Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

La opinión de Uribe tras el Sporting de Gijón- Las Palmas: Punto ser punto

Sobre la importancia del empate sumado por el Sporting ante Las Palmas

Fútbol, SPORTING - LAS PALMAS.

Fútbol, SPORTING - LAS PALMAS. / Ángel González / LNE

Josu uribe

Excelente ambiente en el vetusto Molinón para asistir al enfrentamiento de dos históricos de nuestro fútbol con el objetivo ambos clubes de revivir tiempos mejores y volver entre los grandes de nuestro balompié. Una UD Las Palmas totalmente reconocible buscando monopolizar el balón y el juego con muchos jugadores por dentro. El equipo canario utilizó a dos jugadores técnicamente muy buenos como son Iván Gil y Fuster a las espaldas de los pivotes asturianos para generar superioridad numérica y castigar a la última línea atacándola con el poder del balón y la ventaja del juego; dejando a Viti Rozada toda la banda diestra y Pejiño abierto en sector zurdo, pero buscando interiorizarse y la referencia para un Lukovic muy batallador y muy físico. El guion del partido obligó a los canarios a ser dominadores del juego y evitar pérdidas de balón y librar la presión alta del Sporting, porque de esas transiciones era de lo que iba a vivir el cuadro local.

Con las bajas tan importantes que tenía el Sporting había dos opciones. La primera, recomponer hombre por hombre y la segunda modificar totalmente el plan del partido. Borja Jiménez es un técnico muy inteligente y sabedor a día de hoy que de los Dubasin, Otero, Gaspar y Corredera a jugadores como Caicedo, Queipo y Cortés hay una diferencia importante. El técnico rojiblanco eludió poner mucha gente por delante de la pelota y buscó evitar pérdidas de balón en ataque y darle espacios a un equipo con muy buen pie y una velocidad de ejecución técnica que te pueden matar.

Eligió la opción de dificultar al máximo los ataques del rival, minimizar el espacio y el tiempo a los amarillos, darle el balón y el ritmo del partido y obligarles a superar una última línea de cinco e incluso seis jugadores en bloque muy bajo, algo muy difícil en el fútbol actual. Todo eso unido a que al control del balón canario le faltó, bajo mi punto de vista, un ritmo mucho mayor, una velocidad más y un punto de agresividad ofensiva y de ir a por el uno contra uno que realmente hiciera sufrir a los rojiblancos. En las zonas finales del ataque se necesita más velocidad y agresividad para castigar al rival. Y eso fue lo que eché de menos en una propuesta tan ofensiva. En defensa, Borja inició con una línea de cinco con un repliegue tanto de Pablo García como de Guille Rosas para defender y utilizando tanto a Kevin como a Diego en zonas intermedias a la espalda de los pivotes para evitar las recepciones de Fuster y Gil y evitar que recibiesen cómodos, dejando a Gelabert y Amadou como posibles salidas para iniciar las fases ofensivas. En ataque, la profundidad fue para Pablo García y Guille Rosas, protegidos siempre por Kevin y Diego en caso de pérdida balón, Gelabert buscando siempre apoyos cercanos al balón para poder atacar y Amadou a buscar desmarques y pelearse con los centrales canarios. No era fácil con esa propuesta ofensiva hacerle daño al rival, que además es un equipo que te obliga a defender muy atrás y al que cuesta mucho trabajo quitarle el balón.

Con la lesión de Kevin y la entrada de Manu Rodríguez, el Sporting modificó totalmente el modelo de juego. Pasó a un 1-4-1-4-1 con línea de cuatro defensiva y un pivote defensivo por delante como Justin, que hizo un partido descomunal, y dos centrocampistas por dentro, Manu y Nacho, que saben jugar y evitar las superioridades que realizaba el rival, dejando las bandas para Gelabert y Pablo, que al jugar más arriba les permitió poder atacar desde posiciones más adelantadas y al tener dos jugadores en cada pasillo dificultó el juego rival. Tanto Diego como Guille empezaron a gestionar bien el 2 por 1 en ataque. El Sporting, con los tres centrocampistas puros, hizo los mejores momentos en ataque y fue capaz de llegar por fuera y por dentro mucho más que el resto del partido, haciendo sufrir mucho a la última línea amarilla, y por primera vez en todo el partido parecía que incluso podía llegar el gol.

Enorme el esfuerzo de todos los futbolistas, ver a Guille y Gelabert como acabaron el partido y seguían corriendo es el camino para el grupo. Nadie escatimó un esfuerzo, sabedores que con las dificultades que había el premio estaba en el trabajo colectivo. No había jugadores para hacerle un partido de tú a tú al rival, y el míster es especialista en poner piedras en el camino al que tiene enfrente. Como hacía muy bien con su Leganés, "cuando no puedo ganar sumó de uno", pero evitó la derrota. Esos puntos que no parecen mucho, cuando se suman a las victorias al final del campeonato tienen mucho valor. El Sporting no va a ser este año un equipo enorme en el manejo y control del juego, pero es un equipo muy potente en las recuperaciones altas y las transiciones rápidas y tiene gente para hacer mucho daño en las acciones de balón parado, y el míster lo va a saber explotar.

Es un orgullo sentirme tan querido todavía por la afición amarilla y muy contento de haber podido saludar a tanta gente que valora el trabajo que se hizo. Debo desearle lo mejor a la UD Las Palmas. A seguir creciendo desde el trabajo y el grupo. Dejar los egos en el vestuario y seguir siendo un equipo enormemente competitivo y muy difícil de vencer. Llegarán también días donde se pueda jugar y ser más protagonista en el campo.

Recuerden a un grande de los banquillos que dirigió al Real Sporting como fue Vujadin Boskov y sus míticas frases como "ganar mejor que empatar, pero empatar mejor que perder" y sobre todo aquella que repetía constantemente de "punto es punto"… Próxima estación, Miranda de Ebro.

Tracking Pixel Contents