El Sporting se aferra a la categoría: gana al Dépor (2-1) y acaricia la permanencia

El equipo rojiblanco alcanza la salvación virtual tras vencer con sufrimiento al conjunto gallego en El Molinón en un partido donde fue superior pero acabó pidiendo la hora

Resumen, goles y highlights del Sporting 2-1 Deportivo de la jornada 39 de LaLiga Hypermotion

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

El Sporting celebró la permanencia virtual como si le fuese la vida. En realidad, una imagen dura para una entidad histórica. Desde hoy, nada que festejar.El Molinón apretó de lo lindo para sostener a un equipo que llegó a la orilla en el límite, pero que mereció la victoria gracias a un aseado primer tiempo y a la notable actuación de los de arriba. . El sufrimiento de la gente del Sporting en los últimos instantes del partido refleja la inquebrantable fidelidad a unos colores. También la mediocridad de un proyecto vulgar, necesitado de una reflexión urgente y de cambios, si se quiere evitar que este histórico en apuros acabe quemado de tanto jugar con fuego. Son ya dos de los últimos tres años rozando la tragedia. Y antes del cambio de manos, tres de los últimos cuatro. Pero por lo pronto, el Sporting se salva. Al menos tiene en sus manos la permanencia virtual. Una conclusión: algo tiene este club que incluso en sus peores momentos parece aguantar de pie. Hizo el equipo los deberes, aunque sufrió sobremanera al final. Sacó adelante el partido (2-1) ante un Dépor que evidenció que ya no siente el peligro sobre sus espaldas, pero que terminó dando pasos adelante jaleado por la histórica rivalidad entre entidades. 

Sporting de Gijón
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2 1
Deportivo de La Coruña
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1-0, min 17: Nico Serrano. 2-0, min 45: Nacho Méndez. 2-1, min 61: Barbero

Alineación Sporting de Gijón

Yáñez (1), Rosas (2), Pier (1), Maras (0), Cote (2); N. Méndez (2), Olaetxea (1), Gelabert (3); Gaspar (2), Otero (1) y Nico Serrano (2)

CAMBIOS

Pablo García (1) por Gaspar, min 68. Diego (1) por Cote, min 68. Queipo (1) por Gelabert, min 78. Nacho Martín (1) por Nico Serrano, min 78. Kevin Vázquez (s.c) por Guille Rosas, min 89.

Alineación Deportivo de La Coruña

Helton (1), Petxa (1), P. Vázquez (1), Jaime (1), Obrador (1); Diego Gómez (1), Genreau (0), Villares (0),Yeremay (0), Mario Soriano (1) y Eddachouri (1)

CAMBIOS

Barbero (2) por Yeremay, min 45. Herrera (0) por Genreau, min 45 H. Rama (1) por Diego Gómez, min 61. Escudero (1) por Obrador, min 77. Bouldini (s.c) por Eddachouri min 82.


Guzmán Mansilla (C. Andaluz). Amonestó al local Olaetxea. Y al visitante Yeremay

El Molinón: 20.782 espectadores

A Garitano no le convenció en absoluto el ejercicio defensivo de sus muchachos en Castellón. Los cambios no alcanzaron a la pareja de zagueros, sino que llegaron en los laterales, posición que obliga a una revisión completa en verano o a remangarse para pedirle a Cote que aplace su retiro. Aunque ya no pueda subir y bajar como antaño, prescindir de su zurda parece un lujo para un club que deambula por Segunda División. 

Rosas recuperó su sitio por Kevin Vázquez. Convencido de que Diego es lateral, el chaval se fue al banquillo para dejar su sitio a Cote al tiempo que el centro de la zaga continuó abrochado por el indiscutible Maras y un Pier que ya tiene el billete de ida sacado a México. El ojo del entrenador de Bergara para sacar lo mejor de Gelabert como mediapunta contrasta con su visión con el defensa avilesino, por el momento un lateral discreto, pero una esperanza para la cartera del Grupo Orlegi como zaguero. En una organización que equilibra sus finanzas a través de plusvalías y en un proyecto que adolece de líderes en defensa desde la marcha de Insua, resulta llamativo lo que ha sucedido esta campaña con Diego, que ha visto interrumpida su progresión de forma abrupta. Primero con Albés y ahora con Garitano.

El 1-0 del Sporting en el Sporting 2-1 Deportivo de la jornada 39 de LaLiga Hypermotion

El 2-0 del Sporting en el Sporting 2-1 Deportivo de la jornada 39 de LaLiga Hypermotion

 La ausencia de Duba, fuera de combate también para el inminente viaja a Málaga, obligó a menear el árbol para no sacar del frente de ataque al voraz Otero, de repente convertido en un delantero eficaz, además de un maratoniano. El rol del colombiano ya no se cuestiona en Mareo, independiente de quien sea el amo de un banquillo desapacible como es desde hace ya demasiados años el de El Molinón. Otero seguirá siendo el delantero del Sporting mientras los condicionantes obliguen –la comisión deportiva del Grupo Orlegi cambió a Djuka por Caicedo- y además continúe promediando una decena de goles por campaña en Gijón. 

La tranquilidad de quien se sabe salvado convirtió al Dépor en un equipo con dos caras, para satisfacción de los de Garitano. Corrían con enorme vocación todos los atacantes de Gilsanz, como si les fuese la vida en llevar al límite a Yáñez. Pero a los Yeremay, Soriano y compañía les costaba una barbaridad replegar. El desorden permitía los locales sacar sus cualidades a relucir. Gaspar, Otero y Nico Serrano celebraban los espacios como si fuese una invitación a confirmar la permanencia. Y todo bajo la visión de un Gelabert que es otro jugador cerca de área. Acierto de Garitano. De justicia es reconocérselo. El encuentro se convirtió primero en un correcalles. Luego quien corrió solo fue el Sporting; el Dépor iba al tran- tran. Pero quien más entrega puso fue el Sporting, animado por sus circunstancias, necesitado del triunfo. El camino a la victoria pudo abrirse pronto tras una jugada de pizarra que conectó Nacho Méndez en el poste. Pero aun hubo que esperar un rato. Gaspar, muy activo desde la banda derecha, recibió con metros por delante. Vio avanzado a Nico Serrano, frente a Helton. El navarro dio valor a su fichaje y mostró al fin las condiciones que empujaron al Athletic a renovarlo y a Valverde a poner trabas a su salida en enero. Levantó la cabeza y la mandó a la red. Antes de que Gelabert homenajease a Valerón, sucedieron aun unas cuantas cosas en El Molinón. Yeremay –enorme talento este- y Mario Soriano –tampoco es malo- apuntaron con bala sobre Yáñez. Pero no mordieron. Y en la fase final de un divertido primer tiempo irrumpió el fútbol del palentino. Gelabert vio una asistencia donde otros solo atisban piernas. Al César lo que es del César. Por jugadas así, merece la pena rascarse la cartera, incluso como una inversión a futuro. Por allí se coló Nacho Méndez, que resolvió con suficiencia. El 2-0 calmó los ánimos de la gente y de los ejecutivos del grupo. También dio un premio merecido al de Luanco, ahora que parece que su etapa en Mareo está a punto de terminar. De repente, el Sporting se sintió salvado. Cuando se quiso dar cuenta el Dépor, ya iba dos abajo. 

Gilsanz pareció descontento: mandó a los vestuarios a Yeremay, además de a Genreau. Pero el partido siguió de cara para el Sporting. Rosas, de hecho, rozó un golazo. Se vino arriba y acabó lanzando un disparo que solo pudo acariciar Helton al palo, un aliado. Parecía todo el trabajo hecho. Un espejismo, el fútbol. Incluso Herrera, que acababa de entrar, perdonó un despiste de Maras. Tan errático fue el disparo del punta del Dépor que pareció en fuera de juego. La ocasión desnudó las carencias del Sporting, que comenzó a sentirse presionado. Y la condescendencia del Dépor no fue eterna. Diego Gómez hizo un último servicio a la causa –luego fue relevado por Rama- y vio desmarcado a Barbero. Este ya no perdonó. El Molinón cogió aire con el 2-1 y al observar que faltaba media hora aun de sufrimiento. El marcador activó a los de Garitano. Se espabiló el Sporting, consciente de que les iba media vida en asegurar el resultado. Nico Serrano y Nacho Méndez tuvieron sus botas la sentencia. Helton tenía otros planes. La tensión entró en juego en los minutos donde los puntos adquieren valor. A los de Garitano les apretaba la supervivencia. A los de Gilsanz les llamaba el orgullo. Una internada de Obrador estuvo cerca de ser aprovechada por Barbero, aunque remató demasiado forzado. Las pulsaciones de El Molinón se dispararon. Garitano abrochó a los suyos. Metió a Nacho Martín por Gelabert y situó de enganche a Nacho Méndez. El Dépor vio a su rival vulgar y se subió a las barbas del Sporting. La angustia fue en aumento. En cada saque de esquina de escudero. En un cabezazo de Barbero. Pero el Sporting aguantó. Y vuelve a respirar.

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