La pelea abortada entre ultras del Sporting y del Valladolid: un puño americano, alguna navaja, palos y radicales del Oviedo presentes

La sangre no llegó al río, pero el enfrentamiento podía haberse descontrolado. La Policía Nacional evitó en Valladolid incidentes de mayor gravedad tras retener e identificar a un grupo de varias decenas de radicales de Ultra Boys, grupo de hinchas del Real Sporting. Hizo lo propio con la facción rival, de la hinchada local pucelana, e intervinieron en la operación, según fuentes policiales, dos armas blancas y un puño americano, entre otros objetos.

Fue en la mañana del domingo, varias horas antes del partido que disputaron, ya por la tarde, el club rojiblanco y el vallisoletano. Según confirmaron fuentes policiales a este periódico, entre los ultras rojiblancos retenidos había varios sin entrada para el partido y otros con entradas a un nombre (todos los tickets de afición visitante deben ser nominales) que no correspondía con su DNI.

Fue este uno de los motivos por el que fueron advertidos de que iban a ser retenidos, además de identificados para una posterior investigación de los altercados, que no llegaron a revestir gravedad. Los propios hinchas radicales del Sporting, tras hablar con los agentes, se mostraron entonces de acuerdo con volver a Asturias, y la Policía Nacional decidió escoltar al grupo de ultras del Sporting interceptado para su salida de Valladolid, acompañándolos hasta sus vehículos para evitar males mayores.

Posibles sanciones y enfrentamiento abortado

Según fuentes policiales, los agentes identificaron a todos los desplazados de ese grupo y tomaron nota de sus datos para posibles sanciones posteriores. En función del resultado de la investigación, y al amparo de la Ley del Deporte, se propondrán multas y prohibiciones de acceso a recintos deportivos.

La intervención se produjo tras el conato de enfrentamiento ocurrido por la mañana en el barrio de Huerta del Rey, en Valladolid, cuando el grupo sportinguista, con todos sus integrantes vestidos de color oscuro, estuvo a punto de cruzarse cara a cara con radicales locales, lo que requirió el despliegue inmediato de los agentes. Aunque la situación se controló con rapidez, se registraron algunos destrozos y un herido leve que precisó asistencia sanitaria, siempre según las mismas fuentes.

Según información de la Subdelegación del Gobierno, compartida por la agencia Europa Press, en todo el dispositivo por el partido, declarado de alto riesgo, la Policía levantó 131 actas e intervino una navaja, propaganda ultra y aerosoles de pintura, logrando, además, evitar la pelea multitudinaria en el barrio de Huerta del Rey. Fuentes policiales solventes agregan a ese material otra arma blanca, un puño americano y guantillas de artes marciales. Las armas de mayor contundencia fueron incautadas en el bando de ultras vallisoletanos, mientras que los radicales sportinguistas portaban algunos palos, según las mismas fuentes. En concreto, la Policía Nacional tramitó, a lo largo de toda la jornada, 77 actas a seguidores del Sporting y 48 a seguidores del Valladolid, no todas por este incidente entre grupos extremos.

Fueron agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de Valladolid quienes impidieron que se produjera la pelea entre los dos grupos de seguidores radicales de ambos de equipos. Según información oficial, tuvieron que hacer uso de las defensas para restablecer el orden público y controlar la situación.

Los agentes procedieron a separar ambas aficiones y, una vez que sofocaron el conato de violencia, identificaron a los integrantes de ambos grupos, quienes tiraron al suelo protectores de mandíbula y elementos con los que se tapaban el rostro.

Presencia de ultras del Oviedo

Fuentes policiales han confirmado además la presencia, entre los radicales vallisoletanos, de al menos cinco miembros del grupo Symmachiarii, vinculado al Fondo Norte del Real Oviedo y con una relación de afinidad con los sectores más extremos del Real Valladolid. Esa conexión refuerza la hipótesis, ya barajada por la Policía, de que el enfrentamiento no era casual, sino planificado por grupos ultras con una rivalidad histórica. Se cree que pudieron quedar a través de internet.

Tras la identificación de los seguidores rojiblancos y la decisión final de enviarlos de regreso, la Policía acordonó la zona donde se concentraban otros aficionados del Sporting, en la plaza de Marcos Fernández. El resto de la jornada transcurrió sin graves incidentes, bajo un amplio dispositivo de seguridad que evitó nuevos choques entre hinchadas radicales. El partido había sido declarado de alto riesgo.

Las palabras de Ultra Boys

Desde Ultra Boys, por su parte, se han manifestado a través de las redes sociales, y han denunciado que la intervención policial fue, bajo su punto de vista, abusiva y les privó de poder ver a su equipo en el estadio José Zorrilla. "Ayer, un centenar de sportinguistas fueron privados de alentar a nuestro equipo en Pucela sin motivo alguno. Ningún abuso policial nos hará callar ni cambiar, y por supuesto no vamos a permitir que se perpetren estos atropellos ilegales sin que pase nada. Siempre Sporting", ha publicado el grupo, en una mensaje que acompaña a una imagen de sus integrantes sentados en el suelo bajo vigilancia policial en Valladolid.

Otras intervenciones

Por otro lado, antes del inicio del partido, otro desencuentro entre dos aficionados del Sporting y dos del Real Valladolid se ha saldado con sendas actas. Según informó también la subdelegación del Gobierno a Europa Press.

Asimismo, a otro aficionado visitante se le ha incoado un acta por acceder al estadio por una puerta que no le correspondía e ir saltando las vallas de grada en grada hasta llegar a la de los aficionados sportinguistas.

Ya durante el partido, se ha expulsado de un palco a ocho aficionados del equipo asturiano por discutir con aficionados locales, con riesgo de originar otro altercado de orden público.Durante los próximos días se estudiarán las imágenes grabadas en el estadio por si procediera proponerlos para sanción por la Ley del Deporte.

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