Pamplona, Agencias

Daniel Jimeno recibió la cornada mortal en el cuello cuando estaba semisentado y muy cerca de la parte derecha del vallado, en el tramo de Telefónica, e intentando protegerse en la confusión provocada por la presencia de un toro suelto que embestía a los dos lados. Apenas tuvo opción de incorporarse y abandonar el lugar. Según se aprecia en las imágenes de un videoaficionado, tres de las cuales se reproducen sobre estas líneas, el joven estaba sentado en el suelo mirando al recorrido y rodeado de muchos mozos que buscaban protección. El toro se había descolgado y llegó en solitario al tramo de Telefónica, donde embistió a varios jóvenes hasta que se dirigió contra Daniel, a quien empitonó en el cuello.

Los Sanfermines llegaron a su ecuador teñidos de luto, marcados por el fallecimiento en el encierro de ayer de un corredor, el primer muerto en las fiestas pamplonesas desde 2003 y el decimoquinto desde que se inauguró la plaza de toros, en 1922. Daniel Jimeno Romero, de 27 años y natural de Alcalá de Henares (Madrid), recibió una cornada mortal en el cuello del toro «Capuchino», un Jandilla colorado de 515 kilos, marcado con el número 106, que hizo buena la fama de peligrosa de esta ganadería. Tras quedar descolgado de la manada, empitonó al joven en el tramo de Telefónica, donde creó muchos momentos de peligro al detener su carrera y volver sobre sus pasos varias veces, lo que provocó que se sucedieran los encontronazos de los mozos con el astado.

El joven llegó al hospital con una cornada en el cuello, en parada cardíaca y «con aspecto de vacío, porque había sangrado mucho», según explicó la cirujana torácica Esther Villa, que fue quien recibió al corredor fallecido en el Hospital de Navarra. «Rápidamente se le ha metido a quirófano, se le ha abierto el tórax y hemos encontrado el lóbulo izquierdo perforado, además de un puntazo en la aorta. También tenía arrancada la vena cava, por lo que no se ha podido hacer nada por salvar su vida», sigue la doctora. Por su parte, Leopoldo Fernández Alonso, cirujano cardiovascular, señaló que «es difícil establecer el mecanismo de la cornada, pero la trayectoria ha sido de arriba abajo». Es posible que el corredor estuviera tumbado en el suelo. «La cornada ha ido rompiendo todo lo que ha encontrado», indicó.

El joven fallecido corría sin documentación, por lo que en un primer momento los médicos y la Policía se dispusieron a investigar su identidad. Finalmente, las autoridades decidieron hacer públicos algunos datos personales en los medios de comunicación para alertar a los familiares. Un anillo con la inscripción «Cris, 25 de noviembre de 2003» y un tatuaje de un indio en el brazo derecho fueron algunos de los datos que se difundieron. Gracias a ellos, dos mujeres que aseguraron ser la madre y la novia de la víctima se personaron en el centro, al que acudieron también la alcaldesa de la capital foral, Yolanda Barcina, y la consejera de Seguridad Ciudadana, Ana Elizalde. Toda la familia era de la localidad madrileña, pero pasaban unos días en Pamplona con motivo de las fiestas, ya que la víctima era un gran apasionado de las mismas, además de un experto corredor de los encierros.

Daniel Jimeno se había desplazado a Pamplona junto a sus padres, su novia y unos tíos para pasar los días de los Sanfermines, ya que sus abuelos paternos son de la capital navarra y residen en el barrio de San Juan. Los familiares del joven, que identificaron el cadáver en el Hospital de Navarra, se encuentran «enormemente afectados, como no podía ser de otra manera», señaló el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, a su salida del centro sanitario acompañado por la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, y de la consejera de Salud, María Kutz.

El joven, comentó Sanz, era un gran aficionado a los toros y corría los encierros de varias localidades españolas, aunque él había manifestado que donde más le gustaba correr era en Pamplona. El presidente del Gobierno navarro indicó que el padre del joven, que sabía que su hijo iba a correr el encierro de ayer, estaba viendo la carrera en directo por televisión, aunque en un primer momento no identificó a Daniel entre los corredores que eran alcanzados por los toros.

Sin embargo, al conocer los datos que se ofrecían sobre la identidad del joven y al ver que tardaba en volver a casa «se han temido lo peor», añadió Sanz. El presidente navarro, tras mostrar su condolencia a la familia y lamentar lo sucedido, destacó que estos hechos son imprevisibles y poco frecuentes, pero «eso no significa que el encierro esté exento de riesgo». «Hay que tener en cuenta», agregó, que el encierro requiere «muchísima atención» y asumir los riesgos inherentes a la carrera, que «además se dificulta por la masificación».

El joven alcalaíno fue atendido en un primer momento en el puesto de socorro del tramo de Telefónica, donde ayer colaboraba como voluntaria la concejala socialista en el Ayuntamiento de Pamplona Maite Esporrín, diplomada en enfermería, que fue la encargada de lanzar el cohete anunciador de los Sanfermines el lunes.

Además del joven fallecido, el cuarto encierro de los Sanfermines 2009 dejó tres mozos con heridas por asta y otros seis trasladados a los hospitales navarros con diversas lesiones. Cuatro de ellos fueron trasladados y atendidos en el Hospital de Navarra por traumatismos, uno craneal, otro auricular y otro en rodilla y hombro, mientras que el cuarto, un estadounidense de 61 años natural de Texas, que presentaba un traumatismo torácico lumbar tras resultar herido en el tramo de Mercaderes, se encuentra en la uci. Al hospital Virgen del Camino fueron conducidos los otros tres corneados, aunque ninguno está grave, y otras dos personas han sido atendidas por traumatismos diversos, una con una fractura de dedo y otra con policontusiones leves en el callejón.

Uno de los corneados, un argentino de 24 años, recibió un puntazo en el abdomen en el tramo de Mercaderes y presenta una herida en el hemitórax izquierdo de pronóstico reservado. Otro fue corneado en un muslo y un tercero, también con un puntazo en el muslo, fue cogido en el callejón de la plaza de toros.

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