Del Real Gijón al Sporting de Quini

El club rojiblanco experimentó su evolución y madurez entre los años 40 y 80 del pasado siglo para adentrarse en su mejor época deportiva

Del Real Gijón al Sporting de Quini

Del Real Gijón al Sporting de Quini / LNE

Ángel Cabranes

Ángel Cabranes

Gijón

Las décadas entre los años 40 y los 80 del pasado siglo reflejan la evolución y madurez de un Sporting que se preparaba para entrar de lleno en su mejor época deportiva. LA NUEVA ESPAÑA continúa con el repaso a los 120 años de la fundación del club, efeméride que se cumplirá el próximo 1 de julio, a través de una segunda entrega de "La historia vista por Frichu", una selección de los momentos más destacados de la trayectoria rojiblanca realizada por Frichu Yustas, miembro académico del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (Cihefe).

La entrada del Sporting en la década de los 40 destaca, entre otros detalles, por el decreto de Serrano Suñer. Por él se prohíben los extranjerismos, lo que hace que el Sporting pase a denominarse oficialmente Real Gijón, nombre que seguiría utilizando unos cuantos años de manera más oficial que oficiosa. La afición nunca renunció a los términos Sporting y sportinguismo para referirse a su equipo. La evolución del club en las siguientes décadas llevó a idas y vueltas a Primera y el inicio del mito en las filas rojiblancas. Quini asomó para hacer leyenda en el Sporting con goles y ascensos tan inolvidables como el vivido en 1977 en el Tartiere. En territorio del eterno rival, el Sporting logró un 1-2 en 1977 con el que volvería a la máxima categoría del fútbol español de la mano de Vicente Miera. Fue el primer paso hacia lo que vendría después, un conjunto rojiblanco capaz de pelear por el título de Liga y dos veces finalista de la Copa del Rey. El mejor Sporting estaba por llegar.

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