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Así levantó Borja Jiménez al Sporting de Gijón: presión alta, juego directo, eficacia en las áreas e intervencionista desde la pizarra

El abulense imprime al equipo rojiblanco su sello desde el primer día

Sporting-Racing

Sporting-Racing / Marcos León

A. Menéndez

Gijón

"No sé cuánto se parece este Sporting al que quiero construir. Ganando al líder se tiene que parecer bastante". En apenas cinco días y cuatro sesiones, Borja Jiménez (Ávila, 1985) ha conseguido despertar a un Sporting que venía en caída libre. "Los jugadores supieron plasmar en el campo los dos matices que les dimos", explicó el entrenador abulense tras vencer al Racing de Santander (2-1) en la sala de prensa de El Molinón.

Refuerzo anímico. "Quisimos trabajar las cabezas d de los jugadores y hacerles ver que no tenían nada que envidiar al rival". Consciente de que la moral de la plantilla estaba tocada tras cinco derrotas seguidas, Jiménez puso el foco en el aspecto mental para reforzar la autoestima del grupo con mensajes positivos.

Estructura similar. En su primer partido, el abulense dio continuidad al trabajo de Garitano y evitó una revolución táctica: mantuvo el mismo dibujo inicial (4-2-3-1) y apostó por un juego más directo (41% posesión y 36% de envíos en largo). ¿Fue el Sporting de Jiménez una copia del equipo de Garitano? No, nada que ver. El primer partido de la era Borja ya dejó sus matices. Algunas pinceladas. Los gijoneses presionaron más alto que de costumbre, sobre todo en el inicio de partido, hasta el gol de Dubasin. Aunque en los últimos minutos el equipo acabó con 5 defensas (hasta la expulsión de Kevin, que obligó a recalcular), la zaga presionó alto a través de sus dos carrileros (Kevin y, sobre todo, Pablo García), y evitó meterse atrás: el Racing tuvo solo 7 remates dentro del área, con solo 1.1 xG (goles esperados). O lo que es lo mismo: remató menos de lo habitual. Y cuando lo hizo, fue desde posiciones forzadas. salida en tromba. El equipo rojiblanco protagonizó un sobresaliente arranque de partido; los primeros quince minutos de partido fueron de los mejores tramos del equipo en este comienzo de competición.

Acierto en área. El equipo recuperó el colmillo y demostró tener acierto en el área rival. Marcó 2 goles, con un xG de 1.49 (los goles esperados, según la métrica estadística que evalúa la probabilidad de que una acción específica termine en gol). Los gijoneses remataron 9 veces y 4 de sus disparos fueron a puerta. Es decir, la mitad de lanzamientos sobre palos acabaron en gol.

Intervencionismo. Jiménez se mostró muy intervencionista durante el partido. Comenzó con un dibujo 4-2-3-1. Tras los primeros cambios, pasó a un 5-3-2 (Nacho Martín, Smith y Corredera por delante y Duba y Otero de delanteros). Después, acaba con un 5-4-1 (añadió Loum al trivote y arriba se quedó solo Otero hasta la entrada de Caicedo). Todo hasta la expulsión de Guille Rosas. Es decir, Jiménez uso al menos tres sistemas distintos para ganar el partido al Racing de Santander. Otro aspecto llamativo: Borja usó dos ventanas de cambios en el tiempo añadido: Loum y Kevin (90+3) y Caicedo (90+8).

Justin Smith. El centrocampista franco-canadiense fue la principal novedad de la alineación. Smith compartió doble pivote con Álex Corredera (la pareja que ya jugó en Almería) cuajando una actuación sobresaliente. Fue un titán en el apartado físico: ganó 7 de 9 duelos aéreos (78%). Pero también estuvo muy participativo en la creación del juego: 25/29 pases completados (86%).

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