dos torres, Panichelli y Butzke, fue el Sporting más eficiente y eficaz para administrar recuperaciones y estrategia.

Cumplida la media hora, uno de los cuatro saques de esquina del Sporting en el primer tiempo, mostró la recuperada variedad para ejecutarlos con Cote, otra vez, entre los encargados de hacer daño desde la izquierda. Sacó en corto Gelabert para el de Roces, que con empeine interior la envolvió para enviar una pelota tensa con destino al primer palo. Se fajó Olaetxea para incomodar el despeje de la defensa y el portero. Golpeó la pelota en Postigo para colarse en portería y adelantar a los gijoneses. Oficio y sentido práctico de un Sporting, el de Garitano, que ha recuperado la capacidad de competir. 

Avanzó el encuentro hacia el descanso con el Sporting rememorando episodios clásicos de sus partidos en casa. Apareció Yáñez para meter una de esas manos de portero caro. Remató Panichelli una internada de Iker Benito por el costado y el meta metió la manopla abajo para evitar el empate. Hubo después tiempo para la intervención del VAR, tras reclamar el Mirandés un penalti de Maras sobre Panichelli. Hubo segundos de angustia en las repletas gradas de El Molinón. Continuó el juego para dejar por delante al Sporting al descanso.

Minuto de silencio en El Molinón por el exjugador del Sporting Abel

 La reanudación subrayó otra de esas decisiones de entrenador capaces de marcar la diferencia, capaces de devolver la normalidad tras tantos partidos de caos. Gelabert demostró por qué jugar más cerca del área, al partir por detrás del delantero, puede añadir prestaciones al Sporting tras meses orillado a un costado. Tres minutos de la reanudación y él solo recuperó y corrió hacia la frontal para clavarla cerca de la cruceta izquierda de la portería del fondo norte. Poco pudo hacer Raúl Fernández, el tercer portero con menos goles recibidos en el campeonato. El partido, en la mano del Sporting. 

Empezó a pasar el tiempo sin sobresaltos hasta que Cote, aparentemente con alguna molestia, dejó su sitio a Diego Sánchez. Se fue tras cumplir su partido 400 como profesional. Pareció crecerse el Mirandés sin José Ángel en el campo, porque lo siguiente fue ver otro paradón de Yáñez y a Lachuer estrellando en el palo el rechace. Más de veinte minutos por delante y un aviso: la relajación encuentra malos desenlaces en Segunda. 

Armó un triple cambio Alessio Lisci para renovar el sistema e intentar hacer daño a un Sporting que se protegió con la entrada de Guille y Pablo García por Kevin y Nico Serrano. Así trató de administrar su renta el conjunto rojiblanco, más metido en su campo a medida se acercaba el noventa. Se vino arriba el conjunto jabato, y se llevó el tercero. Salió al contragolpe Otero y, acompañado de Gelabert, le regaló el balón a este último para subrayar victoria y planteamiento. El Mirandés solo pudo maquillar el resultado con Panichelli recortando diferencias en el tiempo añadido. Para entonces El Molinón ya miraba hacia su particular domingo de resurrección. La fe es otra.

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