Oviedo, Idoya RONZÓN

Era el 16 de abril de 2005. En la finca La Canterona, en San Justo, Villaviciosa, el Cuerpo Nacional de Policía localiza ocho bidones encontrados bajo tierra. En tres de ellos había 274,951 kilos de cocaína. Según el fiscal especial antidroga, José Perals, los otros cinco estaban vacíos porque supuestamente la droga que pudieron contener ya había sido vendida. En la misma finca se hallaron también, enterrados, dos bloques de granito (de una altura de más de dos metros). En el interior de uno de ellos, la «piedrona», supuestamente se había transportado la droga desde Brasil en diciembre de 2004. El otro, hueco igualmente, había sido importado en 2002, presumiblemente también repleto de droga.

Perals sentará por este alijo a nueve personas en el banquillo de los acusados, con tres asturianos a la cabeza: un constructor de Quintes (Gijón) -Alfredo Álvarez García-, su compañera (ex, según diversas fuentes), Covadonga Palacio Fernández, y la madre del primero, Alicia García González, de 71 años, que supuestamente dirigió el enterramiento de la «piedrona». Los otros seis son dos cántabros, tres vizcaínos y una mujer irlandesa. El juicio por el alijo, el mayor juzgado hasta ahora en Asturias, comienza el martes en la sección octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón.

Una tonelada de droga

Para los asturianos, José Perals reclama una pena de 13 años de prisión para cada uno y el pago de multas por 90 millones de euros. Se trata de las peticiones más elevadas, ya que las del resto de acusados oscilan entre los cuatro y los once años de cárcel y multas de hasta 200.000 euros. El alijo de la «piedrona» -los 275 kilos incautados en la finca, más siete kilos aprehendidos en casa de Alfredo Álvarez y Covadonga Palacios y cuatro kilos más ocupados cuando se producía la entrega a uno de los acusados de Bilbao- será el mayor juzgado nunca en Asturias, después de que la Audiencia Nacional descartara hacerse cargo del caso por entender que no era de su competencia. En cantidad de droga es el tercero de los decomisados en la región, por detrás del de Salave -cerca de cinco toneladas de cocaína, en septiembre de 1997- y el del barco «Romios», 1.187 kilos hallados en 2002 en El Musel. La droga aprehendida en La Canterona, de una riqueza del 78,9%, fue valorada en casi nueve millones y medio de euros. Además, en la casa de Álvarez y Palacio se encontraron 78.000 euros.

El constructor gijonés es el único de los nueve acusados por José Perals que permanece encarcelado. Covadonga Palacio y Alicia García están consideradas como las dos mujeres más importantes del narcotráfico asturiano actual. Las dos abandonaron la prisión bajo fianza de 24.000 euros.

Según el fiscal, los asturianos se dedicaban a la introducción de cocaína en España en grandes cantidades. Así, en el último trimestre de 2004, los tres iniciaron los preparativos para la recepción de un cargamento de droga, que vendría oculto en la «piedrona». La operación, apunta Perals, se hizo a través a Alicia García.

La introducción de la droga en España se hizo utilizando una sociedad de Brasil (Parimpex), que exportó cinco bloques de granito. En uno de ellos, ahuecado por dentro, se ocultó aproximadamente una tonelada de cocaína. Los bloques de granito llegaron al puerto de Vigo el 19 de diciembre de 2004. Teniendo en cuenta el número de bidones encontrados en la finca de San Justo (ocho, cinco de ellos vacíos), Perals considera que los acusados podrían haber tenido tiempo de vender unos 500 kilos de cocaína traída desde Brasil, antes de ser detenidos.