Berlín, Agencias

Una mujer de 44 años confesó haber ocultado los cadáveres de tres de sus bebés recién nacidos en el congelador de su casa, en Wenden-Milmicke, al oeste de Alemania. La mujer, de constitución corpulenta, declaró que ocultó los embarazos a su marido y que los tres bebés nacieron a finales de los años ochenta. Herbert Fingerhut, jefe del grupo de homicidios de la Policía en Hagen, señaló que la «mujer se encuentra en estado de shock. Durante su declaración no ha hecho más que sollozar y temblar», y añadió que, dada su constitución física, «es posible que nadie notara sus embarazos».

La autopsia determinará cómo murieron los tres bebés, aunque, al parecer, los tres llegaron al mundo con vida. Los cuerpos congelados de las criaturas fueron hallados casualmente el sábado por el menor de los tres hijos del matrimonio, de 18 años, cuando buscaba una pizza. Fue quien alertó del macabro descubrimiento a sus hermanos, otro muchacho de 22 años y una joven de 24.

Los agentes encontraron los cuerpos de los bebés envueltos en toallas y metidos en bolsas de plástico en el fondo del arcón congelador, donde estuvieron los últimos 20 años. Uno de los tres bebés murió en 1988, ya que un periódico de ese año fue encontrado junto a su cuerpo. Las criaturas no eran trillizos. Los vecinos comentaron que se trata de una familia normal e integrada en la pequeña localidad, donde residen en una casa unifamiliar cuidada y en un entorno idílico.