La contracrónica del Cádiz-Sporting: vuelta a las andadas en campo gafe, Asturias y la cantera pierden peso con Garitano, y el nuevo rol de Nacho Méndez

El Sporting se atasca de nuevo en un partido flojo, cosecha otra derrota y los 50 puntos de la salvación virtual tendrán que esperar

Kevin Vázquez golpea un balón en el Cádiz-Sporting.

Kevin Vázquez golpea un balón en el Cádiz-Sporting. / Área 11

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Vuelta a las andadas: el efecto Garitano se diluye

Buscando el lado positivo, el cambio de entrenador sirvió para evitar un tremendo susto. Dos victorias claves bajo el abrigo de Garitano para alejarse del peligro del descenso. Una tercera en Cádiz hubiera acercado a esos 50 puntos que dan la salvación virtual. Pero aún habrá que esperar para que lleguen. Porque el efecto del técnico se ha diluido. El conjunto rojiblanco volvió a las andadas en Cádiz, en un partido flojo y discreto, que se resolvió con una buena finalización de Chris Ramos, que podía parecer aislada. Quizás lo más justo hubiera sido un empate. El diseño del Sporting no estuvo mal planteado, llevó el peso de juego durante varias fases. Pero adoleció de nuevo de uno de los males de esta temporada: más pegada y mordiente en ataque. En un partido flojo y discreto, en la línea de un equipo de capa caída desde el mes de diciembre, el Sporting navega ahora mismo en tierra de nadie, a la espera de certificar la salvación, encarando los últimos cinco partidos de Liga con un pobre bagaje de 47 puntos. El cambio de entrenador llegó tarde. De primeras fue efectivo. El resto de resultados podrán dejar o no la duda de qué hubiera pasado si se hubiera efectuado antes, con un margen mayor de reacción. O quizás el final de temporada refrende que este Sporting no daba para más, y que el problema no estaba solo en el banquillo.

La pega de jugar los viernes con un fin de semana cuesta arriba

Viernes noche, resaca de las fiestas de Semana Santa, y a las puertas de otro puente. Pero no es excusa para la Mareona, que ni con su equipo en un momento gris, tras un año difícil, deja de acompañar a los suyos. Hasta los viernes la Mareona se deja notar. Y ese gran tesoro, la afición, es algo también que debería cuidar los dueños del Sporting, dentro de sus mensajes de autocrítica que ha trasladado las últimas semanas, ante esa intención de hacer cambios en varias parcelas. No estaría mal un detalle con una afición que ha asumido el esfuerzo de las subidas de abonos. Y que ve como la pega de jugar los viernes es que si el Sporting pierde, el fin de semana se pone más cuesta arriba.

Asturias y la cantera pierde peso con el técnico vasco: solo dos titulares

Solo dos jugadores asturianos y de la cantera –comparten ese rasgo– han participado de mano en los partidos con Garitano en el banquillo. Caso contrario a lo que sucedía con Albés, donde la cifra se duplicaba e incluso en algunas ocasiones aumentaba hasta la mitad de la alineación. En la visita al Eldense solo actuaron de inicio Diego Sánchez y Nacho Méndez; ante el Mirandés lo hicieron Cote y Nacho Méndez; y en Cádiz ese registro lo cubrieron Cote y Nacho Martín. El técnico vasco ha tirado quizás más de experiencia o de otro perfil para afrontar su aterrizaje en Gijón. Sorprende especialmente la suplencia de Guille Rosas y Diego Sánchez. Kevin, fijo para Garitano en el lateral derecho, mantiene sus limitaciones en ataque y su perfil discreto en defensa. En ningún aspecto evidencia que mejore a Guille. Y Diego Sánchez, que ha sido este curso el central que posiblemente haya mostrado más seguridad en la zaga, se ve relegado por Maras y Robér Pier.

Cádiz, otro campo maldito: el Sporting solo gana si pelea por subir

Dos victorias en las últimas nueve visitas a Cádiz. En ese tiempo, con los dos equipos en Segunda, el Sporting solo ganó en el Ramón de Carranza –Nuevo Mirandilla para el fútbol moderno– cuando peleaba por ascender. En el año del casi ascenso con Marcelino, en 2004 por 0-1, y con idéntico resultado en 2008, con Preciado en el banquillo, cuando se culminó la misión a final de curso. Cuatro empates y tres derrotas, contando ésta última, completan el bagaje de los gijoneses en el feudo andaluz. Caso distinto fue la última visita en Primera, con un 2-3 en 1992. O aquel prestigioso Trofeo Ramón de Carranza ganado por los rojiblancos en 1984 por el Sporting, y el "castigo" de no volver a invitarles al año siguiente, cuando era habitual hacerlo con los campeones.

Nacho Méndez, primera suplencia del curso por decisión técnica

Por primera vez esta temporada, Nacho Méndez se quedó fuera de un once inicial estando disponible. Solo en Córdoba, sancionado por acumulación de amonestaciones, el Sporting saltó al campo sin el luanquín en la alineación. Garitano decidió modificar el planteamiento del choque ante el Mirandés. Y lo hizo dejando fuera al capitán, para dar entrada a Nacho Martín como acompañante de Olaetxea en el doble pivote. Consolidó de esta manera el técnico vasco el sistema, con un 4-2-3-1, con Gelabert de nuevo de enganche con la delantera. La ausencia de Nacho Méndez es notable, cuando había sido un jugador piedra angular para Albés. El jugador de la plantilla actual que más tiempo lleva en el equipo, y que acaba contrato, –con muchas dudas sobre su continuidad–, puede afrontar ahora un nuevo rol con Garitano.

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